Desde el oficialismo admitieron que de los 20 mil millones de dólares que esperan recibir del FMI solo 6 mil millones serán de libre disponibilidad, luego de que el organismo desautorizara a Luis Caputo y obligara incluso a Javier Milei a pronunciarse para apagar el incendio que provocó en los mercados.
El Gobierno de Javier Milei atravesó una tensa jornada este jueves a raíz de las idas y venidas con respecto al monto que el Fondo Monetario Internacional (FMI) desembolsaría en el marco del acuerdo que Casa Rosada pretende tener firmado para mediados de abril.
Es que en torno a las 9 de la mañana, el Ministro de Economía Luis Caputo había revelado que el organismo otorgaría 20 mil millones de dólares al Estado argentino, aunque sin dar detalles sobre el uso que se les daría.
Sin embargo, lo que pretendía ser uno de los anuncios más importantes de la negociación se complicó cuando la vocera del FMI, Julie Kozack, envolvió en un manto de dudas sobre el tema poco después del mediodía.
Con sus dichos, Kozack no solo desautorizó a Caputo, sino que además provocó un terremoto en los mercados y forzó a Casa Rosada a apuntar todos sus cañones comunicacionales a resolver el tema, al punto que incluso el Presidente Javier Milei debió expresarse al respecto.
Más allá de la torpeza comunicacional, fue el Diputado Nacional José Luis Espert (La Libertad Avanza) quien tuvo que aclarar que de los 20 mil millones de dólares anunciados por el Ministro, solo 6 mil millones serían de libre disponibilidad y el resto del préstamo estaría dedicado a pagar vencimientos.
Así lo dijo durante una entrevista en la que su nerviosismo era palpable. “El programa es un Acuerdo de Facilidades Extendidas en el cual te haría los desembolsos a lo largo de cuatro años“, apuntó, “si contamos al 2025, hay vencimientos de capital por 14 mil millones de dólares”.
“Por lo tanto, 20 menos 14 da 11“, comentó en un curioso cálculo matemático, y “haciendo futurología, 11 sería el aumento de las reservas cash que te permitiría este acuerdo”. Luego, se corrigió y blanqueó la cifra de la que dispondrán el Palacio de Hacienda y el Banco Central:
“Perdón, 20 menos 14 da 6. Si esos 6, te los desembolsará ahora contrafirma del acuerdo, serían reservas que te permitirían salir antes del cepo. Ahora el Gobierno está negociando también con el Banco Mundial, con el BID y la CAF, con lo cual quizás habría otros 5 mil millones de dólares, y con eso quedarían 11 mil millones“.
Serían entonces 6 mil millones los que tendrá Caputo para intervenir el mercado (u optar por el régimen de flotación que pide el FMI) y aún resta ver cómo serán esos desembolsos. Teniendo en cuenta que en lo que va del año ya se quemaron 3 mil millones en reservas, la suma parece -a priori- módica.
Acá Espert es el funcionario que mejor detalla cómo será el acuerdo, no creo que sea la explicación que más le guste al gobierno. Serían 20k total, incluyendo los vencimientos y resta ver cómo serán los desembolsos pic.twitter.com/4XZj28lAz9
— Christian Buteler (@cbuteler) March 27, 2025
La conferencia de prensa que le arruinó el día al Gobierno
Junto al anuncio de Caputo, el vocero presidencial Manuel Adorni (flamante candidato a legislador porteño para las elecciones 2025) también había agendado una conferencia para las 12:30 horas, aunque antes estuvo la rueda de prensa del FMI.
Kozack aseguró que “las discusiones incluyen un paquete de financiación considerable“, aunque evitó confirmar los montos anunciados por Caputo, limitándose a decir que “el tamaño de ese paquete va a ser determinado en última instancia por nuestro Directorio Ejecutivo“.
Es que cabe recordar que el acuerdo aún debe ser aprobado por directorio, lo que deja el futuro del acuerdo en manos de los “amigos” internacionales de Javier Milei. El reciente intercambio con el francés Emmanuel Macron y la sintonía con el estadounidense Donald Trump podrían ser determinantes.
Por lo pronto, la vocera del FMI explicó que “como con todos nuestros programas, los desembolsos vendrán de a tramos durante la vida del programa“. En otras palabras, aunque se confirme el monto, aún no se sabe de qué sumas dispondrá el Gobierno a corto plazo y echa por tierra la expectativa de Milei de tener 50 mil millones de reservas.
