El ataque sufrido por el periodista Roberto Navarro se dio poco después de que el Presidente Javier Milei pidiera “odiar más” a los periodistas, y luego de una serie de agresiones del libertario contra los medios de comunicación.
El director de El Destape, Roberto Navarro, fue víctima de una violenta agresión en la vía pública en la tarde de este lunes. El periodista se encontraba caminando por el centro porteño cuando un desconocido lo golpeó por la espalda con extrema violencia, causándole heridas visibles, como hinchazón en el rostro y múltiples contusiones.
Navarro alcanzó a señalar, entre dolores, que el ataque podría estar vinculado a las recientes declaraciones del presidente Javier Milei, quien cuestionó la legitimidad de los periodistas ante la población. “Esto evidentemente tiene alguna inspiración en las palabras del Presidente”, expresó el comunicador, según relató el periodista Mariano Martin, al aire de El Destape.
“Tras recibir el golpe, Navarro logró trasladarse por sus propios medios a una clínica para realizarse estudios y controles médicos. Se encuentra fuera de peligro, aunque con signos visibles de la agresión.
Hasta ahora, no hay detenidos por la agresión, mientras que la investigación quedó en manos de la Policía de la Ciudad. El ataque contra Navarro ocurrió un día después de que el presidente Javier Milei pidiera “odiar más” a los periodistas explicaron desde el mismo medio en una nota publicada en digital.
El ensañamiento de Milei con el periodismo
Horas antes del ataque, el mandatario había utilizado sus redes sociales para calificar el periodismo como “basura“. Según el libertario, “la gente no odia lo suficiente a estos sicarios con credencial“, y que “si los conocieran mejor los odiarían aún mucho más que a los políticos“.
Sin embargo, no es la primera vez que Milei ataca periodistas. Apenas unos días atrás, el 18 de abril, el Presidente apuntaba contra Florencia Donovan, luego de que la periodista de La Nación hiciera referencia justamente a la “virulencia discursiva” de Casa Rosada.
Ante la crítica, el libertario la calificó de “mentirosa operando“. “¿Acaso cumplir la palabra se puede llamar garrote? ¿Estará tratando de operar contra el gobierno en un año electoral? Ya lo hizo contra LLA en el 2023 de modo grosero… ha vuelto”, lanzó.
La referencia es a una frase de Donovan en su columna, en la que comentaba que la estrategia de Milei era “de garrote con el campo y de seducción con los inversores internacionales”. “Busca instalar la misma mentira que Joaquín INMORALES Solá“, aseguraba Milei.
El día anterior, Morales Solá también recibía los insultos de Milei, quien lo acusó de ser “un imbécil que con su pluma envenena a los argentinos“. “Respecto a su editorial, es un canto a la disonancia cognitiva, a la ignorancia y a la estupidez total (salvo que esté operando)”, agregaba, mientras celebraba los insultos de Agustín Laje contra el periodista.
Además de sus dichos directos, el mandatario se dedicó en varias oportunidades a compartir publicaciones de cuentas afines agraviando periodistas. Tal fue el caso de su embestida contra Carlos Pagni, otro columnista de La Nación. En el mensaje se lo trataba de “mentiroso, operador serial y arquitecto del caos“.
El día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, también fue escenario de las agresiones del Gobierno Nacional, luego de que Casa Rosada publicara un video negacionista en el que llamaba a buscar la “historia completa” al tiempo que invisibilizaba el terrorismo del Estado.
En este contexto, Milei compartió una publicación de Laje “dejando en evidencia al mentiroso serial Marcelo Bonelli, lo cual deja muy claro que el pinocho con micrófono es parte del problema y no de la solución”.
Por otro lado, compartió un tuit de Santiago Oría, director de Realización Audiovisual de la Presidencia, que decía: “Luis Novaresio, con su mala saña habitual ante Milei, andaba diciendo que el video” de Laje “iba a ser un fracaso. Te cuento Novanecio que el video es el más visto en toda la historia de Casa Rosada”.
Además, el presidente reposteó el mensaje en X asegurando que “Agustín Laje cayó a la mesa de Luis Majul y lo hizo pedazos al zurdo de Ernesto Tenembaum que lloró por el video del 24 de marzo”.

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La “batalla cultural” contra los periodistas
La lista incluye solo ejemplos recientes. Sin embargo, si se tienen en cuenta las agresiones de 2024, Milei y sus funcionarios atacó a 33 periodistas y conductores de programas de radio y TV, junto a 12 medios de comunicación, a los que acusó de “ensobrados”, “pauteros”, “esbirros manipuladores” y “cómplices de los verdaderos violentos”, entre otras agresiones.
