Javier Milei cerró la campaña en Córdoba con una breve caravana en la que no solo hubo episodios de violencia entre libertarios, manifestantes y periodistas, sino que además dejó expuestas las contradicciones del presidente, que aseguró que está “terminando con el narcotráfico”.
Javier Milei concluyó este martes en Córdoba una de las últimas actividades de campaña para las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre, con un breve discurso en el que reconoció que “falta mucho, nunca dije que iba a ser fácil”.
La admisión del mandatario contrasta marcadamente con sus repetidas declaraciones triunfalistas sobre los resultados de su gestión. El presidente ha sostenido en múltiples ocasiones que “lo peor ya pasó”, una promesa que viene repitiendo desde hace meses, la más reciente fue al presentar el Presupuesto 2026.
Sin embargo, los indicadores económicos y sociales que atraviesa gran parte de la población argentina parecen contradecir ese optimismo, y es que los salarios continúan perdiendo poder adquisitivo y la recesión se profundiza en el sector productivo.
La visita a la capital cordobesa se desarrolló en medio de un tenso clima político, con fuertes protestas de vecinos y un importante operativo de seguridad que intentó mantener separados a manifestantes y simpatizantes del gobierno.
Este jueves, el presidente encabezará la última de estas caravanas en la ciudad santafesina de Rosario, en lo que será el cierre oficial de campaña de La Libertad Avanza de cara a la votación del domingo. Cabe recordar que la tropa libertaria decidió que el mandatario no vuelva a pisar suelo bonaerense tras el fiasco de las elecciones del 7 de septiembre.
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Las contradicciones de Javier Milei en Córdoba
El presidente llegó a la esquina de San Lorenzo e Ituzaingó acompañado por su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el primer candidato a diputado nacional por la provincia, Gonzalo Roca.
Custodiado por personal de seguridad privada y rodeado de un grupo de militantes, Milei recorrió apenas una cuadra antes de subirse a la caja de una camioneta para dirigirse por megáfono a los presentes. Ante los simpatizantes congregados, el mandatario aseguró:
“Estamos en un momento bisagra de la historia argentina. Es la oportunidad para cambiar la composición del Congreso. Falta mucho. Nunca dije que iba a ser fácil. No se pueden quebrar 100 años de populismo de la noche a la mañana. Vamos en la dirección correcta“.
Durante su discurso, Milei afirmó nuevamente que 12 millones de argentinos salieron de la pobreza bajo su gestión. Sin embargo, esta lectura de los datos ha sido calificada como maliciosa y errónea por los propios empleados del INDEC, organismo responsable de la medición oficial.
El Presidente también apeló a su principal caballito de batalla, la inflación, pese a que desde hace meses el dato viene en aumento. En el mes pasado, la inflación llegó al 2,1%, y según el Relevamiento de Expectativas del Banco Central, se estima que la inflación rondará entre el 2% y 2,1% en los próximos meses, lejos de las proyecciones optimistas del gobierno.
“Cuando llegamos había 9 mil piquetes por año y hoy hay cero. ¡Terminamos con los piquetes! ¡Estamos exterminando la inseguridad!”, se enorgulleció Milei a los gritos. La afirmación sobre la eliminación total de las protestas resulta curiosa si se tiene en cuenta que el microcentro porteño se ha convertido en escenario habitual de manifestaciones.
A las habituales marchas semanales de los jubilados, que en reiteradas oportunidades terminaron en violentos episodios que tuvieron a las fuerzas de Seguridad como principales protagonistas, se suman las movilizaciones en defensa de la educación y la salud pública.
Quizás la declaración más paradójica de todas fue cuando el presidente aseguró: “¡Estamos terminando con el narcotráfico!”. Esta afirmación proviene de alguien que hasta hace poco tenía como primer candidato en la Provincia de Buenos Aires a José Luis Espert.
El economista debió bajarse de la lista por sus vínculos con el empresario Fred Machado, acusado de narcotráfico en Estados Unidos y a punto de ser extraditado a ese país. Además, en Río Negro, la principal candidata de La Libertad Avanza, Lorena Villaverde, enfrentó un proceso judicial en Estados Unidos por tráfico de cocaína.
Del recorrido también participaron los candidatos Laura Soldano, Marcos Brizuela Patiño, Laura Rodríguez Machado y Evelin Barroso, entre otros referentes del espacio libertario en la provincia mediterránea.

