Megacausa Zona 5: La fiscalía concluyó el análisis de las víctimas del Terrorismo de Estado en Bahía Blanca

El Ministerio Público Fiscal completó la exposición de los casos de las víctimas en la Megacausa Zona 5 y en la próxima jornada comenzará a detallar las responsabilidades de los imputados por delitos de Lesa Humanidad.

El pasado jueves 13 de junio se llevó adelante la audiencia número 99 en la Megacausa Zona 5, que marcó la undécima jornada de alegatos por parte del Ministerio Público Fiscal.

En este contexto, se culminó con el detalle de los últimos 12 casos que faltaban de víctimas sobre las que no se había podido comprobar su paso fehaciente por ningún Centro Clandestino, aunque sí su secuestro y posterior asesinato o desaparición.

Culminada la etapa de descripción de los casos de las más de 300 víctimas de la causa, la fiscalía se dispone a continuar la próxima jornada con la responsabilidad de los 36 imputados por delitos de Lesa Humanidad.

El carácter clandestino de los secuestros

La dificultad de comprobar el paso de las víctimas por los Centros de tortura y exterminio no es algo extraño, ya que, como se ha comprobado en las 321 sentencias que existen de estos juicios en todo el país, el plan sistemático clandestino de exterminio apuntaba a que las víctimas no supieran donde estaban y no pudieran reconocer a nadie.

Tabicamiento, prohibición de comunicarse entre sí, desorientación de tiempo y espacio, aislamiento, eran solo algunas de las técnicas para evitar que las víctimas supieran donde se encontraban secuestrados y con quiénes compartían cautiverio.

Sin embargo, ese engranaje de terror no siempre funcionó, y los sobrevivientes pudieron aportar la mayor parte de la materia prima para estos juicios.

Aún así, en muchos casos no ha podido corroborarse el lugar donde mantuvieron cautivas a algunas de las víctimas, que luego de sus secuestros aparecieron asesinadas en enfrentamientos fraguados o siguen desaparecidas hasta el día de hoy.

Con esos casos, el Ministerio Público Fiscal cerró la etapa del análisis de las 321 víctimas de esta Megacausa, para dar paso en la próxima audiencia al comienzo del análisis de la responsabilidad de los 36 imputados que actualmente se están juzgando.

“La desaparición, para un chico, es demoledor”

Dentro de los últimos 13 casos tratados la jornada del jueves 13 de junio, se encuentra el del militante de la Juventud Peronista, víctima de desaparición forzada, Roberto Juan Garbiero, a quien llamaban “Jimmy”.

Garbiero tenía 33 años, y vivía en la calle 19 de mayo al 500 de Bahía Blanca junto a su esposa y a sus dos pequeños hijos. Trabajaba como viajante y era empleado no docente del departamento de física de la Universidad Nacional del Sur.

Su hija Sabrina declaró en la Megacausa y pudo reconstruir lo que sucedió con su padre aquella mañana del secuestro, mientras la familia descansaba. Al salir temprano de su casa para ir a trabajar a la Universidad con su vehículo, fue interceptado violentamente por una patota a la vista de todo el vecindario:

“Esa mañana salía de mi casa y fue interceptado por gente que después los vecinos identificaron con características propias, como falcon verdes, vestimentas de grupos militares, habían cortado ambas esquinas, tanto 12 de octubre como Alem y se lo habían llevado con violencia. Mi mama los pudo escuchar porque estuvieron merodeando toda la casa”, declaró Sabrina el 15 de diciembre del 2022.

La esposa de la víctima rápidamente intentó radicar la denuncia en el Comando radioeléctrico situado en Avenida Alem y no se la tomaron. “Mi mamá con mis abuelos salen a recorrer, hacen un raid para ver donde podía estar. Recorrieron muchos organismos y no hubo nunca respuesta”, recordó la hija.

Cabe destacar que dicho comando radioeléctrico se encuentra a escasas tres cuadras del domicilio donde secuestraron a Garbiero mediante un exagerado operativo, imposible de realizar en plena dictadura sin el conocimiento, al menos, de dicha unidad policial.

La mujer, para resguardarse, se fue de la casa con sus dos pequeños hijos y al volver al día siguiente, la misma había sido saqueada. Al respecto, Sabrina contó:

“Al otro día vuelve y estaba absolutamente todo revuelto, nos habían robado todo, y habían dejado carteles intimidatorios en las paredes, hasta habían matado al perro. Saquearon todo e incluso hicieron pozos en el patio buscando vaya a saber qué“.

La fiscalía expuso documentación de inteligencia que deja ver como los familiares de Garbiero y de muchos otros desaparecidos de Bahía Blanca eran objeto de persecución por parte de los servicios, que vigilaban y reportaban todas las acciones de búsqueda que las familias realizaban para dar con el paradero de sus seres queridos.

En cuanto al daño que la dictadura infligió sobre la familia, Sabrina destacó:

“El de la desaparición es uno de los peores estados, uno no tiene dimensión de donde, de por qué, más allá de lo que uno sabe con el tiempo. Siendo chico es muy difícil construir y sobrellevar esto. Por un lado, desear que esté vivo, y por otro, sabiendo lo que se hizo con todas las víctimas, desear que haya llegado el fin lo más rápido posible. Para un adulto es difícil, pero para un chico es demoledor. El no tener un cuerpo hace que uno busque, porque la esperanza nunca se va…”

Roberto Garbiero permanece aún desaparecido.

