La brutal represión de Bullrich contra jubilados terminó con cientos de detenidos y un periodista luchando por su vida

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Patricia Bullrich respondió al reclamo de los jubilados con un operativo represivo en el Congreso que dejó decenas de heridos. La Ministra justificó de manera alarmante la fractura de cráneo que uniformados provocaron a un periodista, afirmando: “Es un militante kirchnerista”.

Este miércoles se llevó adelante una nueva marcha de jubilados frente al Congreso de la Nación, marcada esta vez por la presencia de hinchas de más de 30 clubes, a los que se sumaron sindicatos, organizaciones sociales y la CGT, entre otros.

Si bien estas protestas se realizan de forma semanal, en este caso el reclamó tuvo un mayor volumen del habitual. Sin embargo, la respuesta de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue activar su protocolo antipiquetes y llevar adelante una brutal represión contra los manifestantes, que se extendió durante toda la tarde.

Para el final de la jornada se registraron 124 personas detenidas, de las cuales debieron ser liberadas 94 en la mañana siguiente. Además, se registraron alrededor de 46 heridos, 15 de ellos presentaron heridas de gravedad, como el fotoperiodista Pablo Grillo, quien fue operado de urgencia en el hospital Ramos Mejía por una rotura de cráneo.

Detenciones y uso innecesario de fuerza física

Si bien la concentración estaba prevista para las 17 horas, los manifestantes comenzaron a agruparse en la plaza frente al Congreso en torno a las 16 horas, momento en el que las fuerzas de seguridad.

El Gobierno Nacional ya venía preparando el terreno para un miércoles marcado por la violencia el día anterior, cuando Bullrich calificaba la protesta como una “marcha de barrabravas” y, mientras vallaba las inmediaciones del Palacio Legislativo, amenazaba desde temprano con detener manifestantes.

Por eso, incluso antes de que comenzara oficialmente la marcha, un despliegue de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura equipados con cascos, escudos antimotines y gases lacrimógenos avanzó contra miles de jubilados e hinchas que cortaban Avenida Rivadavia.

En este contexto se movilizaron alrededor de 1.000 efectivos y camiones hidrantes, además de varios patrulleros que durante la mañana habían entorpecido el tráfico en la zona. A medida que escaló la situación, los uniformados comenzaron a disparar balas de goma contra los presentes.

No solo los hinchas fueron desalojados a los golpes, sino que también sufrieron la violencia de los uniformados varios jubilados que protestaban por una jubilación digna. Entre los afectados estuvo una mujer de 87 años, que terminó con traumatismos tras haber recibido un chorro de gas.

Pablo Grillo, un fotoperiodista que se encontraba en la zona, también fue víctima de la violencia policial. Mientras cubría las manifestaciones recibió un impacto directo de un tubo de gas lacrimógeno en la cabeza, lo que le provocó múltiples fracturas de cráneo y daño cerebral.

El fotógrafo fue trasladado al hospital Ramos Mejía para ser operado de urgencia y su pronóstico es reservado y crítico. Luego su padre indicó a los medios que, aunque aún está en terapia intensiva, los médicos pudieron reducir la presión intracraneal.

La represión también se extendió a la Avenida 9 de Julio, donde efectivos de Gendarmería bloquearon el paso a la movilización, que a su vez estuvo marcada por varias prácticas policiales que hicieron sospechar de la presencia de infiltrados.

La aterradora justificación de Bullrich

Mientras tanto, Patricia Bullrich se jactaba de haber detenido más de 150 personas ante los medios de comunicación afines al Gobierno de Javier Milei, y respondió a las críticas por la situación de Grillo con una escalofriante excusa: “Es un militante kirchnerista que hoy trabaja en la municipalidad de Lanús y está detenido”.

Sus dichos no solo están marcados por la intención de desinformar (ya que el hombre no fue detenido ni trabaja en la municipalidad de Lanús), sino que además sientan un preocupante precedente: que la brutalidad policial estaría justificada si se trata de militantes políticos.

El padre de la víctima, Fabián Grillo, luego respondió a estas palabras remarcando que “ser militante es un orgullo, somos una familia de militantes. El era un militante y también era fotógrafo y estaba trabajando en forma independiente, porque siempre documenta en las marchas”.

