El juez Ramos anuló la causa del viaje a Lago Escondido y sobreseyó a los jueces y exfuncionarios imputados

El juez federal Sebastián Ramos sobreseyó a jueces, ex funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires y empresarios investigados por un viaje que realizaron en octubre del 2022 a la estancia del magnate británico Joe Lewis en Lago Escondido.

En una resolución de 73 carillas, el magistrado declaró la “nulidad de todo lo actuado“.

De esta manera, los sobreseimientos alcanzaron al fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques; al exministro de Seguridad de ese distrito, Marcelo D’Alessandro; al juez de la Cámara Federal de Casación Carlos Mahiques; al juez federal Julián Ercolini; y al penal económico Pablo Yaradola, entre otros imputados.

La resolución no niega el viaje ni el contenido de los chats filtrados que sirvieron de punta pie inicial para la causa judicial. Pero asegura que las conversaciones fueron obtenidas mediante espionaje y posterior filtración de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), por lo que toda la causa fue anulada por Ramos.

Curiosamente, se trata de la misma estrategia judicial que los mencionados chats hacían referencia para ocultar el viaje.

En la web donde se filtraron presuntos chats entre ellos se podía leer como planificaban que la causa se cierre con el argumento de que fueron víctimas de espionaje ilegal. Exactamente un año después de la filtración, Ramos firma una resolución calcada al plan de impunidad.

Qué dice la resolución

Ramos concluyó que hubo sobre quienes viajaron a Lago Escondido para hospedarse en la estancia de Lewis “una actividad de seguimiento irregular que contó con la intervención de una Fuerza de Seguridad y otros organismos del Estado” y ello deriva en la nulidad de la causa.

“Deviene ineludible proceder al archivo de estos actuados, atendiendo a que las evidencias sobre las cuales se delineó la denuncia fueron obtenidas en violación a garantías constitucionales y apoyar en ellas una sentencia judicial compromete la buena administración de justicia”, advirtió la resolución del juez Ramos.

Entre los sobreseídos están además Leonardo Bergroth, exintegrante del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE); Tomás Reinke, empresario especializado en medios y redes sociales y presidente de la firma Mediabit; y los directivos del grupo Clarín, Pablo César Casey y Jorge Rendo.

En relación al viaje realizado el 13 de octubre de 2022, Ramos indicó que “no existen indicios de la comisión de un delito ni prueba alguna que permita dar apoyatura a dicha hipótesis” y que, “por el contrario, se trata de acciones que deben quedar exclusivamente reservadas al ámbito de privacidad de los individuos”.

El fallo firmado ayer, al filo de la Navidad y de la feria judicial, fue notificado a las partes. Si el fiscal del caso, Ramiro González, no lo apela la semana próxima, quedará cerrado definitivamente.

El derrotero de la causa

En octubre del 2022 trascendió que espías, jueces, fiscales, empresarios de medios y ex funcionarios porteños viajaron a la mansión de Lewis, ubicada en territorito ocupado de Lago Escondido. El tour fue pagado por los directivos del Grupo Clarín, Pablo Casey y Jorge Rendo.

Los directivos de Clarín, Pablo Casey y Jorge Carlos Rendo, saludando a la comitiva de jueces en el aeropuerto de Bariloche. Foto del expediente judicial.

El escándalo expuso el vínculo directo entre Clarín y los funcionarios judiciales que llevaban las causas persecutorias a Cristina Fernández de Kirchner.

En diciembre de ese año se filtraron chats entre los participantes del cónclave, en los que discutieron formas de ocultar que asistieron a la mansión de Lewis, pagados por Clarín.

El grupo de implicados estaba conformado por:

  • Pablo Casey, director de Asuntos Legales e Institucionales del Grupo Clarín y sobrino de Héctor Magnetto.
  • Jorge Rendo, presidente del Grupo Clarin, que según se desprende de los chats, junto con Casey financiaron el viaje, organizaron el grupo y aportan la pata mediática.
  • El juez Julián Ercolini que impulsó las causas Vialidad y Hotesur, e intervino además en causas vinculadas a Clarín como el caso Papel Prensa.
  • Juan Bautista Mahiques, fiscal general porteño y pieza clave del lawfare durante el gobierno de Cambiemos.
  • Su padre el juez Carlos “Coco” Mahiques, referente macrista en la Cámara de Casación.
  • El juez penal económico Pablo Yadarola.
  • Leonardo Bergroth, ex espía de la SIDE vinculado a Antonio Stiuso.
  • El publicista Tomás Reinke, especializado en campañas por redes sociales.
  • El juez Pablo Cayssials, que en su momento anuló la adecuación de oficio de Clarín a la ley de Medios audiovisuales y fue clave para el apartamiento de la ex procuradora Alejandra Gils Carbó.
  • Marcelo D’Alessandro, ex ministro de Justicia y Seguridad porteño.

Este último fue el más complicado del grupo. Posteriormente, se filtraron otros chats de D’Alessandro con Silvio Robles, el vocero y mano derecha del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.

Marcelo D’Alessandro y Silvio Robles

En ese contexto, el abogado Gastón Marano denunció a Robles, pero la causa fue velozmente archivada por el juez Ramos.

Tal accionar le valió al juez federal ser llamado a declarar por la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, en el marco del pedido de juicio político a la Corte Suprema de parte del ex presidente Alberto Fernández.

El juez Sebastian Ramos

Pocos minutos después de su declaración ante la Comisión, se filtró otra tanda de chats, esta vez entre el propio Ramos y D’Alessandro, que daban cuenta del amistoso vínculo entre el juez y el entonces funcionario porteño.

Esta sospecha de amistad le valió a Ramos un pedido para que se aparte de la causa que investigaba el viaje a Lago Escondido, que había recaído en su juzgado.

No obstante, en abril de 2023, Ramos rechazó apartarse de manera voluntaria de la investigación en la que estaba involucrado su amigo.

Ahora, a un año de la primera filtración, Ramos firmó el sobreseimiento de su amigo y los otros nueve implicados en el escándalo, en un fallo calcado de la estrategia judicial de impunidad que los compañeros de viaje habían orquestado en sus conversaciones.

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