Todo el poder del Estado genocida para asesinar una joven pareja

Otro de los casos tratados por la fiscalía fue el de la pareja asesinada el 14 de noviembre de 1976 en su departamento de calle Fitz Roy al 100, Daniel Hidalgo de 26 años de edad y Olga Souto Castillo, de 20, y embarazada al momento del asesinato.

Ambos eran militantes peronistas y está comprobado que eran objeto de persecución desde hacía varios años. Además, habían sido militantes de la UES, Unión de Estudiantes Secundarios, y en el caso de Castillo, sufría persecución desde los 17 años.

Entre tanto, Hidalgo era militante de la JUP, Juventud Universitaria Peronista, y militaba dentro de la Universidad Tecnológica Nacional, donde estudiaba.

La fiscalía expuso documentación de los servicios de Inteligencia, donde se da cuenta de forma detallada de la persecución previa al Golpe de Estado que pesaba sobre él. Ya con anterioridad se pudo escuchar cómo víctimas sobrevivientes declaraban que, durante la tortura, le preguntaban por él, especialmente a su hermano Eduardo Hidalgo, quien fue secuestrado en dos oportunidades.

Los infiltrados de los servicios detallan en ese informe los dichos de los oradores en una asamblea en la Universidad Nacional del Sur, donde Hidalgo había tomado la palabra, contando lo que sucedía en la UTN y convocando a la unidad entre ambas Universidades.

El 14 de noviembre de 1976, en un operativo exagerado y desmedido a cargo de la Agrupación Tropa, las fuerzas del Ejército -con todo su personal y armamento a disposición- rodearon la manzana y tomaron el edificio de calle Fitz Roy 137, donde vivía la joven pareja.

A continuación, irrumpieron violentamente en el departamento del cuarto piso donde habitaban, fusilándolos a quemarropa e incluso tirando granadas dentro del mismo. El resultado de semejante despliegue asimétrico y brutal fue el asesinato de una joven de apenas 20 años, embarazada y su joven pareja de 26.

Los vecinos pudieron relatar la espantosa experiencia vivida y también vieron como sacaron a la pareja asesinada, con los cuerpos sangrantes y seccionados, producto de las explosiones con granadas, y como los tiraron en un camión del ejército.

También los conscriptos que participaron de dicho operativo aportaron importante información para explicar lo sucedido y descartar la versión oficial de entonces del “enfrentamiento con subversivos”, algo a simple vista imposible.

Esa versión, como era habitual, era reforzada por el diario colaboracionista La Nueva Provincia, que era el que aportaba a la sociedad la falsedad de los hechos creando un ambiente de aprobación por parte de la sociedad en su conjunto; la tan utilizada estrategia mediática de acción psicológica: los medios poderosos mienten y la población cree y replica.

La Nueva Provincia, 16 de noviembre de 1976

En la misma fecha fueron secuestrados el padre y la madre de Daniel y de Eduardo Hidalgo, y este último se hallaba secuestrado desde hacía cinco días antes. Un tío debió reconocer el cuerpo de Daniel en la morgue del Hospital Municipal, ya que toda la familia se hallaba secuestrada.

En tanto Silvia Olga fue inhumada con identidad falsa, lo que no permitió recuperar el cuerpo de parte de su familia hasta el año 1993 que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) recuperó su identidad verdadera.

Todo lo expuesto en este juicio, de lo sucedido con la pareja, ya ha sido corroborado, juzgado y condenado en los juicios de Lesa Humanidad realizados en Bahía Blanca con anterioridad y por estos hechos ya hay genocidas condenados con sentencia firme. Cabe señalar que en este juicio se juzgan a otros imputados que participaron también del hecho.

Además de los casos detallados aquí, el Ministerio Público Fiscal, en su undécima jornada de alegatos, dio cuenta de los asesinatos y desapariciones de las víctimas:

  • Juan Carlos Gonzalez: Casado, con dos pequeños hijos y su mujer embarazada. Desaparecido.
  • Miguel Segismundo Poblete Perez: de 58 años, casado con cuatro hijos. Desaparecido.
  • Eduardo Alberto Colella: de 20 años. Se encontraba realizando la conscripción. Desaparecido.
  • José Antonio Cortez: de 21 años. Desaparecido
  • Ricardo Osvaldo Cuesta: de 20 años.
  • Hugo Alfredo Fuentes: 32 años, Desaparecido.
  • Roberto Héctor Lopez, de 20 años. Asesinado.
  • Adrián Orlando Carlovich, de 19 años. Desaparecido.
  • Juan José Cordoba, de 20 años. Desaparecido. Recuperado su cuerpo por el EAAF en junio 2017.
  • Héctor Reinaldo Correa, de 27 años. Asesinado.

Nonagésima novena audiencia de la Megacausa Zona 5 (13 de junio de 2024)

¿Cuándo continúan las audiencias?

El Tribunal compuesto por los jueces Ernesto Sebastián, Sebastián Foglia y Marcos Aguerrido informó que la semana del 17 al 21 de junio no habrá audiencias.

Las mismas se retomarán el día jueves 27 de junio, desde las 9 horas, en la sede del Tribunal Oral de Chiclana y Lavalle para proseguir con el alegato del Ministerio Público Fiscal y, posteriormente, el jueves 4 de julio.

Los juicios son orales y públicos, y puede concurrir cualquier persona que así lo desee presentando su DNI.

Además, las audiencias se emiten de manera virtual por el canal de YouTube del Poder Judicial, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, y también pueden verse en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en El Ágora Digital.

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