“Se estaba cubriendo con unas vallas y maderas y cuando cae queda totalmente solo”, relató su colega Juan Manuel Foglia, quien tomó una impactante foto de la herida que tenía Grillo. “Luego lo asisten dos manifestantes y lo traen hacia donde estaba yo. Ahí pudimos ver la perforación que tenía en la frente, era descomunal”.

Luego Bullrich defendió el accionar policial y aseguró que “muchas de las personas que vinieron a esta marcha, barras bravas, miembros de agrupaciones políticas de izquierda y kirchneristas, distintas personas que se nuclean políticamente para voltear al Gobierno vinieron en esta ocasión preparados para matar“. “Venían a tomar el Congreso“, aseguró.

Como es costumbre del Gobierno Nacional, la estrategia durante toda la semana fue la de intentar deslegitimar el reclamo al asignárselo a las agrupaciones de izquierda y al “kirchnerismo“. A esto se sumó la intención de impulsar el relato de que eran los manifestantes los que estaban “preparados para matar”, pese a que fueron las principales víctimas de la violencia oficial.

Otro elemento llamativo de la marcha fue el sospechoso accionar policial (más allá de su aspecto represivo), que despertó suspicacias por la posibilidad de que hubiera infiltrados de las fuerzas y se prepararan actos que luego serían achacados a los manifestantes.

Por ejemplo, se pudo observar un patrullero abandonado con sus puertas abiertas en medio de la calle y sin policías alrededor, que luego fue dado vuelta e incendiado. Una imagen luego replicada por medios afines al gobierno como muestra del accionar de los manifestantes.

Aún más extrañas fueron las imágenes de un policía que, a plena luz, arrojaba un arma al piso en medio de la plaza del Congreso, con la clara intención de dejarla “plantada” para que la levantara un manifestante.

https://twitter.com/DanteForesi/status/1899942598187393460

Las escenas de fascismo explícito incluyeron también a los uniformados que desde un camión hidrante de la policía de la Ciudad gritaban “¡Vengan zurdos!” a los manifestantes. La Diputada Nacional Victoria Montenegro también aseguró que había fuerzas especiales en autos particulares, y varios participantes denunciaron que se habían dejado escombros en los alrededores.

Repercusiones de la brutal represión

El nivel de violencia desplegado durante la manifestación fue tal que causó el repudio de varios organismos de derechos humanos. La Mesa de Organismos de Derechos Humanos exigió “el cese de la represión y la inmediata libertad de los manifestantes detenidos”.

También manifestaron su repudio Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Comisión Memoria Verdad y Justicia Zona Norte, Liga Argentina por los Derechos Humanos, Asociación Buena Memoria, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza.

La CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma también repudiaron lo que calificaron como una “salvaje represión con la que Milei pretende hacer pasar a sangre y fuego el ajuste a los jubilados y al pueblo en su conjunto”, y convocaron a una conferencia de prensa para el jueves a las 15 horas.

Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) enfatizó que “el gobierno resucita la narrativa del ‘golpe de estado’ para justificar una represión feroz y una escalada de violencia que empezó ayer con las amenazas de la Ministra Bullrich“.

“Las decenas de personas heridas y detenidas son trabajadorxs de prensa, jubiladxs, integrantes de organizaciones sociales, políticas y sindicales. No hay golpe, hay represión”, apuntaron.

Por su parte, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, indicó que “la represión que se vivió hoy fue completamente feroz, ilegal y premeditada“. “Una descarga de violencia sobre jubilados y ciudadanos que protestaban contra el ajuste”, dijo, “lo de hoy es un atentado contra derechos esenciales de la democracia“.

“Mientras un fotógrafo lucha por su vida, los voceros del gobierno mienten, justifican la violencia y difunden el odio”, agregó el mandatario provincial, “hay que ponerle un límite urgente a este desenfreno autoritario“.

Entre tanto, los diputados de Unión por la Patria lanzaron un comunicado rechazando la violencia del Gobierno y explicando que “los y las integrantes de nuestro bloque acompañaron a los
manifestantes y realizaron infructuosos intentos con las autoridades a cargo del operativo para detener la represión policial”.

Mientras se desarrollaba la sesión, se intentó sabotear su continuidad“, agregaron con respecto a la labor parlamentaria de ese día, “ya se había votado avanzar con proyectos claves”.

 

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