La Corte de Brasil condenó a Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado, en el marco de una investigación que también tiene entre los acusados a Fernando Cerimedo, exasesor de campaña de Javier Milei y señalado por la policía brasileña como parte de la intentona golpista.
La justicia brasileña condenó este jueves al expresidente Jair Bolsonaro a 27 años y 3 meses de prisión por liderar el intento de golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022. La decisión del Supremo Tribunal Federal se adoptó por cuatro votos contra uno y marca un precedente histórico en el país sudamericano.
La condena no solo afecta al líder ultraderechista, amigo y aliado político de Javier Milei en la región, sino que también deja expuesta la participación del comunicador argentino Fernando Cerimedo en la trama golpista.
Cerimedo, fundador de La Derecha Diario y exasesor de La Libertad Avanza, figura como el único extranjero entre los 37 acusados en la investigación judicial brasileña. Al comunicador se lo acusa de manejar una milicia digital dedicada a cuestionar la legitimidad de las elecciones en Brasil.
Con Bolsonaro ya condenado, la justicia brasileña podría ahora avanzar sobre la investigación que involucra a Cerimedo por su rol en la diseminación de noticias falsas durante las elecciones de 2022.
Cabe mencionar que si bien ya no asesora formalmente a Milei, mantiene lazos con la administración libertaria, al punto que este jueves tuvo que declarar en Comodoro Py por los audios de las coimas en ANDIS (Agencia Nacional de Discapacidad).
La condena histórica contra Bolsonaro
La Primera Sala del Tribunal Supremo emitió su fallo tras un proceso que se extendió varios días. El juez Cristiano Zanin emitió el voto decisivo que selló la suerte del expresidente, adelantando una decisión que estaba prevista para el viernes.
Los magistrados Alexandre de Moraes y Flávio Dino habían votado previamente por la culpabilidad, mientras que Carmen Lúcia se sumó con un pronunciamiento contundente: “El 8 de enero no fue un evento trivial”, declaró la jueza, quien agregó que existía evidencia de los delitos cometidos “contra las instituciones democráticas”.
El único voto en disidencia fue el del juez Luiz Fux, quien argumentó que no había “suficiente evidencia contra Bolsonaro en ninguno de los cargos” y se tomó más de 13 horas para explicar su posición ante el tribunal.
La Procuraduría General de la República había acusado a Bolsonaro de cinco delitos graves: liderar una organización criminal armada, tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, daños calificados por violencia y grave amenaza contra patrimonio federal, y deterioro del patrimonio histórico.
Junto con Bolsonaro fueron condenados otros siete coacusados, incluyendo al exministro de Defensa Paulo Sergio Nogueira y al ex titular de Justicia Anderson Torres. También recibieron sentencias seis militares de alto rango, entre ellos el ex comandante de la Marina Amir Garnier y los generales Augusto Heleno, Paulo Nogueira y Walter Braga Neto.
El intento de golpe se concretó el 8 de enero de 2023, cuando miles de simpatizantes bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia, una semana después de la asunción de Lula da Silva. Según las investigaciones, la trama golpista habría incluido un plan para asesinar al presidente electo, pero no se ejecutó por falta de apoyo de la cúpula militar.
El rol de Cerimedo en el intento de golpe
Fernando Cerimedo aparece mencionado 66 veces en la investigación de 884 páginas realizada por la Policía Federal brasileña. El comunicador argentino está acusado de diseminar noticias falsas relacionadas con las elecciones brasileñas de 2022, que contribuyeron a generar el clima de desconfianza que alimentó el intento golpista.
Según el documento judicial, Cerimedo difundió lo que denominó una “investigación” sobre supuestas irregularidades en el proceso electoral, señalando disparidades entre las urnas electrónicas más nuevas, fabricadas en 2020, y las más antiguas de 2009 a 2015.
Sus publicaciones eran acompañadas por la etiqueta “#BrazilWasStolen” (‘Brasil fue robado’), una campaña que fue motorizada en redes por lo que la policía denominó “milicias digitales”. El contenido producido por Cerimedo fue “diseminado por los investigados” a través de distintos canales en múltiples ocasiones, según estableció la investigación.
Su trabajo en redes sociales contribuyó a convencer a cientos de miles de brasileños de que Lula no había ganado legítimamente la elección. En declaraciones posteriores al levantamiento del secreto sumarial, Cerimedo negó cualquier vinculación directa con la conspiración.
“No conozco a ninguno de los involucrados y ni ellos a mí. Imposible que alguno pueda decir lo contrario”, afirmó. El comunicador sostuvo que solo mantiene vínculos con Eduardo Bolsonaro, con quien dice haber coincidido en eventos públicos.
Con la condena de Bolsonaro ya confirmada, la justicia brasileña podría ahora concentrar sus esfuerzos en procesar a los demás implicados en la trama, incluido Cerimedo. El argentino enfrenta la posibilidad de ser extraditado o procesado en ausencia por su participación en los hechos.
Fernando Cerimedo y las coimas en ANDIS
El rol de Cerimedo en el intento de golpe de Estado en Brasil recuerda a las campañas de desinformación que el comunicador también llevó adelante en Argentina a través del medio que fundó: La Derecha Diario.
No se trata del único escándalo en el que quedó involucrado. Luego de que se destapara el escándalo de coimas en ANDIS por los audios filtrados de Diego Spagnuolo (extitular del organismo), Cerimedo hizo una serie de comentarios que llevaron a que fuera citado a declarar en Comodoro Py.
Así, prestó declaración este jueves 11 de septiembre. Cabe mencionar que su esposa es Natalia Basil, quien era alta funcionaria de ANDIS. Una de las hipótesis era que ellos podrían haber sido responsables de la grabación y difusión de los audios.
Según trascendió, Cerimedo le contó al fiscal que Spagnuolo le habló de “hechos de corrupción” y “coimas”, negándole rotundamente haber sido él quien grabó al exfuncionario. Días atrás, el exasesor de La Libertad Avanza había hablado de lo que le ocurrió a su examigo:
“El tipo está hablando en un bar, no entiendo cómo se animó a hablar así en un lugar público, no es una operación compleja. Alguien lo tenía guardado y lo usaron en época de elecciones”.
En este contexto, dijo que “habían asociado que yo había grabado y filtrado los audios, eso es completamente ridículo”. Finalmente, aseguró que era muy amigo del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad y recordó que trabajaron juntos durante la campaña electoral de Milei.