La fractura expuesta en Juntos por el Cambio

Cuando Alberto Fernández afirmó que continúa la investigación judicial sobre la toma de deuda por parte de Mauricio Macri, la alianza Juntos por el Cambio, en un improvisado acto de irresponsabilidad política, dejó expuesta la interna que vive entre sus principales socios: Los diputados del PRO se retiraron del recinto, como ya habían convenido el día anterior. Pero los radicales y los “lilitos” no se movieron de sus bancas.

El “acting” de los legisladores amarillos estaba pautado de antemano. Creyeron que los correligionarios y los legisladores de la Coalición Cívica les acompañarían, pero finalmente no sucedió así. Los dos socios de JxC que se quedaron sentados se defendieron diciendo que eso de levantarse e irse no estuvo consensuado. Solo habían recibido el aviso de qué iban a hacer los del PRO. Más tarde, un comunicado de la alianza intentó dar una pobre señal de unidad.

Lo cierto es que el tema de levantarse e irse no surgió espontáneamente: fue producto de una discusión interna dentro del PRO antes de la asamblea legislativa. Hubo distintas posiciones. Quienes se negaban, planteaban que los dejaba peor parados irse ante la alusión a una investigación sobre la deuda. Pero finalmente –y como viene pasando en cada discusión– se impusieron “los halcones” de Patricia Bullrich y Mauricio Macri.

En la víspera de la Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso 2022, Cristian Ritondo como jefe de bloque del PRO se comunicó con los jefes de los otros bloques y les anunció que el PRO se iba a retirar si había algún tipo de alusión a la querella criminal. La UCR y la CC comunicaron que no iban a acompañar el gesto del PRO.

En su discurso ante el Congreso, el Presidente recordó que Macri fue quien tomó la deuda con el FMI y que hay una investigación penal iniciada por el Gobierno para determinar si se cometieron delitos en la toma de un crédito por 45 mil millones de dólares, con plazos impagables.

Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto desatino”, dijo Fernández.

Ante el esperado momento disruptivo, Ritondo avisó que se iban. Se levantaron primero Gerardo Milman, mano derecha de Patricia Bullrich, y los dos diputados Fernando Iglesias y Waldo Wolff, que comenzaron a gritar e insultar al Jefe de Estado. También gritó el radical Alfredo Cornejo, quien optó por quedarse y consiguió que Fernández le retrucara: “Vos sabés que no miento, Alfredo“. Otros integrantes de la bancada, como Luis Juez, tampoco se fueron.

El gesto de irse buscó generar una ruptura y poner en crisis la votación que se viene del acuerdo con el FMI, de forma similar a como lo hicieron con el rechazo del Presupuesto 2022. Patricia Bullrich, de hecho, salió al instante a cuestionar: “El PRO no va a aceptar el insulto y que después nos pida que les votemos“, dijo la presidenta del PRO, en plan de conseguir un rechazo del acuerdo, en detrimento de la Nación.

Desde el larretismo no quisieron quedarse atrás. Diego Santilli tuiteó:

“¿El Presidente nos habla desde Narnia? Le pide ayuda a la oposición para buscar consensos y un minuto después miente y agravia. No nos votaron para ser testigos silenciosos de tanto desastre e impunidad”.

Pese a las distancias que lo separan de Bullrich, otro que se mostró en esa línea fue el ex ministro de Interior Rogelio Frigerio:

“El Presidente busca que la oposición colabore y luego nos ataca, insulta y miente. Un claro reflejo de cómo el kirchnerismo maneja el país. Basta de mirar para atrás, los argentinos necesitamos futuro y certezas”.

El PRO publicó un comunicado que ya tenían preparado, en el que decían que se fueron ante las “injustificables acusaciones y difamaciones” sobre que Macri fue quien tomó la deuda. Sostuvieron que se trataba de un “relato mentiroso y sesgado” y que el Presidente le habló a la “tribuna del Frente de Todos“.

Pero ni los gritos ni los comunicados instantáneos pudieron ocultar la exhibición pública de las internas en la alianza. No los acompañaron ni los radicales ni la Coalición Cívica ni el resto de los bloques. Luis Juez, Emilio Monzó y Margarita Stolbizer siguieron sentados. Hasta el liberal Ricardo López Murphy se quedó escuchando.

Los radicales buscaron demostrar que no se van a dejar conducir por Bullrich. Argumentaron que la querella no es ninguna novedad, ni motivo para irse. Los lilitos, en cambio, plantearon que a ellos nadie les pidió que se retiraran. Por eso, se quedaron algunos de los dirigentes más cercanos a Elisa Carrió, como Juan López o Maximiliano Ferraro.

De la Unión Cívica Radical, los dos bloques siguieron presentes: estaba Mario Negri y también Martín Lousteau. El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, se volvió a diferenciar de Horacio Rodríguez Larreta y mantuvo su presencia, aunque con cara de pasarla mal.

Facundo Manes, por su parte, tuvo que salir a explicar por qué se quedó sentado, como si un legislador nacional tuviera que explicar por qué optó por no abandonar su puesto de trabajo público:

“Me preguntan por qué me quedé. Ya probamos con no escucharnos y así estamos. No coincido con muchas cosas del discurso, pero si no lo escucho no puedo opinar. Más EMPATÍA y menos grieta = más desarrollo inclusivo. La Argentina del futuro será de los que nos quedamos”, dijo, en una chicana indirecta al PRO.

Algunos integrantes del PRO, como el ex embajador Diego Guelar, protestaron ante el abandono de sus socios: “No puedo entender que SOLO el bloque de PRO se haya retirado del hemiciclo y no TODOS sus integrantes“, se quejó.

Offtopic: