La interna en la Corte Suprema de Justicia se recrudeció después de que uno de sus integrantes, Ricardo Lorenzetti, pidiera que saquen del tribunal a Silvio Robles, mano derecha de Horacio Rosatti. En respuesta, el presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda se mostraron juntos, en un mensaje también destinado al entrante ministro de Justicia de Javier Milei, Mariano Cúneo Libarona.
Este jueves, los jueces supremos Rosatti, Maqueda y Rosenkrantz ordenaron que el senador de Juntos por el Cambio Luis Juez asuma en el Consejo de la Magistratura en lugar del kirchnerista Martín Doñate.
Rosatti, Maqueda y Rosenkrantz reiteraron que la división que se hizo en el Senado del bloque que conformaba el Frente de Todos no es válida y ordenaron que Juez asuma a la brevedad como consejero por la segunda minoría de la Cámara Alta. El fallo cuenta con la firma Rosatti que preside la Corte y también el Consejo de la Magistratura.
Ricardo Lorenzetti, por su parte, no votó porque no estuvo de acuerdo con la decisión de sus pares de reestructurar el órgano que selecciona y sanciona jueces en diciembre de 2021. Esa disidencia hace que el jurista oriundo de Rafaela no suscriba ninguna resolución vinculada a ese tema.
Después del acuerdo de este jueves, Rosatti, Maqueda y Rosenkrantz fueron a almorzar a la confitería La Biela del barrio de Recoleta. En ese momento, se difundió una foto en la que se veía a Rosatti y Rosenkrantz escuchar entretenidos a Maqueda. Lorenzetti brillaba por su ausencia.
La foto armada y difundida adrede pareció enviarle un mensaje al rafaelino, quien el pasado 22 de noviembre cursó una carta a cada uno de sus colegas para criticar al presidente de la Corte y reclamarle el apartamiento del director general de Vocalía, Silvio Robles.
El texto se conoció recién este lunes, porque su divulgación se frenó mientras se cursaba la campaña electoral.
“Me dirijo a usted con el fin de solicitar el inmediato desplazamiento del Director General de su vocalía, Sr. Silvio Robles, por graves faltas éticas“, esgrimió Lorenzetti.
Lorenzetti dijo que Robles traficaba información sobre casos y que había dañado la imagen del tribunal.
Sobre este punto cabe recordar que Robles quedó en el centro de la controversia a finales del año pasado cuando se conocieron chats que habría intercambiado con el entonces ministro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro sobre dos casos que estaban a estudio de los cortesanos: la Coparticipación y el Consejo de la Magistratura.
Después de que aparecieran los chats, Robles consiguió que el fiscal Carlos Stornelli y el juez Sebastián Ramos archivaran la denuncia. Sin embargo, cuando tuvo que presentarse ante la Comisión de Juicio Político rehuyó a las preguntas con el argumento de que no podía declarar en su contra.
Lorenzetti le reclama a Rosatti que le pida a Robles una declaración jurada y que impulse un sumario administrativo que no tramite en secreto sino al que puedan tener acceso distintas ONGs.
El escrito no habría tenido mayor impacto entre los supremos, quienes ahora posaron en La Biela sin el autor de la carta. La foto también arroja un mensaje a todo el sistema político, que excede la interna chica de la Corte, y otros de sus objetivos es el designado ministro de Justicia del gobierno de Javier Milei, Mariano Cúneo Libarona.
Sucede que el rafaelino mantiene contactos con el próximo funcionario del gobierno libertario y ser el interlocutor con la Corte. Sucede que Cúneo Libarona tiene un frío vínculo con los jueces supremos Rosatti y Rosenkrantz.
Así todo, días atrás Cúneo Libarona descartó que Milei impulse una ampliación del máximo tribunal. Por lo que un abroquelamiento de tres de sus cuatro ministros es una muestra de poder de la cabeza del Poder Judicial al entrante Ejecutivo.
Cabe recordar que durante la campaña electoral el presidente supremo no ocultó su inclinación por la candidatura de Sergio Massa y su preocupación por algunas de las ideas anunciadas por Milei, como la dolarización, que consideró que si reemplaza a la moneda local sería inconstitucional.
En aquellos días, Lorenzetti había divulgado otra carta, imputándole a Rosatti “populismo”. La acusación obedecía a que, tras el saldo de las urnas en la elección general del 22 de octubre, el ex intendente de Santa Fe había participado de una ceremonia de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y reivindicó en su discurso la reforma constitucional de 1994 como el último acto de “unidad nacional“.
El concepto remitía directamente a la convocatoria a un gobierno de unidad nacional que esgrimió Massa durante toda la campaña.
