Mientras los principales presidentes de Latinoamérica se reunían en la cumbre de la CELAC en Honduras, Javier Milei viajó a Paraguay para reforzar su alianza con Santiago Peña, uno de sus pocos socios en la región, y promover un tratado de libre comercio con EE.UU.
Este miércoles el Presidente Javier Milei encabezó un sorpresivo viaje relámpago a Paraguay para encontrarse con su par, Santiago Peña, uno de sus pocos aliados en territorio latinoamericano.
El libertario había sido invitado a Asunción por el mandatario paraguayo la semana pasada y, tras reconsiderar su amenaza de salirse del Mercosur, ahora pretende encontrar aliados para impulsar un tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Ambos presidentes se encontraron durante la mañana en el Palacio de Gobierno de Paraguay, para luego dar una declaración conjunta en la que el líder de La Libertad Avanza se deshizo en halagos para su par y manifestó sus intenciones de profundizar las relaciones bilaterales.
Durante su alocución, agradeció a Peña, “con quien me une el amor por las ideas de la libertad” y destacó que el país “ha aplicado diligentemente las ideas de la libertad económica“. “Gracias a esto, Paraguay atrae inversores y residentes de todo el mundo; evidentemente algo están haciendo bien”, aseguró.
“Sabemos que el camino hacia la prosperidad no es otro que el de la desregulación y el superávit fiscal, y que al bien común se llega a través de las ideas de la libertad, no desde la idea de la justicia social, que es la redistribución forzosa de la riqueza sobre la cual trabajan los colectivistas”, agregó.
No es novedad que el argentino está enemistado con su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien pretende marginar en las próximas votaciones del Mercosur. Milei dio un adelanto del minibloque regional que espera formar durante su breve discurso:
“Con el presidente Peña estamos construyendo una relación bilateral que acerque a nuestros países y que, eventualmente, se traslade al resto de la región. De esta manera, un continente que durante demasiado tiempo ha sufrido en tantos lugares los embates del populismo pueda de una vez por todas salir adelante. No tengo dudas que tanto Argentina como Paraguay serán un ejemplo para toda Sudamérica“.
Lo cierto es que son pocos los presidentes de la región que Milei puede contar entre sus aliados. Inicialmente, el ecuatoriano Daniel Noboa había manifestado cierta sintonía ideológica, aunque posteriormente comenzó a criticar la gestión del argentino.
El libertario también había recibido elogios del uruguayo Luis Lacalle Pou. Sin embargo, el año pasado se impuso en las elecciones el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, y dejó a Milei incluso más aislado.
Por lo pronto, es la tercera vez que Milei viaja a Paraguay, aunque más allá de la afinidad ideológica, ambos países están atravesados por el conflicto por la gestión compartida en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), especialmente luego de que la Secretaría de Energía dictara una resolución estableciendo unilateralmente nuevas tarifas.
Los principales presidentes latinoamericanos se reunieron en Honduras
Mientras Milei estaba en Paraguay, en Argentina se realizaba una nueva marcha de jubilados y en Honduras se realizaba una nueva Cumbre de la CELAC que convocó a la amplia mayoría de los mandatarios latinoamericanos y para la que el libertario se ausentó.
Estuvieron presentes los presidentes Lula da Silva (Brasil), Xiomara Castro (Honduras), Gustavo Petro (Colombia, quien recibirá la presidencia pro témpore del organismo), Claudia Sheinbaum (México), Luis Arce (Bolivia), Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Yamandú Orsi (Uruguay).
A ellos se sumaron el primer ministro de Guyana, Mark Anthony Phillips; los primeros ministros de Belice, Juan Antonio Briceño; y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; junto a Leslie Voltaire, representante de Haití.
El tono general que marcó la jornada fue el repudio a las medidas económicas y antimigrantes que viene impulsando Donald Trump, así como la reivindicación de varias causas latinoamericanas y el compromiso por profundizar los lazos entre los integrantes de la CELAC.
Al cierre, se firmó una declaración conjunta de ocho puntos acordados por 31 de los 33 países. Como era de esperar, los dos países que quedaron afuera del acuerdo fueron justamente Paraguay y Argentina. Una curiosidad es que incluso firmó El Salvador, cuyo presidente Nayib Bukele es el único latinoamericano que se reunió con Trump en la Casa Blanca.
