Jair Messias Bolsonaro, nacido en 1955, es un capitán de Ejército retirado y actual presidente de Brasil.
Antes de dedicarse a la política, Bolsonaro sirvió como paracaidista del ejército brasileño. Cursó la Escuela Preparatoria de Cadetes del Ejército pasando después a la Academia Militar de Agulhas Negras, licenciándose en 1977.
Ingresó en el 9º Grupo de Artillería de Campaña, en Nioaque, Mato Grosso do Sul, donde permaneció de 1979 a 1981.
Sirvió después en la Brigada de Infantería Paraquedista de Río de Janeiro. Desde 1983, fue maestro en saltos por la Brigada de Infantería paraquedista.
En 1988 Jair Bolsonaro se inicia en la vida pública como concejal de la ciudad de Río de Janeiro por el Partido Demócrata Cristiano. En las elecciones de 1990, obtuvo su acta de diputado federal por el mismo partido.
Después vendrían otros cuatro mandatos sucesivos. Bolsonaro realizó un verdadero tour entre distintas fuerzas políticas brasileras con único denominador común: sus posturas conservadoras en lo social y liberales en lo económico.
Fue afiliado de los partidos Progresista Reformador (1993-95), Progresista Brasilero -de inclinación conservadora- (1995-2003), Laborista (2003-2005), Demócrata-Frente Liberal (2005), de nuevo Progresista (2005-2016), Social Cristiano (2006-2017), Social Liberal y Liberal desde 2018.
Bolsonaro se convirtió en el diputado federal más votado en el estado de Río de Janeiro en las elecciones generales de 2014, con apoyo del 6% del electorado (464 mil votos).
En enero de 2018, hizo pública su filiación al Partido Social Liberal (PSL), tras pasar antes por otros ocho partidos políticos desde que fuera elegido concejal en 1989.
Además de su hermano Renato, tres de sus hijos también se dedicaron a la política, Carlos Bolsonaro (concejal de Río de Janeiro por el PP), Flavio Bolsonaro (diputado estatal de Río de Janeiro por el PSL) y Eduardo Bolsonaro (diputado federal de São Paulo también por el PSL).
Sus inclinaciones políticas son clasificadas como ultra derechistas y conservadoras. Defensor de la época de la dictadura militar de 1964, Jair Bolsonaro consideró la tortura como una práctica anticomunista legítima.
Mientras estuvo en el Congreso, sus prioridades incluyeron promover el derecho a la libre portación armas de fuego, promover los valores cristianos y la mano dura contra el crimen. En 2017, dijo: “Un policía que no mata no es un policía”.
En 2018 gana la segunda vuelta electoral por la presidencia de Brasil contra el candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad. Asume el 1 de enero de 2019.
Entre los aspectos más destacados de sus cuatro años de mandato figura su deplorable gestión de la pandemia de coronavirus.
Bolsonaro no sólo minimizó la gravedad de la enfermedad, a la que definió como una "gripezinhia" ("gripecita" en español), sino que también se enfrentó a los gobernadores que tomaban medidas para evitar la propagación del virus.
Participó de movilizaciones contra el confinamiento, rechazó el uso de máscaras faciales y, más tarde, sembró dudas sobre la efectividad de las vacunas al decir que quienes estaban vacunados tenían más riesgo de contraer sida.
Mantuvo posiciones contrarias a los derechos de la comunidad LGBT, realizó controvertidas declaraciones, que le supusieron varias condenas judiciales.
En 2022 intentó su reeleción, pero fue vencido por el dos veces ex presidente Lula da Silva.
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