La nueva intervención del Tesoro estadounidense en el mercado cambiario argentino se encontró con una demanda de dólares tan fuerte que no logró frenar la suba de la divisa ni darle un respiro al gobierno de Javier Milei, dejando en una posición cada vez más incómoda a Scott Bessent.
Por tercera vez en una semana, el Tesoro de Estados Unidos intervino en el mercado cambiario argentino vendiendo dólares para contener la escalada de la divisa, pero ni siquiera esta injerencia sin precedentes logró darle aire al gobierno de Javier Milei.
La operación, ejecutada este jueves a través de Citi Bank, apenas consiguió moderar el alza del tipo de cambio en las últimas horas de operaciones, sin poder evitar que el dólar mayorista cerrara en $1.402, con picos intradiarios de $1.430.
Si bien la primera intervención del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, había logrado calmar temporalmente al mercado y reducir nominalmente el precio del dólar, en esta tercera jornada, la demanda de cobertura fue tan intensa que expuso los límites del auxilio financiero externo.
Washington ya gastó USD 679 millones en el intento de estabilizar el peso argentino, y es que el mercado opera con creciente escepticismo a poco más de una semana de las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Los inversores esperan definiciones concretas sobre el salvataje financiero que podría alcanzar los USD 40.000 millones entre el swap de monedas y un préstamo del sector privado, pero por ahora solo reciben anuncios sobre futuros anuncios sobre medidas que hasta ahora no se concretan.
La desconfianza se profundiza ante las declaraciones del propio presidente Donald Trump, quien condicionó el apoyo estadounidense al resultado electoral durante la bochornosa conferencia de prensa junto al presidente Javier Milei, quien apenas tomó la palabra por unos minutos.
Con el ministro de Economía Luis Caputo y el presidente del Banco Central Santiago Bausili instalados en Washington desde hace más de una semana sin lograr un anuncio formal, el mercado anticipa un cambio de régimen cambiario inmediatamente después de los comicios.
Lo cierto es que el salvataje estadounidense se vuelve más costoso día a día y no solo tiene cada vez menos efectos, sino que además suma críticas incluso dentro de la potencia norteamericana, donde los demócratas y medios especializados como The Wall Street Journal se expresaron en contra.
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Una intervención cada vez más deslucida
El Tesoro de Estados Unidos apareció en el mercado argentino cerca del cierre de la rueda del jueves, cuando el dólar mayorista ya había alcanzado los $1.430. La operación se realizó a través del banco Citi Bank. La entidad comunicó formalmente: “Acabamos de ejecutar operaciones al contado de USDARS en nombre del Tesoro de Estados Unidos en el mercado local”.
La venta de divisas permitió barrer posiciones compradoras y provocó un cierre muy por debajo de los niveles operados durante gran parte de la jornada. Sin embargo, el dólar cerró igualmente con un incremento de $22 respecto a la sesión anterior, evidenciando la fuerza de la demanda.
En esta tercera intervención, el organismo dirigido por Bessent desembolsó USD 340 millones, acumulando un total de USD 679 millones en tres jornadas, según estimaron fuentes del mercado. Cabe aclarar que solo hay estimaciones, ya que el mecanismo es mucho más opaco que el del Banco Central o el Tesoro argentino.
El volumen operado en el segmento mayorista alcanzó aproximadamente USD 676 millones, inferior a los USD 750 millones de la rueda previa, pero muy por encima de la observada en rondas previas. Se trata de una muestra de la demanda del mercado argentino, seguramente inesperada para el equipo económico estadounidense.
En el Banco Nación, la divisa subió $20 hasta los $1.425 para la venta, tras tocar un máximo intradiario de $1.440. El promedio general del segmento minorista calculado por el Banco Central marcó los $1.441,97, consolidando la tendencia alcista de la semana.
Los dólares financieros registraron alzas aún más pronunciadas que el tipo de cambio oficial. El dólar MEP ascendió 2,2% hasta los $1.473,52, ampliando la brecha con el tipo de cambio oficial. Por su parte, el Contado con Liquidación (CCL) trepó 2% hasta los $1.491,34, con momentos en los que superó los $1.500. El dólar blue sumó $20 y cerró en $1.460 para la venta.
En el mercado de futuros, los contratos iniciaron la jornada con operaciones a la baja de manera generalizada, pero terminaron virando al alza en todos los plazos. Se negociaron cerca de USD 1.280 millones, y el contrato de fin de mes cerró en $1.439,50, con una Tasa Nominal Anual implícita del 65%.
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Bonos en caída y expectativa de devaluación
Los bonos en dólares anotaron mayoría de bajas este jueves, cayendo hasta 3,6%, pese al anuncio del miércoles de Scott Bessent sobre un paquete de financiamiento adicional por USD 20.000 millones del sector privado.
Los títulos que llegaron a escalar hasta 1% en la rueda terminaron cediendo hasta 2%, encabezados por el Global 2041 y el Bonar 2035, seguido por el Bonar 2038 con una baja de 1,7%. El riesgo país medido por J.P. Morgan se consolidó por encima de los 1.000 puntos básicos, reflejando la desconfianza del mercado respecto a la capacidad de pago del país.
El fracaso de Bessent es especialmente doloroso en el comportamiento de los bonos, precisamente el activo al que apuntó con su anuncio del préstamo para asegurar su pago. La caída de las cotizaciones lo deja mal parado frente a sus contactos de las altas finanzas, como Rob Citrone, que necesita que los bonos argentinos se recuperen para recortar pérdidas.
