El juez Mariano Borinsky, denunciado por sus reiteradas visitas a Mauricio Macri en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada, respaldó a Macri en una causa de espionaje ilegal que preocupa a otro magistrado que también estuvo en la residencia presidencial durante el mandato cambiemita.
Lo hizo junto al juez Javier Carbajo, de la sala IV de la Cámara de Casación, cuando ambos no debían intervenir porque era un trámite unipersonal que debía abordar la magistrada Ángela Ledesma, que manifestó la irregularidad en su disidencia.
En el caso también intervino otro visitante de Macri en Olivos: el fiscal Raúl Pleé. Estos movimientos dejan en evidencia la razón por la que el macrismo buscaba llevar a Comodoro Py esta investigación que se inició en los tribunales de Lomas de Zamora y tiene 38 procesados, en su mayoría integrantes de la AFI “M”.
Los abogados Rafael Resnick Brenner y Jorge Chueco con la adhesión del letrado Eduardo Awad, Presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, recusaron a los camaristas Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, quienes deben revisar la situación procesal de 38 personas procesadas en el marco de una megacausa de espionaje ilegal, cuyos hechos sucedieron durante el macrismo.
En el expediente, que tiene entre sus víctimas a Cristina Fernández de Kirchner y decenas de dirigentes políticos, sociales, sindicales, empresarios, periodistas y hasta detenidos políticos, están procesados los integrantes de la cúpula de la AFI y el Servicio Penitenciario Federal macristas. Resnick Brenner y Chueco recusaron a Llorens y Bertuzzi por “temor de parcialidad“.
El primero visitó a Macri en Olivos y dio una justificación muy floja –por lo que fue denunciado penalmente-. El segundo fue puesto a dedo por Macri en la instancia revisora de Comodoro Py y su teléfono estaba en la agenda de Darío Nieto. Era uno de los pocos “teléfonos judiciales” agendados por el secretario privado de Macri.
Los planteos llegaron a la Cámara Federal de Casación Penal. Interviene la sala IV, que con los votos de Borinsky y Carbajo ya sacó el caso de los tribunales de Lomas de Zamora y los llevó a Comodoro Py, como solicitaban víctimas y victimarios macristas.
En septiembre pasado, los mismos camaristas de Casación rechazaron las recusaciones que se habían planteado contra Llorens y Bertuzzi. Los demandantes presentaron un recurso de nulidad (señalaron que no se respetó el procedimiento de la recusación) y otro extraordinario para llegar con su planteo a la Corte Suprema de Justicia.
Pero el pasado 18 de noviembre una vez más Borinsky y Carbajo rechazaron el planteo y volvieron a confirmar a Llorens y Bertuzzi al frente de la causa en la instancia revisora de Comodoro Py. De esta forma, obligan a los demandantes a ir a reclamar al máximo tribunal del país, la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
“En primer lugar, habré de dejar a salvo mi opinión en punto al trámite unipersonal que debió haberse otorgado desde el inicio a estas actuaciones de conformidad con lo previsto en el art. 30 bis, inc 4°) del CPPN (según ley 27.384)”, inició su voto la jueza Ledesma en la resolución del 18 de noviembre pasado y dejó expuesta la maniobra que tejieron Borinsky y Carbajo para blindar a Macri y a los jueces recusados.
De haberse actuado según la ley, la única jueza que debía saldar la recusación planteada era Ledesma: El trámite estaba en su vocalía. Atentos a esta cuestión, que ponía en riesgo el futuro del caso porque Ledesma es una de las pocas integrantes de la Casación Penal que no vota en sintonía constante con los intereses del macrismo, Borinsky y Carbajo lograron que la votación fuese colegiada.
Fue una excepción porque no es lo que corresponde ni es lo habitual en la sala IV. Eso dejó a Ledesma en minoría. La magistrada consideró que eran admisibles los recursos extraordinarios planteados por Resnick Brenner y Chueco pero perdió la votación nuevamente 2-1 (el mismo resultado se dio en otras ocasiones como fue el paso del expediente de los tribunales de Lomas de Zamora a Comodoro Py).
Y así Borinsky y Carbajo, siguiendo la postura del fiscal ante la sala IV de la Casación, Raúl Pleé, rechazaron los recursos y cerraron la vía hacia la Corte. Los declararon inadmisibles. De esa forma, respaldaron a Llorens y a Pablo Bertuzzi en una causa muy sensible para el macrismo. Todo indica que lo hicieron violando al juez natural del trámite.
Tanto Borinsky como Pleé y Llorens visitaron a Macri en la Quinta de Olivos. Borinsky fue el que ingresó en más ocasiones: 16.
El ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, se hizo eco de esta resolución judicial y tuiteó este miércoles: “Macri se reunió en Olivos y en la Rosada con Llorens y trasladó ilegalmente a Bertuzzi. Borinsky, que tampoco puede explicar sus reuniones secretas con Macri, los declaró ‘imparciales’ para juzgar el espionaje macrista. Esta es la justicia que la oposición se niega a transformar”.
Macri se reunió en Olivos y en la Rosada con Llorens y trasladó ilegalmente a Bertuzzi. Borinsky, que tampoco puede explicar sus reuniones secretas con Macri, los declaró "imparciales" para juzgar el espionaje macrista. Esta es la justicia que la oposición se niega a transformar. pic.twitter.com/7tSVU3EVJo
— Martin Soria (@MartinSoria_) November 24, 2021
La oposición se niega a transformar esta Justicia porque le es funcional. Esta megacausa de espionaje ilegal es un claro ejemplo de ello.
Están procesados desde los exjefes de la AFI macrista Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, pasando por el exdirector de Asuntos Jurídicos de la agencia, el angelicista Juan Sebastián De Stéfano, a agentes de calle y Susana Martinengo, quien cumplía funciones en la Casa Rosada, en la Oficina de Documentación Presidencial.
En total son 38 los procesados. Entre las víctimas figuran CFK, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Florencia Macri (hermana de Mauricio), sindicalistas como Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, exdiputados como Nicolás Massot, empresarios, periodistas, exintendentes, eclesiásticos y dirigentes kirchneristas detenidos como Amado Boudou o Carlos Zannini.
La causa tiene un capítulo penitenciario donde constan escuchas ilegales realizadas desde la AFI macrista con connivencia del SPF. Con esas escuchas se armaron causas como la Operación Puf con la que se buscó derribar el D’Alessiogate apenas salió a la luz. En la investigación de la causa surgen referencias a trabajos realizados para el “1”, que podría ser Macri.