Patricia Bullrich y sus aliados buscan sumar referentes de otras tribus del PRO. En ese sentido, apunta a incorporar a dos figuras de peso que podrían herir de muerte los armados de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Mientras tanto, en CABA se tuercen las reglas electorales para sortear la interna de Juntos.
La balcanizada interna bonaerense
En la provincia de Buenos Aires habita el 37% del padrón nacional electoral, lo que la convierte en la madre de todas las batallas en cada elección que vive el país. Sabiendo este dato, Bullrich quiere jugar una carta ganadora en el distrito, y sabe que sus tres opciones en el amplio menú de candidatos PRO, Néstor Grindetti (intendente de Lanús), Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) y Joaquín de la Torre, no son quienes mejor miden en las encuestas.
¿Bullrich y Ritondo?
La jefa de los “halcones” sabe que necesita una figura fuerte para poder competir contra el alfil del larretismo en territorio bonarense, Diego Santilli, quien viene de ganar las elecciones legislativas de 2021, pero sin conservar el consenso dentro de su fuerza.
Con ese objetivo en mente, Bullrich mira con cariño a Cristian Ritondo, el candidato de mayor peso dentro del espacio interno que responde a María Eugenia Vidal. La ex gobernadora “orgullosamente bonaerense” es quien corre en último lugar la carrera amarilla por la presidencia de la Nación, y se sospecha que podría bajarse de la contienda para no quedar detrás de la ex ministra y el alcalde porteño.
Ritondo es el candidato de Vidal en PBA, pero si la diputada nacional por CABA decide bajarse de la pelea presidencial, su exministro de seguridad en la provincia tendría vía libre para aceptar la oferta de Bullrich para ser él su candidato a gobernador bonaerense.
A sabiendas de las intenciones de la titular del partido, Ritondo ponderó públicamente su figura por sobre la de Rodríguez Larreta. En una entrevista en Canal 9, el diputado no dudó en acercarse a Bullrich: “Me identifico mucho más con Patricia Bullrich“. Aclaró, al instante, que “es un tema que veremos más adelante. Si que me identifico mucho más con Patricia que con Horacio”.
“Creo que María Eugenia Vidal o Patricia Bullrich son mucho más fuertes en las decisiones, son mucho más leonas para atacar que Larreta”, dijo Ritondo, acoplándose al discurso de la “firmeza” de la ex ministra.
Mientras tanto, Vidal puso el freno para quienes piden que defina ahora su candidatura: “Las ansiedades son de los políticos, no de la gente”. “Me puse como plazo definirlo a fines de este mes“, puntualizó la ex gobernadora bonaerense.
Monzó contra el larretismo
Mientras Bullrich coquetea con el ex ministro de Seguridad bonaranse, su nuevo aliado, Emilio Monzó, apunta los cañones contra el armado larretista en la provincia y busca incorporar a Diego Valenzuela.
El fin de semana la presidenta del PRO cerró la incorporación a su armado de Manuel Passaglia, luego del acercamiento generado por Sebastián García de Luca, mano derecha de Monzó y nuevo armador del bullrichismo tras la caída en desgracia de Gerardo Milman.
Sucede que Monzó busca seducir dirigentes bonaerenses que Rodríguez Larreta creía tener asegurados para acercarlos a Bullrich.
Algunos intendentes apuestan al equilibrio entre ambos candidatos a presidentes del PRO para que la interna nacional no erosione su desempeño local en los comicios, lo que ya en sí mismo representa un avance de Bullrich en territorio bonaerense contra el larretismo.
El alcalde porteño había construido desde 2021 una fuerte presencia territorial que ahora se ve amenazada por la figura de la ex ministra, quien pese a no contar con una fuerza en el territorio tan marcada, su sola figura arrastra votos y preocupa a los caciques locales, más interesados en preservar sus terruños que en acompañar a sus aliados.
Bullrich visitó en noviembre a Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, en noviembre, y ahora Monzó apuesta fuerte a incorporarlo. Situación que podría herir gravemente al larretismo en la provincia, ya que Valenzuela es el jefe de los equipos de Santilli, el candidato larretista a la gobernación.
Por ahora, desde el entorno de Valenzuela niegan que haya una alianza, aseguran que “ya hay un buen vínculo” con la ex ministra y que por ahora sigue “jugando para Horacio”.
La apuesta por Natali
Mientras tanto, en el sudoeste bonaerense, la precandidata presidencial del PRO apuesta fuerte por el diputado provincial Lorenzo Natali, con quien publicó una foto el pasado fin de semana, con sugerencia electoral.
Natali maneja los tiempos y aún no confirma si será candidato a intendente de Bahía Blanca, el segundo distrito con mas electores del interior provincial. Pero el botín es demasiado jugoso para que la ex ministra macrista no aspire a jugar con una opción que le posibilite ganar.
La foto Bullrich-Natali sacudió la política local y encendió todas las alarmas en Alsina 65 y en los comandos de Juntos, donde Nidia Moirano apuesta a ser la sucesora de Héctor Gay por el PRO; Andrés de Leo busca ser la opción de la Coalición Cívica; y los radicales aún deben definir en una interna abierta cuál será su candidato en estos comicios.
La interna de Juntos en CABA
Mientras la provincia es territorio de pases y fotos, la Capital Federal es escenario de un poco sutil manoseo de las reglas electorales para favorecer a uno u otro dentro de la interna de Juntos.
La estrategia de elecciones concurrentes en la Ciudad vuelve a tomar fuerza cuando quedan 10 días para que Rodríguez Larreta defina el sistema que se utilizará para Capital.
La idea de desdoblar los comicios está casi descartada, es por eso que la única posibilidad para derribar el “arrastre” de las boletas presidenciales es votar el mismo día, pero con urnas separadas para elegir a las autoridades nacionales (presidente, diputados, etc.) y las locales (Jefe de Gobierno, legisladores).
El fin de semana Bullrich rechazó la idea de cambiar el sistema electoral y utilizar la boleta única. Incluso dijo que le parecía “antidemocrático“. Sin embargo, el jefe de gobierno porteño tiene entre sus potestades definir cómo se votará en el distrito.
La idea de las elecciones concurrentes tiene para el larretismo una doble intencionalidad: por un lado, corta el arrastre de las boletas presidenciales, no sólo de Bullrich sino también de Javier Milei cuyos mejores números están en la capital y buena elección podría incorporar más libertarios a la Legislatura (ya que es poco probable que se queden con Uspallata) que condicionen al futuro gobierno local.
Pero por otro lado, también contendría a la UCR dentro de Juntos. Los boina blanca amenazaron con romper la alianza en la Ciudad si el ala dura del PRO los forzaba a competir con boleta corta, como pretenden Mauricio y Jorge Macri.