Tanto Unión por la Patria como los bloques de la oposición colaboracionista repudiaron la visita a represores en el penal de Ezeiza y reclaman sanciones para los diputados de La Libertad Avanza, mientras crecen los descontentos con Martín Menem y Gabriel Bornoroni dentro de la bancada libertaria.
En los últimos días se conoció que un grupo de seis Diputados Nacionales de La Libertad Avanza se trasladaron al penal de Ezeiza para visitar a represores como Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti y Carlos Suárez Mason, que cumplen condenas a prisión perpetua por crímenes de Lesa Humanidad.
Aunque desde el oficialismo intentaron ocultar el encuentro, que incluyó a Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo y Rocio Bonacci, e incluso alegaron desconocimiento, lo cierto es que utilizaron un vehículo oficial para la visita.
En este contexto, tanto el peronismo como los bloques aliados a los libertarios exigen sanciones para los implicados y adelantaron que realizarán pedidos de informes al respecto. A esto se suma la presentación de una denuncia penal contra Benedit, el organizador de la visita.
Además, el descontento también se extiende dentro del bloque oficialista, que se encuentra al borde de la ruptura ante la falta de conducción del jefe de la bancada, Gabriel Bornoroni, y el titular de la Cámara baja, Martín Menem.

Diputados libertarios rompen el pacto democrático y piden privilegios para genocidas condenados
Descontento generalizado en el Congreso
Tras conocerse el hecho, el bloque de Unión por la Patria presentó un proyecto para crear una comisión especial para determinar las responsabilidades y las sanciones que correspondan a los seis diputados.
Entre tanto, el líder de la bancada del PRO, Cristian Ritondo, dialogó con Miguel Ángel Pichetto (quien encabeza el bloque de Hacemos Coalición Federal) al respecto, y se encargó de aclararle a Menem que no tolerarán el silencio oficialista. A ellos se sumó Eduardo Falcone, de la bancada del MID (referenciada en Oscar Zago).
Los dirigentes marcaron agenda durante un encuentro del oficialismo y los bloques aliados en el Congreso. “Los más duros fueron Ritondo y Falcone“, comentó una fuente parlamentaria sobre la situación.
En el caso de Falcone, recordó que hasta ahora no habían cuestionado al oficialismo ni realizado declaraciones de repudio, pero aclaró que “si no van a hacer nada con esos diputados, quedamos en libertad de acción“. Entre tanto, Ritondo fue enfático a la hora de reclamar sanciones. Pichetto se retiró antes que termine la reunión.
La falta de respuestas de Menem y Bornoroni también desencadenó el reclamo de otro de los presentes. “Nosotros no nos vamos a comer que nos puteen porque esos imbéciles hicieron lo que hicieron”, remarcó “y menos después de la declaración de Benedit, que es peor que la visita”.
De esta forma, el repudio unificó a todos los bloques de la Cámara de Diputados. La UCR se expresó al respecto a traves de un comunicado que compartió en redes sociales, Unión por la Patria lo hizo a través del proyecto presentado, mientras que el PRO, Hacemos y el MID marcaron su descontento ante el bloque libertario.
La Unión Cívica Radical repudia la visita que realizaron diputados de la Libertad Avanza a un grupo de represores condenados por hechos aberrantes y que están detenidos en una Unidad del Servicio Penitenciario Nacional.
— Unión Cívica Radical (@UCRNacional) July 17, 2024
Martín Menem estaba al tanto de la visita
Si bien tanto Menem como Bornoroni aseguraron que se trató de una decisión individual de los implicados e incluso el titular de la Cámara baja alegó desconocimiento sobre el tema, lo cierto es que para la visita se utilizó una camioneta oficial.
El vehículo sería una Renault Master Blanca (patente MBI 546) perteneciente al Congreso Nacional, según consignó el portal LPO. “Utilizaron recursos del Estado, en manos de un gobierno constitucional, para reivindicar a quienes atentaron contra la democracia y contra la sociedad con sus crímenes” se escuchó decir en los pasillos del Congreso.
A esto se suma que el sobrino de Menem y secretario en el despacho, Federico Sharif Menem, estuvo a cargo de crear la lista de Diputados que utilizarían la camioneta. Además, estuvo presente el Director de Ceremonial de la Cámara de Diputados, Aníbal González.
“¿Usaron una camioneta de la Cámara, su sobrino anotaba los pasajeros y va a decir que no sabía nada?“, comentaron con ironía en la Cámara baja, ante un Menem que tiene cada vez menos excusas para desligarse del asunto.
En el caso de Bornoroni, según el propio Benedit (encargado de organizar la visita), el mensaje de invitación fue enviado a todos los miembros del bloque libertario, por lo que sería extraño que el jefe de la bancada no estuviera al tanto.

