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martes, marzo 19, 2024

El acercamiento de Schiaretti generó otra interna más en Juntos por el Cambio

Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales impulsan la incorporación de Juan Schiaretti y otros dirigentes nacionales a Juntos por el Cambio. Pero el coqueteo produjo un virulento rechazo de parte del tándem Macri-Bullrich en el PRO e incluso en la UCR cordobesa.

Este lunes a las 13 horas se reunirá la Mesa Nacional de JxC, en la que los presidentes de los partidos que conforman la alianza -el PRO, la UCR, la Coalición Cívica (CC) y Encuentro Republicano Federal (ERF)- discutirán los posibles ingresos de José Luis Espert, Margarita Stolbizer y, sobre todo, Juan Schiaretti.

El Jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta, y el titular del Comité Nacional de la  Unión Cívica Radical (UCR), el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, impulsan las incorporaciones, pero estas encuentran la resistencia del ala dura del PRO, liderada por Patricia Bullrich y Mauricio Macri.

Sucede que, por un lado, si Juntos sumara una pata de derecha dura como Espert, incorporaría –en teoría– votos que podría captar Javier Milei, pero en la interna, también podría dividir el electorado que cultiva Bullrich.

En tanto, los otros dos fichajes ampliarían una base de centro y centroderecha que podría fortalecer la estrategia del jefe de Gobierno porteño.

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Sin embargo, las disidencias internas apuntan a que el encuentro de esta tarde finalmente naufrague.

Si bien no cuentan con un protocolo explícito claro, en Juntos por el Cambio la tradición es que cada partido que integra la alianza tiene poder de veto. Con que una de las fuerzas le baje el pulgar a un partido se supone que es suficiente para trabar su incorporación, pero si algo ha demostrado la alianza opositora es su habilidad de torcer las reglas según le convenga.

En principio, el bullrichismo no ve con buenos ojos la incorporación de Espert por sus intenciones de competir por la presidencia, una candidatura liberal que podría restarle votos al a ex ministra de Seguridad. No obstante, reconocen que si el economista se presentara para la gobernación bonaerense sería otro cantar.

En cambio, el diputado nacional de Avanza Libertad cuenta con el visto bueno de Larreta, el radicalismo y la Coalición Cívica.

Pocos se expresaron respecto a Stolbizer, aunque quizás el foco esté en la posición que tomé Elisa Carrió, líder de la CC. Ambas referentas tienen un largo historial de enfrentamientos públicos.

Schiaretti en el medio

El eje de la polémica está puesto sobre la figura del cordobés Juan Schiaretti.

Sincronizados, Larreta y Morales se expresaron en Twitter en favor de la "ampliación" de Juntos por el Cambio. El radical no nombró al cordobés, pero Rodríguez Larreta sí se se refirió al ingreso de Schiaretti.

Este domingo Larreta publicó una carta en sus redes en la que fundamentó porque empuja la incorporación de Schiaretti, al tiempo que ensayó un extraño juego a dos puntos, recalcando que sigue apoyando a los candidatos cordobeses de JxC:

"Las conversaciones con referentes nacionales como Juan Schiaretti, José Luis Espert o Margarita Stolbizer tienen como único objetivo garantizar el cambio en la Argentina. Y en el caso de Juan Schiaretti, no va en absoluto en contra de nuestra intención de ganar la provincia y la ciudad de Córdoba con Luis Juez y Rodrigo de Loredo, dos candidatos de lujo que me honra apoyar", argumentó.

"Juntos por el Cambio tiene que ampliarse y construir una nueva mayoría", agregó Larreta al documento escrito entre gallos y medianoche, en la que menciona la palabra "cambio" 11 veces en un texto de apenas 406 palabras.

La mención a una "nueva mayoría" no es menor, Córdoba es nada menos que la segunda provincia más poblada del país y, con aliados, Schiaretti tiene un bloque de diputados que ronda los diez legisladores, que pueden ser críticos en el próximo gobierno.

Morales, a su turno, señaló que:

"La ampliación de JxC es el camino para reconstruir la gobernabilidad, resolver los problemas del conjunto de los argentinos, ordenar la vida cotidiana de la gente, estabilizar la economía y garantizar el desarrollo del país con sentido federal".

