Pese a las tensiones por el cierre de listas, Somos Buenos Aires ya piensa en candidaturas nacionales

El cierre de listas en la Provincia de Buenos Aires dejó heridos en todas las alianzas y Somos Buenos Aires no fue la excepción, particularmente en el radicalismo bonaerense, pero de cara a la campaña bonaerense en el frente ya piensan en la posibilidad de meterse en las elecciones de octubre.

La coalición de centro que competirá en septiembre por la Legislatura bonaerense analiza expandir su estrategia y disputar bancas de diputados nacionales en las elecciones de octubre. Sin embargo, el espacio enfrenta tensiones internas tras el cierre de listas, especialmente dentro del radicalismo provincial, donde varios dirigentes abandonaron el proyecto o expresaron su disconformidad con los acuerdos alcanzados.

El frente que integran Juan Schiaretti, Emilio Monzó, Florencio Randazzo, Julio Zamora, Elisa Carrió y Facundo Manes, entre otros dirigentes, no descarta ampliar su alcance territorial más allá de Buenos Aires. La idea de disputar diputaciones nacionales por la provincia toma fuerza mientras se desarrolla la campaña provincial.

Los plazos electorales se vuelven decisivos: el 7 de agosto finaliza el plazo para solicitar reconocimiento de alianzas a nivel nacional, mientras que el 17 de agosto vence el término para el registro de candidatos. Este cronograma presiona las negociaciones internas del espacio.

Según fuentes del armado, septiembre funcionará como “una prueba de ensayo para un armado más grande que empiece a incidir en distintas provincias, donde se mandaron a medir a dirigentes territoriales”. La evaluación de los resultados electorales en territorio bonaerense determinará la viabilidad de la expansión nacional.

Una complicación adicional surge al analizar los potenciales candidatos para encabezar una lista nacional. Randazzo, Monzó, Manes y Juan Manuel López deberán dejar el Congreso el 10 de diciembre, lo que podría generar disputas internas por los primeros lugares de las nóminas.

Desde el entorno de Randazzo sostienen que el “único partido nacional 100% en regla para competir es Hacemos”, cuyo presidente en Buenos Aires es el propio ex ministro del Interior de Cristina Fernández de Kirchner. El partido podría funcionar como herramienta de negociaciones para el diputado nacional.

Sin embargo, las ambiciones del espacio trascienden las elecciones de 2025. En caso de alcanzar un buen resultado electoral en Buenos Aires y lograr un “sano equilibrio” entre las distintas fuerzas a nivel nacional, existe la posibilidad de una proyección hacia 2027.

El proyecto incluiría acuerdos con gobernadores para conformar un espacio común que abarque las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Misiones, Córdoba y Santa Fe. También podrían sumarse Tucumán, Salta y Catamarca.

La estrategia es, como ocurre en territorio bonaerense, la de capitalizar la avenida del medio y presentarse como alternativa entre el gobierno de Javier Milei y el peronismo. Varios de los dirigentes del espacio, como Schiaretti y Randazzo, vienen explorando esta estrategia desde hace años.

Tensiones en el radicalismo bonaerense

El cierre de listas del sábado pasado dejó heridos en múltiples espacios políticos, pero las tensiones dentro de la Unión Cívica Radical bonaerense fueron particularmente intensas. El conflicto se remonta a la guerra interna del año pasado entre el sector Adelante, de Maximiliano Abad y Miguel Fernández, contra Evolución, que representa Pablo Domenichini.

Tras meses de conflicto mediático y judicialización, las partes habían sellado un acuerdo para cogobernar el partido hasta el 31 de octubre. Sin embargo, la incorporación del radicalismo al espacio Somos Buenos Aires generó una nueva grieta: el sector de Abad quedó enfrentado al de Fernández.

Un dirigente boina blanca expresó su enojo: “Miguel traicionó a los dirigentes que confiaron en él para ponerlo en ese lugar”. El primer portazo lo había dado el diputado provincial Diego Garciarena, quien evitó firmar el aval para la conformación del frente Somos.

