El juez federal Sebastián Ramos rechazó apartarse de manera voluntaria de la investigación en la que está involucrado su amigo, el ex ministro de Seguridad y Justicia porteño Marcelo D’Alessandro por el viaje a lago Escondido del que participaron magistrados, empresarios, un ex espía y un publicista.
El fiscal federal Federico Delgado le había sugerido que recurriera a la “excusación” para evitar cualquier temor de parcialidad.
Ramos debería apartarse del expediente porque se filtraron chats en los que aparecen mensajes intercambiados en tono de confianza con el exministro de larretista, quien integraba el contingente que llegó en avión privado y se alojó en la estancia del magnate británico Joe Lewis.
La fiscalía decía que debía correrse por razones de decoro. Ramos respondió que considera que no tiene ningún "impedimento moral" o de otro tipo "que represente un riesgo para las partes".
“En cuanto a las observaciones formuladas respetuosamente por el Fiscal he de adelantar que no existen circunstancias ni hechos que puedan arrojar un manto de sospecha en torno a la imparcialidad de este magistrado, que aconsejen el apartamiento en el trámite de estas actuaciones”, reiteró Ramos.
Ramos ya tiene posición tomada sobre las filtraciones y la escribió en la resolución que firmó en tiempo récord en plena feria judicial con la que ordenó el archivo de la denuncia contra D'Alessando y Silvio Robles, vocero de Horacio Rosatti, que se basaba en las conversaciones filtradas.
Allí hablaban sobre fallos en trámite en la Corte Suprema, como el de la Coparticipación, y Robles le daba letra al exfuncionario sobre la discusión por el Consejo de la Magistratura.
Ramos se basó en un dictamen del fiscal Carlos Stornelli y cerró la causa con el argumento de que no se pueden admitir pruebas o testimonios que hayan sido obtenidos mediante actividades de inteligencia ilegal. Llegó a esa conclusión, sin realizar prueba alguna.
Coherente con lo que ya resolvió, y que lo favorece, Ramos hace caso omiso de los diálogos ventilados que habrían salido de un hackeo al celular de D'Alessandro, y se considera en condiciones de juzgar a su amigo.
La causa está trabada entre las discusiones por la competencia y para llevar el caso a los tribunales de Comodoro Py, más los pedidos rechazados del ministro de Justicia, Martín Soria, y de la Asociación por la Justicia Social, de ser querellantes.
De hecho, el fiscal Delgado había pedido una serie de medidas concretas para avanzar en la investigación sobre el viaje del grupo autodenominado “Los Huemules”. Sebastián Ramos no sólo rechazó la excusación sino que no hizo lugar, al menos por ahora, a los pedidos del fiscal para avanzar con la pesquisa.
El historial de la causa
La investigación sobre el viaje a Lago Escondido comenzó con una denuncia en Bariloche: un grupo de jueces federales, el jefe de los fiscales porteños, un exespía, un consultor y D'Alessandro había llegado a esa ciudad el 13 de octubre de 2022 en un vuelo privado y fue llevado luego a la mansión de Lewis.
La estadía duró hasta el 15. Luego se sumó el dato de que la recepción en el aeropuerto había estado a cargo de dos directivos del grupo Clarín.
El escándalo generó un fuerte revuelo en la política y produjo eventualmente que D'Alessandro se aparte de su cargo en el gobierno porteño.