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Tensión, protestas y episodios de violencia en las calles cordobesas
La visita presidencial se desarrolló en medio de un complejo operativo de seguridad que incluyó el vallado del perímetro en la zona del Paseo del Buen Pastor. Las vallas desplegadas por la Policía de Córdoba impidieron que una protesta de vecinos se acercara a la recorrida libertaria.
A unas cinco cuadras de donde se desarrolló la caravana, frente al Patio Olmos, se concentró una manifestación en contra de la presencia del mandatario. Los vecinos reunidos cantaban consignas como “Milei, basura, vos sos la dictadura” y “Un paro general y que se vaya”.
“Se han robado todo para los discapacitados“, remarcó una de las manifestantes, en referencia al reciente escándalo en la Agencia de Discapacidad (ANDIS) por el entramado de coimas revelado por el exfuncionario Diego Spanuolo.
Los incidentes se sucedieron durante toda la jornada. En las cercanías del Buen Pastor, un jubilado comenzó a cantar la Marcha Peronista y fue insultado por militantes libertarios. “Soy jubilado y tengo que trabajar porque no me alcanza”, expresó el hombre.
Casi al final de la marcha, se vivieron momentos de zozobra cuando un joven vestido de rojo le gritó a la hermana del presidente: “Karina, 3%”, en referencia al caso de corrupción en ANDIS. En ese momento, se cruzó con los militantes libertarios e intercambiaron insultos sin que el incidente pasara a mayores.
Envalentonados tras la breve caminata de campaña, militantes libertarios agredieron al equipo periodístico de C5N. La cronista Daniela Gian y su camarógrafo fueron insultados por varios simpatizantes del gobierno.
“Hijos de puta, ¿qué hacen ustedes acá, mierdas? Caraduras de mierda“, le gritó una mujer a la periodista, mientras otros que pasaban por la cámara del canal de noticias gritaban “esto es Córdoba, para ustedes porteños”.
En medio de los reproches, uno de los militantes, fuera de cámara, le dijo “zurda sucia” a la profesional, mientras que otro hombre, a puro insulto, golpeó la cámara del equipo técnico. Se trata de otro episodio de violencia contra un periodista que se da en medio de arengas del presidente contra el periodismo.
Durante la jornada se registraron tres detenciones vinculadas a los disturbios. El operativo de seguridad, que había sido reforzado posiblemente temiendo escraches como los ocurridos recientemente en otras ciudades, logró mantener separados a los distintos grupos, pero no pudo evitar los episodios de violencia verbal y física.
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Expectativa vs. realidad de una economía que no repunta
Lo cierto es que los datos oficiales y privados pintan un panorama muy diferente al de Milei. Según el Observatorio Paritario del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los aumentos salariales acumulados hasta el tercer trimestre del año se ubicaron 3,2% por debajo de la inflación.
La situación es aún más preocupante si se proyecta hacia fin de año. Teniendo en cuenta los acuerdos paritarios cerrados hasta diciembre, la estimación indica que los salarios estarán 5,3% por debajo de la inflación, consolidando así una tendencia decreciente del poder adquisitivo de los trabajadores.
“Las estimaciones del mercado están lejos de esperar una baja de la inflación”, sostuvo el director del CEPA, Hernán Letcher.

El Gobierno paralizó las negociaciones paritarias a lo largo del 2025 para enfriar la economía y así contener a los precios, una política que determinó una caída del poder adquisitivo generalizada. Los acuerdos paritarios promedian 1,3% en octubre, 1,6% en noviembre y 1,0% en diciembre, mientras que la inflación estimada ronda entre el 2% y 2,1% mensual.
La pérdida es aún más dramática si se analiza desde el inicio del gobierno. El salario del sector público se ubica 19% por debajo del nivel de diciembre de 2023 y acumula 10 meses en ese mismo nivel. Cada trabajador del sector público perdió en promedio $8,1 millones desde que Milei asumió la presidencia.
Por su parte, el salario del sector privado se estancó cinco puntos por debajo del nivel que tenía al asumir el actual mandatario y, al igual que el de la administración pública, hace 10 meses que no crece. Esto significa que desde diciembre de 2023 cada trabajador acumula una pérdida de $1,7 millones.
Con respecto a las jubilaciones, el poder de compra continúa estancado un 23% por debajo del nivel de 2023. Es decir, que cada jubilado acumula, en promedio, una pérdida de casi $4 millones. Esta situación explica el testimonio del jubilado que protestó durante la caravana presidencial expresando que debe trabajar porque su haber no le alcanza.
La pérdida salarial se traduce en otro fenómeno crítico: la morosidad de los préstamos familiares se encuentra en máximos de los últimos 16 años, mientras que la cantidad de personas endeudadas por al menos 200.000 pesos volvió a romper su récord bajo la era Milei, según las últimas cifras difundidas por el Banco Central.

Hasta los trabajadores del INDEC cuestionaron los datos de pobreza publicados por el gobierno de Javier Milei
El sector productivo anticipa más recesión y desempleo
El panorama para los próximos meses tampoco es alentador según las encuestas sectoriales realizadas por el INDEC. Los datos confirman que el país está entrando en un periodo recesivo y que la economía real ya no resiste la política de ajuste implementada por el gobierno.
La Encuesta de Tendencia de Negocios para la industria manufacturera revela que el 23,9% de los empresarios espera que el volumen de producción disminuya durante el último trimestre del año, mientras que solo el 14,8% proyecta un aumento y el 61,2% no prevé variaciones. Sobre la cartera total de pedidos de clientes, el 52,8% la calificó por debajo de lo normal.

Respecto a la situación empresarial actual, solo el 9,3% de los industriales sostuvo que es buena, el 63,5% la considera normal y el 28,4% la califica como mala. En cuanto a la situación financiera, el 22,3% dijo que es mala y solo el 14,6% como buena. En materia de acceso al crédito, el 34,9% lo calificó como difícil y solo el 6,4% señaló que es fácil.
El principal factor que está limitando la capacidad para aumentar la producción es, según los empresarios, la “demanda interna insuficiente”, que lideró ampliamente la encuesta con un 49,9%.
Para peor, el 29,5% de los consultados piensa que este indicador empeorará y el 56,5% que no variará. Esta falta de demanda tiene consecuencias directas sobre el empleo: el 18% de los encuestados sostuvo que disminuirá el número de empleados para los próximos tres meses, mientras que apenas el 3,7% prevé aumentos.
En el sector de supermercados y autoservicios mayoristas, el diagnóstico es similar. El 31,6% consideró que la situación comercial actual de su empresa es mala y solo el 10,5% como buena.
El 57,9% identificó el problema con la demanda como el principal factor que limita la capacidad para aumentar la actividad comercial. Para el próximo trimestre, el 9,2% proyecta estar peor y el 68,4% que permanecerá igual. En cuanto al nivel de empleo, el 18,4% aseguró que disminuirá y el 80,3% que no variará.