Durante el año pasado ha compartido publicaciones de cuentas afines al Gobierno que aseguraban que “lloran tanto Mónica Gutiérrez, Baby Etchecopar y todo el periodismo ensobrado”, y “los trolls pagos son los periodistas”.
Milei también afirmó que Diego Leuco era “cómplice” de Alberto Fernández y que Juana Viale “defendía a Alberto Fernández en la mesa de Mirtha Legrand. Siempre fue Milei contra el mundo”. La denuncia por violencia de género contra el exmandatario y la publicación de fotos privadas motivó un ensañamiento con numerosos comunicadores.
Por otro lado, compartió mensajes ofensivos contra cuatro mujeres que habían visitado al expresidente en la residencia de Olivos. Una de las publicaciones hablaba de “las pautas del poder” e incluía fotos de Florencia Peña, Tamara Pettinato, Luciana Rubinska y Ursula Vargues.
“Cómplices de los verdaderos violentos”, decía otro tuit que compartió, que incluía referencias a los periodistas María Laura Santillán, Jorge Fernández Díaz, María Eugenia Duffard, Ernesto Tenembaum, Joaquín Morales Solá, Jorge Fontevecchia, Luciana Geuna, Jesica Bossi y Diego Sehinkman.
Otro usuario republicado por Milei pedía “teléfono para Duggan, Bonelli, Etchecopar, Longobardi, Victor Hugo Morales, Santillán, Geuna, Lanata, Mengolini, Jorge Asis, Alejandro Alfie, Navarro y toda la horda infinita de esbirros manipuladores mal llamados ‘periodistas’“.
La actitud del libertario frente a periodistas y comunicadores no parece ser producto de arrebatos, sino de una estrategia comunicacional que tiene como objetivo final que Milei abandone los medios tradicionales y se exprese únicamente a través de las redes sociales y los canales de streaming amigos.
La semana pasada actuó en este sentido al conversar durante más de 4 horas con su amigo Alejandro Fantino, en el canal Neura. Esta semana tenía planeado estar presente en el programa de Daniel Parisini (“Gordo Dan”).
El año pasado ya se había expresado en este sentido en una violenta publicación en la que aseguraba que “los periodistas son muy guapos para ensuciar y muy débiles para la réplica”. En él, se jactaba de estar ante “el fin del monopolio de los micrófonos ensobrados” y comentaba que “la casta periodística está aterrada de las redes sociales”.
“Los periosobres no paran de llorar”, decía, “lloran porque perdieron el poder de mentir, calumniar, injuriar, difamar y hasta extorsionar sin costo“.

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Las consecuencias institucionales de la avanzada
La avanzada de Milei contra el periodismo no se limita a agresiones verbales, sino que ya ha tenido un impacto institucional directo. Sin ir más lejos, y de cara a su discurso ante la Asamblea Legislativa, el oficialismo prohibió a los periodistas ocupar los palcos del Congreso destinados a la prensa, que derivó en el repudio de la mayoría de los bloques.
Uno de los escenarios donde se expresa la represión contra comunicadores son las conferencias de prensa del vocero Manuel Adorni (flamante candidato libertario en la Ciudad de Buenos Aires), que tras varios meses de cruces con Fabián Waldman, decidió prohibirle la entrada al periodista.
En Casa Rosada utilizaron una carta del director de Ámbito, Guillermo Gammacurta, en la que acusaba a Waldman de maltratar a Liliana Franco. “Que este señor califique a Liliana Franco de ‘buchona´ de la Sala, resulta cuanto menos ofensivo”, fue la “denuncia” que sirvió como excusa para quitarle la acreditación al periodista, que no pudo ingresar este lunes a Casa de Gobierno.
No es la primera vez que ocurre algo así. En junio el Gobierno había decidido no renovar la acreditación de la periodista Silvia Mercado, impidiendo su acceso a Casa Rosada en un gesto de disciplinamiento al periodismo crítico y sin explicación mediante.
En el caso de Waldman, la persecución va a aún más lejos, ya que el comunicador fue expulsado del canal Diputados TV a principios de este año. Según él mismo contó, el director del canal Santiago Cosimano decidió cortar el vínculo laboral para evitar “puteadas de funcionarios”.
Adorni se frena de insultar a los periodistas acreditados que le hacen preguntas incómodas durante sus conferencias. Waldman no fue el único que sufrió estas agresiones. En medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Jon Heguier, de El Destape, también fue víctimas de destrato.
El periodista había confrontado a Adorni con las publicaciones que tanto él como el Presidente habían realizado contra el FMI. El vocero apeló a culpar al kirchnerismo y además se enojó con el periodista. “Vos tenés problemas de escucha”, le dijo.
