El Secretario de Finanzas Pablo Quirno anunció que el gobierno comenzará a intervenir en el mercado cambiario para frenar la escalada del dólar, una decisión que va a contramano de lo acordado con el FMI y lo que habían expresado Javier Milei y Luis Caputo previamente.
La administración de Javier Milei anunció oficialmente que comenzará a intervenir en el mercado de cambios para contener el avance del dólar estadounidense en medio de la escalada en el valor de la divisa registrada en los últimos días.
La decisión marca una ruptura explícita con los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y llega en medio de una coyuntura compleja que combina presiones cambiarias, proximidad electoral y una seguidilla de escándalos de corrupción que atraviesan al gobierno nacional.
Pablo Quirno, secretario de Finanzas, formalizó el cambio de rumbo a través de un comunicado donde estableció que “el Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento“.
Esta intervención directa contrasta dramáticamente con las declaraciones previas del propio presidente y su ministro de Economía, Luis Caputo, quienes habían celebrado públicamente la flotación libre del tipo de cambio.
La contradicción resulta evidente al recordar las recientes manifestaciones oficiales. Apenas semanas atrás, Milei y Caputo, junto a todo el equipo económico, habían gritado “¡El dólar flota!” en una transmisión de streaming.
El ministro había llegado incluso a desafiar a quienes cuestionaban al gobierno nacional por mantener el valor de la divisa “barato” artificialmente. “Comprá, no te lo pierdas, campeón“, había comentado en un encuentro con empresarios.
Sin embargo, la proximidad de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y la persistente tendencia alcista de la divisa hacia el techo de 1400 pesos establecido por el propio gobierno obligaron a este cambio de estrategia.
La intervención busca evitar que el dólar oficial supere la banda de flotación administrada acordada en el programa con el organismo multilateral de crédito. Sin embargo, el propio FMI le había prohibido al gobierno intervenir en el mercado de cambios.
El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento.
— Pablo Quirno (@pabloquirno) September 2, 2025
Lunes complicado: el dólar trepó y las acciones cayeron
La primera jornada de septiembre resultó particularmente compleja. El dólar oficial alcanzó niveles récord, cerrando en $1.385 para la venta en el Banco Nación, apenas $15 por debajo del techo de la banda cambiaria.
Durante la jornada, la divisa llegó a cotizar hasta $1.390 en algunas entidades, mientras que en bancos privados como ICBC y Banco Macro superó la barrera psicológica de los $1.400. Al borde de la franja cambiaria.
En el segmento mayorista, que constituye la referencia principal del mercado, la moneda estadounidense experimentó un salto de $30 (+2,2%) hasta ubicarse en $1.372 para la venta. El dólar minorista promedió $1.347,82 para la compra y $1.391,88 para la venta según las cifras del Banco Central.
Las cotizaciones paralelas también reflejaron la tensión cambiaria. El dólar blue se posicionó en $1.370 para la venta, mientras que el dólar MEP cotizó a $1.379,91 y el Contado con Liquidación (CCL) operó a $1.384,26. La brecha entre el tipo de cambio oficial mayorista y estas alternativas se mantuvo en niveles relativamente bajos, oscilando entre 0,7% y 1,5%.
Los mercados financieros tampoco dieron buenas noticias. Las acciones del S&P Merval registraron una caída del 2,1% hasta 1.939.743,31 puntos, mientras que su contraparte en dólares retrocedió 3,4% a 1.414,43 puntos. Entre los papeles más castigados se destacaron BYMA (-3,9%), IRSA (-3,8%) y Transportadora de Gas del Sur (-3,7%).
Los bonos soberanos también sufrieron pérdidas generalizadas. El Bonar 2041 cayó 3,6%, el Bonar 2035 perdió 3,1% y el Global 2038 retrocedió 2,7%. Esta dinámica bajista se produjo después de que el índice bursátil hubiera exhibido ya una caída mensual del 14,4% durante agosto, reflejando la creciente incertidumbre del mercado.
Antecedentes de la intervención: señales de alarma en el mercado
Los movimientos cambiarios de los últimos días habían generado intensos debates sobre una posible intervención oficial encubierta para evitar una corrida cambiaria. Diversas fuentes del mercado y consultoras especializadas habían comenzado a cuestionar si el gobierno ya estaba vendiendo dólares de forma indirecta para sostener artificialmente el tipo de cambio.
Según el análisis de la consultora 1816, “en las once ruedas que transcurrieron entre el 11 de agosto y el 27 de agosto, los depósitos en dólares del Tesoro en el BCRA bajaron u$s354 millones“.
Esta significativa reducción superaba ampliamente los pagos programados a organismos internacionales, que totalizaban u$s208 millones entre el 12 y 21 de agosto, sugiriendo operaciones adicionales en el mercado cambiario.
El ministro de Economía Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, habían intentado durante varios días contener el alza del dólar mediante diversos mecanismos indirectos.
Sin embargo, cabe recordar que la presión cambiaria se había intensificado tras un errático intento del gobierno de desarmar las LEFIs (Letras Fiscales de Liquidez) en poder de los bancos, maniobra que desató una mayor demanda de divisas. La respuesta inicial fue aplicar medidas restrictivas para las entidades bancarias, incluyendo subas de encajes y límites operativos.
El viernes 29 de agosto, el BCRA estableció que la “Posición de contado diaria” de moneda extranjera de los bancos “no podrá aumentar el último día hábil del mes” respecto del saldo del día anterior, buscando reducir la cobertura cambiaria habitual de fin de mes.
Lo cierto es que la intervención cambiaria oficial se produce en un momento de particular vulnerabilidad política para la administración libertaria. El magro resultado electoral en Corrientes, donde el oficialismo obtuvo menos del 10% de los votos y se posicionó como cuarta fuerza, generó alarmas sobre el desempeño esperado en las cruciales elecciones bonaerenses.
El escándalo de corrupción en ANDIS (Agencia Nacional de Discapacidad), sumó ruido político adicional en la antesala de los comicios del 7 de septiembre, que el oficialismo considera que serán clave de cara a las de octubre.
Federico Glustein, economista, analizó que las contradicciones entre el discurso oficialista y los hechos de corrupción podrían hacerle “perder al gobierno las elecciones y su programa promercado“. Según su evaluación, el contexto combina desequilibrios macroeconómicos con tasas explosivas e intervenciones indirectas para sostener artificialmente el dólar en $1.400.
Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, coincidió en la cautela del mercado por los comicios bonaerenses y señaló que podrían mezclarse “cuestiones técnicas” como la recomposición de posiciones de los bancos, a los cuales se les prohibió hacerlo en la rueda del viernes previo.