En renta variable, el S&P Merval ascendió 0,9% medido en pesos, aunque en dólares retrocedió 1,1% hasta los 1.293 puntos. Los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Wall Street cerraron con mayoría de bajas, encabezadas por Edenor (-3,6%), seguido de Ternium (-2,9%) y Pampa Energía (-1,7%). Solo avanzaron los papeles de Telecom (+2,8%) y BBVA (+0,5%).
Analistas e inversores consideran que probablemente el gobierno modifique su política cambiaria para permitir un peso más débil después de los comicios de mitad de mandato. En el mercado se descuenta que luego de las elecciones habrá una devaluación, y algunas proyecciones ubican al dólar en la franja de los $1.800 sobre el final del año.
En este contexto, cabe recordar que el Congreso se encuentra en medio de las discusiones por el Presupuesto 2026 que ya fue presentado por Javier Milei. Una curiosidad es que la administración libertaria asegura que la divisa no superaría los 1.400 pesos para el final del año.
Sin embargo, el banco Morgan Stanley trazó tres escenarios para el dólar tras los comicios: todos incluyen un salto cambiario y el más optimista ubica la divisa a $1.700 para fin de año. La consultora LCG planteó en su informe que:
“Más allá de las subas y bajas, lo cierto es que el mercado sigue descontando que más temprano que tarde el esquema de las bandas cambiarias quedará obsoleto“.
El analista y asesor financiero Mariano Monferini explicó que “dicho en términos coloquiales, pocos querrían ‘ponerse de frente’ con el Tesoro del país dueño de la máquina de imprimir dólares. No obstante, es difícil imaginar que la asistencia de Washington tenga como objetivo principal atrasar el tipo de cambio”.
Añadió que “en ese sentido, no sería extraño que en los meses posteriores a los comicios veamos algún ajuste del tipo de cambio oficial. Para los inversores, dolarizarse a precios de hoy ($1.400, aproximadamente) podría resultar una estrategia razonable si se busca cobertura“.
En la renovación de deuda en pesos que realizó la Secretaría de Finanzas este miércoles, el Tesoro argentino tomó $1,76 billones, pero solo cubrió el 45,7% del vencimiento previsto. Los instrumentos elegidos por el mercado fueron aquellos que atan su cotización al dólar, una señal inequívoca de las expectativas devaluatorias que dominan la plaza.
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Hasta Bausili reconoce la “situación muy extrema”
El propio presidente del Banco Central, Santiago Bausili, reconoció durante una charla en Washington (donde está atornillado junto a Caputo desde hace semanas) que el gobierno enfrenta “una situación muy extrema” por la corrida contra el peso.
Las tasas de interés de corto plazo también experimentaron movimientos bruscos: las de caución y REPO llegaron a superar el 100% durante la semana. Este jueves, la caución cerró en 20%, tras tocar un máximo de 93%. Durante la rueda comenzó a normalizarse la liquidez en pesos, con tasas para cauciones de 5,19% de Tasa Efectiva Mensual.
Este viernes ingresarán al mercado $2,1 billones de liquidez que el Tesoro no pudo renovar en deuda, por lo que se espera una mayor normalización de las tasas acompañada de una renovada demanda de divisas.
En paralelo, el INDEC confirmó este jueves la aceleración de la inflación mayorista, que alcanzó 3,7% en septiembre, pero con un incremento de 9% en los precios importados. Este dato refleja la inestabilidad del dólar y confirma que tanto el valor de la divisa como la expectativa de devaluación generan inflación, complicando aún más el cuadro macroeconómico.
Las encuestas políticas agravan el panorama. El último informe de Poliarquía Consultores destinado a clientes en Estados Unidos reflejó una desaprobación a la gestión de Milei del 52% y un crecimiento de 10 puntos en la frustración, pasando de 47% a 57%.
Es por eso que el mercado opera esperando una derrota electoral del oficialismo y la caída del acuerdo con Trump, que provocará un cambio en la política monetaria y cambiaria con un nuevo salto devaluatorio.
Sea como fuere, mientras el Tesoro de Estados Unidos intervenía, el propio ministro Caputo aprovechó para comprar divisas. Según estadísticas oficiales, el martes realizó compras por USD 120 millones, subiendo el saldo de la cuenta que tiene en el BCRA a USD 429 millones, antes del pago que hizo el miércoles por USD 225 millones a organismos internacionales.
La fuerte corriente dolarizadora llevó los depósitos del sector privado a un nuevo récord del año: USD 34.999 millones. Sin embargo, también continúa el drenaje de divisas vía el retiro por ventanilla que hacen los ahorristas, obligando al BCRA a enviar este viernes más de USD 30 millones a las entidades financieras.
El embajador argentino en Estados Unidos, Alec Oxenford, anunció este jueves que en breve se hará el anuncio sobre un acuerdo comercial entre ambos países. A esta altura, los anuncios sobre eventuales anuncios se acumulan sin confirmaciones oficiales, a un mes del anuncio inicial de Bessent sobre el swap de USD 20.000 millones.
El ministro Caputo difundió un mensaje grabado para los empresarios en el Coloquio IDEA, donde prometió una reforma laboral y previsional, descartó nuevamente una devaluación pese a que el mercado la da por descontada, y pidió a los empresarios su apoyo.