En Mar del Plata, ciudad de origen y base de expansión de Abad, el radicalismo presentó una lista dentro del esquema de Nuevos Aires, una nueva fuerza política que debuta en estas elecciones. La cabeza de lista quedó para la periodista Patricia Azcoitia, secundada por el senador Ariel Martínez Bordaisco.

También en Nueve de Julio se registró una fuga. El concejal Ignacio Palacios se vio corrido del esquema de Somos cuando se incorporó la intendenta de esa ciudad, María José Gentile, del PRO. Ante este escenario, Palacios anunció que encabezaría la lista de candidatos al Concejo Deliberante local también a través de Nuevos Aires.

Un armador provincial que quedó fuera del esquema aseguró que el radicalismo quedó “ante un mal cierre”, por lo que este espacio no va a acompañar las listas de Somos, ni participar de la campaña. “En muchos distritos ni siquiera se pudo poner candidatos en la lista local de Somos, un desastre”, graficó.

Las tensiones más intensas se concentran en el conurbano, donde dirigentes de la Primera y Tercera sección salieron al cruce por los nombres de las listas y denuncian una “baja participación” del partido centenario. “Hay una alianza con el peronismo en la que no participamos, decidieron dejarnos afuera”, sumó un dirigente.

El radicalismo de la Primera sección emitió un durísimo comunicado donde habló de una “entrega” del partido. “En las secciones donde hay posibilidades encabeza el peronismo o el PRO y en las secciones ‘imposibles’ llevamos candidaturas testimoniales del radicalismo”, dispararon.

El conflicto se intensificó cuando se ubicó como segunda en la lista a Josefina Mendoza, dirigente de Evolución de La Matanza, detrás del peronista Julio Zamora. Los radicales enojados argumentan que en esa región del conurbano norte el abadismo fue ganador de la interna boina blanca por un muy amplio margen.

El cierre de candidatos también dejó otros heridos en el flamante espacio. Monzó no pudo nombrar candidatos a diputados ni senadores locales y, si bien no abandonó el armado de centro, pegó portazo en las negociaciones.

El GEN, que conduce Margarita Stolbizer, resolvió no designar postulantes para la Legislatura bonaerense y se quedó solamente con representación en las listas municipales. “Frente a la ausencia de una auténtica vocación integradora, que se refleja en la actitud endogámica de algunos actores, hemos decidido no integrar con candidatos las listas seccionales”, señalaron.

¿Cómo quedaron las candidaturas en la Provincia?

Pese a los conflictos internos, Somos Buenos Aires logró conformar listas en las distintas secciones electorales. Domenichini respaldó la construcción de centro al destacar un “balance muy positivo de lo que logramos construir, como una alternativa real a dos modelos que, entendemos, detrás de los gritos, lo que esconden es que no resuelven los problemas reales de la gente”.

En la Primera sección, encabeza la lista Julio Zamora, peronista disidente que no se plegó al armado de Fuerza Patria. En la Segunda sección resolvieron no presentar candidatos.

En la Tercera sección, Domenichini encabeza la lista, secundado por Nazarena Mesías, referente de Facundo Manes en Lanús, seguida por el quilmeño Fernando Pérez de Evolución en tercer lugar, y completa el cuarto puesto la randazzista Rocío Giaconne.

En la Cuarta sección encabeza Pablo Petrecca, del PRO, que lleva como segunda a la radical Natalia Quintana. En la Quinta sección, la lista está encabezada por Maximiliano Suescun, intendente de Rauch, quien explicó: “La UCR tiene que recuperar la identidad y en un alianza con La Libertad Avanza eso no estaba representado”.

En la Sexta, la cabeza de lista quedó para Andrés de Leo (Coalición Cívica), mientras que el segundo nombre lo aporta la radical Priscila Minnaard. Fernando Martini, un dirigente radical del distrito de Roque Pérez, encabezará la Séptima.

Por la sección Capital, Pablo Nicoletti lidera la nómina, llevando como segunda aspirante a Diputados a Antonela Cipparelli Moreno, titular de la Juventud Radical bonaerense.

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