Al tomar la palabra, Petro comentó que “la migración es apenas la consecuencia de esa desigualdad geográfica del efecto de la crisis climática en el territorio” y cuestionó la deportación a cárceles de máxima seguridad como la de El Salvador. “Ningún migrante puede llegar a una cárcel de esas, porque sería tratado como criminal y como esclavo”, dijo.
Sheinbaum recordó que los migrantes “también sostienen una buena parte de la economía de los Estados Unidos”, y tras cuestionar el bloqueo de Cuba y las sanciones contra Venezuela, llamó a impulsar una “Cumbre por el Bienestar Económico” de la región.
Lula Da Silva se refirió puntualmente a la guerra comercial entre las principales potencias mundiales. “No podemos permitir que la pelea entre Estados Unidos y China nos cause problemas, no queremos una segunda Guerra Fría, queremos libre comercio, multilateralismo”, agregó, y llamó a “tomar decisiones” al respecto.
Para Orsi fue el primer discurso ante la CELAC. No solo llamó a tomar medidas para contrarrestar u “escenario internacional caracterizado por fuertes tensiones geopolíticas”, sino que habló de la importancia de “reafirmar dos reivindicaciones históricas vinculadas a la defensa de la soberanía y al derecho de todo Estado a vivir libre de amenazas”.
Por un lado, cuestionó el bloqueo a Cuba, y por el otro, resaltó el “derecho de Argentina sobre las Islas Malvinas”, así como el respeto por la soberanía de Haití. “Debemos seguir trabajando para que cada habitante de esta región pueda vivir dignamente, en paz, y que sus derechos civiles, económicos, sociales y culturales sean respetados”, completó.
Días atrás, durante el acto de conmemoración por la Guerra de Malvinas, Milei había emitido un breve discurso en el que expresó una curiosa “defensa” a la soberanía argentina de las islas. El libertario rechazó la intervención estatal en las negociaciones e indicó que su estrategia será que los malvinenses “prefieran ser argentinos”.
Donald Trump pide sumisión al resto del mundo
Cabe recordar que, tras su fugaz participación en el Acto de Malvinas, el Presidente había emprendido un nuevo viaje a Estados Unidos con la esperanza de encontrarse con Donald Trump luego de que el republicano no diera trato preferencial a Argentina en su lista de países que sufrirán los aranceles estadounidenses.
No solo no logró encontrarse con el mandatario, sino que los nuevos anuncios de la Casa Blanca implican una nueva cachetada a la administración libertaria. Trump anunció este miércoles una pausa de 90 días en las tarifas a las importaciones. En paralelo, aumentó los gravámenes para China a un 125%.
Lo anunció a través de sus redes sociales, donde explicó que “considerando que más de 75 países han convocado a representantes de Estados Unidos” para negociar una solución, “y que estos países no han tomado represalias“, continuó, “he autorizado una pausa de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco”.
En rigor, el anuncio implica una reducción de las tarifas a las importaciones para -casi- todos los países del mundo, que pasarán a pagar aranceles por un 10%. Es decir que la nueva política arancelaria no beneficiará de ninguna manera a Argentina (que ya venía pagando impuestos por este porcentaje para exportar a Estados Unidos).
El sector privado argentino recibió con preocupación el nuevo anuncio, ya que afecta aún más la competitividad de Argentina en el mercado internacional. Hasta el momento, los brutales aranceles que sufrían algunos competidores implicaban la posibilidad de que las empresas nacionales se beneficiaran del trato diferencial.
El experto y consultor en comercio internacional, Marcelo Elizondo, detalló que “en principio Argentina tenía una posición preferencial: solo 10% frente a muchos otros países con más”. Pero “ahora estamos todos iguales”.
“Perdemos esa ventaja. Pero parecería que comienzan a negociar (Trump habla de los 75 países que lo han pedido como razón de la postergación). Por lo que no sabemos qué acuerdos pueden ser logrados en esas negociaciones”, agregó.
Por otro lado, enfatizó que “lo que hay hoy es una tremenda confusión que hace que cualquier empresa postergaría sus decisiones y esperarán hasta que termine este proceso de transición permanente. Mientras no haya reglas es muy difícil operar”.