La visita de diputados libertarios a genocidas profundiza las tensiones en el bloque
La Libertad Avanza, al borde del quiebre
El evento no solo generó malestar entre las bancadas aliadas y opositoras. Dentro de La Libertad Avanza se generó un quiebre luego de la excursión y aunque ninguno de los legisladores libertarios se anime a romper, varios expresaron su desacuerdo con la iniciativa de Benedit.
La más enfática al respecto fue Rocío Bonacci, quien denunció hacer sido embaucada por el legislador y que no sabía que visitarían a Alfredo Astiz y otros genocidas. La Diputada avisó a Menem que permanecer en el bloque le causa “revulsión”.
En público, eligió ser cuidadosa con sus palabras y se limitó a aclarar que no tuvo intención de concretar “visita o contacto alguno con internos condenados en causas por delitos de lesa humanidad“. Además, Señaló que se tomaron fotografías del evento, aunque ella aseguró no participar de ninguna.
Además de las molestias con Benedit, Bonacci considera que Menem y Bornoroni no conducen el bloque y cuestiona que busquen desligarse del tema. “Lo único que les interesa es cuidarse el culo“, dijeron fuentes cercanas a ella.
Cabe recordar que Benedit había presentado la travesía como “una visita humanitaria desde la política” a “visitar a los presos”. Sin embargo, durante el viaje los presentes se enteraron que los reos incluían a varios represores.
En el caso de Bonacci, la diputada se negó a participar o sacarse fotos con los genocidas, que supuestamente formarían parte de un comunicado oficial que el organizador del evento tenía pensado publicar.
“La única motivación que me llevó a realizar dicha visita, de acuerdo a los términos en los que se me cursó la invitación a participar de la misma, fue la de tomar contacto directo con el sistema penitenciario federal y constatar concretamente la situación actual del referido complejo”, manifestó la legisladora.
También remarcó que “no tuve intención de concretar, ni concreté, visita o contacto alguno con internos de dicho complejo procesados y/o condenados en causas por delitos de lesa humanidad”, y agregó:
“Cuando advertí que otros legisladores tomarían contacto con los condenados en causas por delitos de lesa humanidad, decidí mantenerme totalmente ajena a tal situación; incluso, se tomaron fotografías de dicho encuentro -que no tengo en mi poder-, imágenes en las que no figuro, por no haber participado“.

En este contexto, ratificó su “compromiso como diputada nacional en el cumplimiento de la ley y el respeto de las instituciones de nuestra República Argentina“. Según trascendió, también cuestionó a Menem por intentar desconocer el asunto.
De esta forma, la joven legisladora abrió las puertas a la posibilidad de una ruptura, que se produce mientras Oscar Zago negocia con Ritondo la creación de un interbloque, que podría beneficiarse incluyendo a los libertarios incómodos.
El reclamo no es solo de Bonacci, sino que hay varios integrantes del bloque de La Libertad Avanza que critican la falta de conducción de Menem y Bornoroni, en un contexto de malestar creciente.
Aunque la mayoría de los dirigentes del espacio evitaron expresarse en público, una fuente parlamentaria aseguró que incluso Ricardo Bussi (hijo del represor Antonio Bussi) consideró que lo que ocurrió es “un montón”.
El formoseño Gerardo González sería otro de los indignados. Se trata de un hombre que hasta ahora era bien visto por Karina Milei y Paoltroni.
El chaqueño Carlos García podría sumarse a una fractura. En su caso, porque Karina y Lule Menem empoderaron al correntino Lisandro Almirón para disputarle la provincia a Gustavo Valdés y habilitaron a Almirón a pisar más allá de su jurisdicción, lo que genera cortocircuitos con el chaqueño.
El puntano Carlos D’Alessandro también tiene razones para estar descontento luego de que Lule Menem le bajara el pulgar para ingresar a la Bicameral de Inteligencia.
Aunque en principio los díscolos pretenden disputar sin romper, aclaran que “La Libertad Avanza somos nosotros” y suman dolores de cabeza para el bloque que Menem pretende mantener unido.

Bullrich teme que el Congreso investigue el espionaje a los detenidos por la Ley Bases
Denuncia penal contra Benedit
Entre tanto, la Comisión Provincial de la Memoria presentó una denuncia penal contra Benedit por “apología del crimen”. Desde la organización señalaron que “hubo una clara intencionalidad para que este posicionamiento político ideológico que defiende a genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad tuviera consecuencias sociales”.
En este contexto, el “Estado tiene la obligación de investigar y sancionar” tanto los crímenes de lesa humanidad como la apología de ellos. Además, hicieron referencia a los chats que se filtraron en los que Benedit redoblaba la apuesta y defendía el rol de los genocidas:
“Luego de esa visita, Benedit realizó una serie de declaraciones, que se hicieron públicas a través de redes sociales, en las que llamó a los represores ‘excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista’ e intentó negar los crímenes cometidos. La CPM considera que estas expresiones públicas son constitutivas del delito de ‘apología del crimen‘ y deben investigarse y juzgarse pues son una afrenta a la democracia”.
El organismo aludió al artículo 213 del Código Penal, que establece una pena de prisión de un mes a un año a quien “hiciere públicamente y por cualquier medio la apología de un delito o de un condenado por un delito”.
En este contexto, indicaron que el diputado “defiende abiertamente a los represores que visitó en Ezeiza y su accionar probadamente delictivo durante la última dictadura militar”, y alertaron sobre la gravedad de la mención de Javier Milei “como una figura que avala y apoya el negacionismo frente a crímenes que implican gravísimas violaciones a los derechos humanos y que continúan perpetuándose al no conocerse el destino de quienes siguen desaparecidos”.