En contraposición, Bullrich rechazó de plano el intento de su adversario del PRO, aclarando que “una cosa es ampliar y otra amontonar" y que Juntos por el Cambio irá a las elecciones provinciales de Córdoba y enfrentará al "peronismo" referenciado en Schiaretti, pese a que el gobernador podría ubicarse ideológicamente más cercano al conservadurismo social y liberalismo económico, posiciones diametralmente opuestas a las peronistas.

"La gente está con una confusión enorme. Estas cosas de último momento generan mescolanza. No vamos a entregar a nuestra gente en Córdoba que está luchando para ganarle a Schiaretti, que está hace 24 años”, lanzó Bullrich a CNN Radio.

En sintonía con Bullrich, y exhibiendo la interna radical, la UCR cordobesa publicó un duro comunicado en el que instó a los presidentes de los partidos que "no compren el humo de Schiaretti".

"Exhortamos a los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio a no comprar el humo que se les intenta vender Schiaretti", dice el comunicado oficial del radicalismo cordobés, mostrando sus fuertes diferencias con la conducción nacional de Morales.

La UCR se ve arrastrada por la interna amarilla, mostrándose nuevamente como partido acompañante del PRO. El Grupo Malbec busca ponerle compañero de fórmula a Bullrich, mientras que Morales sueña con acoplarse a Larreta.

¿Se quiebra el "peronismo federal"?

Cabe recordar que en los primeros meses del 2023, Schiaretti lanzó una precandidatura presidencial en el marco de la conformación de un espacio peronista de centro con el discurso "anti-grieta", integrada por el ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey y el diputado nacional Florencio Randazzo.

La oferta de Rodríguez Larreta al cordobés detonó esa construcción de centro. Urtubey se enteró de la propuesta por titulares periodísticos mientras se encontraba de gira por Rosario.

Quiero aclarar una vez más que no formaré parte de Juntos por el Cambio", escribió el salteño en sus redes.

"No todos somos lo mismo. Mi mirada surge de la convicción de un peronismo que le sirva a la Argentina. El peronismo que piensa en crecer y no en ajustar, que supera crisis y no las administra", prosiguió Urtubey.

"Digo esto con el mayor respeto a Juntos por el Cambio, el mismo respeto que tengo por la gente que me acompaña que prefiere la lucha por una idea a la lucha por un pequeño espacio de poder. Deseo lo mejor para otros compañeros que piensen distinto", finalizó, chicanenado.

En tanto, Randazzo posteó un confuso mensaje en el que rechazó "incorporarse a otra fuerza" al mismo tiempo que planteó la necesidad de participar de una "gran PASO" y conformar un "acuerdo programático entre diferentes partidos con un compromiso escrito para que nadie confunda el rumbo nunca más".

El contradictorio mensaje da a entender que el ex ministro de Transporte niega integrarse a JxC, pero no cierra la puerta a un posterior acuerdo electoral o de gobierno.

La encrucijada de Juntos

El conflicto expone una problema de fondo de la alianza opositora: hacia dónde hacerla crecer. El fracaso rotundo de su gestión de gobierno (2015-2019) hicieron mella en la memoria de buena parte de la población, que pese a la actual crisis no está convencida de volver a confiarle el voto a la fuerza referenciada en Mauricio Macri.

Preocupados ante la posibilidad de no vencer al candidato del oficialismo -que se perfila a ser Wado de Pedro- los distintos liderazgos de JxC apuntan a hacer crecer la alianza para ampliar su base electoral.

Sin embargo la disidencia se encuentra en hacia qué sentido. Mientras radicales, "lilitos" y el larretismo apuntan a un espacio de centro, con liberales y progresistas, el tándem Macri-Bullrich y un sector de la UCR les seduce la idea de aliarse a Javier Milei y tirar la alianza hacia la ultra-derecha.

Y la figura de Macri también es parte de la polémica. Mientras que los primeros sueñan con llegar a un "posmacrismo", el expresidente se resiste a perder su cuota de poder e influencia. Incluso si eso significa romper amistades personales y políticas como es el caso de Schiaretti.

El expresidente y el gobernador cordobés son amigos desde hace años, y debido al peso político de Córdoba, Macri evaluó seriamente apoyar su incorporación. Pero el fundador del PRO priorizó vencer en la interna a Larreta y apoyar a su ex ministra. Como fuere, todo el movimiento generó un terremoto en la provincia mediterránea y la reunión de este mediodía promete ser un nuevo tembladeral.

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