Los dichos no cayeron bien en Casa Rosada, que veía como se desplomaban los mercados en medio de la incertidumbre. Algunos incluso los consideraron como un vuelto por las internas entre Milei y Caputo, y los integrantes del staff board del organismo.
Luego fue la conferencia de Adorni, que insistió en la cifra de los 20 mil millones, asegurando que eran “de libre disponibilidad en su totalidad y van a sanear el balance del Banco Central”, afirmación que choca con los posteriores dichos de Espert.
Por otro lado, el vocero aseguró que los anuncios de Caputo y Kozack ya estaban arreglados y confirmó que se estaba negociando con el BID y el Banco Mundial para recibir más fondos, que oscilarían en torno a los 5 mil millones de dólares.
Sin embargo, cuando le preguntaron por los tramos no quiso responder. Es que recién cuando se reúna el board del FMI se conocerán los detalles del acuerdo. Inicialmente se suponía que el anuncio sería el 8 de abril, pero ahora se especula con que sea a mediados del mes.
Sea como fuere, la jornada terminó una vez más con un saldo negativo para el Banco Central. La entidad dirigida por Santiago Bausili tuvo que vender 84 millones de dólares y acumula 9 rondas de venta seguidas, que suman un total de 1.445 millones vendidos desde el 14 de marzo.
Ese fue el precio de mantener controlados a los dólares financieros, cuya alta demanda (en el marco del desarme de posiciones en pesos por parte de inversores) llevó a la entidad bancaria a informar una nueva caída de las reservas, que ahora están en torno a los 26.222 millones, el nivel más bajo desde enero de 2024.
Las bombas de humo de Milei
La situación forzó a Milei a ofrecer una entrevista en el programa de radio de Luis Majul en Rivadavia, en la que respaldó a Caputo y aseguró que no habría una nueva devaluación (un latiguillo que el Gobierno repite cada vez más seguido) y que “acá la cuestión es que faltan pesos, no que faltan dólares“.
Al igual que su ministro, aseguró que el tipo de acuerdo con el FMI es “absolutamente diferente” a los anteriores, e insistió en que “no sube la deuda porque se toman los fondos del Banco Central para pagar la deuda del Tesoro con el Central”.
“La deuda va a bajar después de esto porque los títulos no cotizan a la par. Vamos a hacer un saneamiento del Central con caída de la deuda”, completó al respecto, antes de comenzar a insultar a sus detractores, a quienes tildó de tener un “déficit de IQ severo” (en referencia a los exámenes de Coeficiente intelectual).
A continuación, y como hace usualmente para cambiar el eje de las discusiones, el mandatario apeló a su verborragia y apuntó contra la oposición, el kirchnerismo y Cristina Fernández de Kirchner, al tiempo que repitió los puntos más cuestionados de sus discursos.
En este punto, aseguró que “esto no es solo economía, hay otras cosas. Se mezcla la política“. “Es mucho más delicado que lo que puede pasarle al mercado”, aseguró, y comentó que “acá hubo un intento de golpe institucional político, en la calle y en el mercado”.
“Días atrás el kirchnerismo quiso hacer un golpe en el Congreso por la vía institucional”, agregó. Las referencias son al rechazo de Unión por la Patria a votar el acuerdo del FMI en el Congreso sin conocer la letra chica y a la marcha de jubilados que terminó con un brutal operativo represivo y un fotorreportero luchando por su vida.
La preocupación del mandatario por las instituciones llama la atención si se tiene en cuenta que semanas atrás nombró a dos jueces de la Corte Suprema por decreto y sin pasar por el Congreso, y que más recientemente impulsó el endeudamiento con el FMI a través de un DNU para evitar que los Senadores lo sometan a discusión.
Más allá de esto, resulta llamativo que dedicara parte de su tiempo al aire a insultar a la expresidenta. “Che Cristina está nerviosa porque Casación le revocó el recurso y sabe que va a ir presa, ese es el dato: Está quemando las naves”, dijo.
Se trata de la respuesta del libertario a las críticas que Cristina Kirchner contra sus políticas, que suelen comenzar con la expresión “Che Milei”. “La señora va a ir presa y eso la pone loca“, lanzó, calificándola como “un actor irrelevante”, e irónicamente aseguró que “no me interesa lo que diga la futura presidiaria“.