Ahora Luis Caputo defiende el cepo cambiario y asegura que el tema "no es ni relevante"

Luis Caputo participó del Coloquio de IDEA y, ante una multitud de empresarios que esperaban escuchar definiciones sobre la salida del cepo cambiario, el ministro prefirió lanzar insultos contra el kirchnerismo y atacar a las universidades nacionales: “Sabemos que se la afanan“.

El Ministro de Economía, Luis Caputo, cerró el primer día de la 60° edición del Coloquio de IDEA en Mar del Plata, y defendió el programa económico del Gobierno de Javier Milei ante empresarios y ejecutivos.

Sin embargo, no fue capaz de ponerle fecha a la salida del cepo cambiario y terminó haciendo una defensa a la medida, que hasta el año pasado venía cuestionando. En un discurso que tuvo más de política que de economía, el funcionario tildó al kirchnerismo de “delincuentes” e insistió en que las universidades sabemos que se la afanan“.

Además, defendió el desfinanciamiento a las universidades y el veto al aumento jubilatorio, asegurando que al Presidenteno le importan nada las encuestas“, que no tiene “ningún temor al riesgo político” y que se mantendrá firme en su programa económico.

Caputo contra la oposición

En varios momentos de su alocución, Caputo eligió confrontar con el kirchnerismo, asegurando que “todo el mundo sabe que no pueden volver, son una manga de delincuentes y burros, impresentables”.

“¿Qué posibilidad hay de que vuelvan? Ninguna“, reiteró más tarde, “la única opción es tirarnos abajo, por convencimiento o por las buenas no tienen forma“. Por eso “entorpecen con temas sensibles: agarran a jubilados y universidades. Pero contra la evidencia empírica no es fácil ir”, completó.

Más adelante, aseguró que la herencia de este gobiernono solo es la peor de la Argentina, sino a nivel mundial“, y que “la salida de la convertibilidad era Disneylandia al lado de lo que heredó Milei”.

El relato de la pesada herencia no solo recuerda al que ya había utilizado el macrismo a su llegada al gobierno, sino que para Caputo fue una forma de justificar el ajuste que vienen llevando adelante. “El ajuste que hubo que hacer fue un desastre absoluto”, dijo al respecto.

En este punto, atacó una vez más a la oposición kirchnerista, a la que acusó de intentar “romper el ancla fiscal“, y remarcó que “la Argentina no se puede dar este lujo, porque es un país que no tiene credibilidad”.

No vuelve el kirchnerismo, la gente no se come ese cuento”, reiteró por tercera vez, buscando el aplauso de los empresarios presentes. Además, se refirió a su reunión del martes pasado con los gobernadores de Tucumán y Catamarca, Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil.

Al respecto, aseguró que le dijeron que “no queremos saber nada con esa mujer“, en referencia a la Expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien los había cuestionado por su complicidad a la hora de ratificar el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario.

Caputo también ratificó las decisiones del gobierno, y aseguró que “queremos hacer el país más libre y la mejor presidencia de la historia”. “Eso implica decisiones como la del otro día que pueden quitar popularidad en el corto plazo”, continuó, “ahora se empiezan a preocupar, más que en marzo, cuando comían pochoclos y decían ‘ya se van'”. “El nivel de desesperación es grande”, aseguró.

Nuestra lucha es entre la política vieja y la nueva, el ostracismo contra la transparencia, el negocio contra el servicio público. Tenemos un presidente que no cede ante las presiones”, completó el ministro, quien previamente se desempeñó como Ministro y luego Presidente del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri.

Conflicto por el financiamiento universitario

Caputo le dedico un párrafo aparte al conflicto universitario, que viene escalando desde hace más de una semana y tiene como protagonistas no solo a los docentes y no docentes, sino también a los estudiantes, quienes tomaron varias facultades en las casas de altos estudios de todo el país.

Al respecto, aseguró que “la plata es de la gente y hay que auditarlos porque sabemos que se la afanan. ¿No te la afanás? Dejá que te auditemos. ¿Cuál es el problema si no te la robás?”.

Sus cuestionamientos al sistema universitario van en línea con el discurso que utiliza el gobierno para deslegitimar el reclamo por una recomposición salarios para los trabajadores de las instituciones, y que van desde las acusaciones de una supuesta falta de transparencia, hasta la idea de que “inventan alumnos” para recibir más presupuesto.

Los ataques del gobierno fueron respondidos tanto por las instituciones como por el Consejo Interuniversitario Nacional, que recordó que las casas de altos estudios realizan auditorías internas y que el Estado Nacional puede realizar auditorías externas a través de la Auditoría General de la Nación (AGN), un organismo del Congreso cuyas autoridades el oficialismo aún no conformó.

Además, tras casi un año del gobierno, apenas ahora el Procurador del Tesoro de la Nación, Rodolfo Barra, emitió un dictamen habilitando a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) a retomar las auditorías sobre las universidades.

Durante una entrevista posterior, insistió en que “la oposición busca temas sensibles para instalar cuestiones que no son ciertas” y rechazó que “estamos en contra de la universidad pública. Eso no es cierto. O que queremos arancelarla”.

Lo único que nosotros estamos diciendo es que sabemos que hay despilfarros, por no decir curros, entonces los queremos auditar. Es la plata de la gente, no es nuestra. El sentido común dice que hay que auditarlo”, agregó.

La salida del Cepo Cambiario

Durante el coloquio, el Ministro recibió una respuesta más tibia de los empresarios cuando tuvo que dar precisiones sobre la salida del Cepo Cambiario, un tema sobre el que ninguno de los funcionarios del gobierno puede responder con certeza.

Poner una fecha sería zonzo porque implicaría un nivel de arrogancia que no tenemos“, apuntó, “no nos apuramos porque diseñamos un programa súper robusto. Los resultados que obtuvimos no son una casualidad sino una causalidad”. “No es una cuestión de fechas sino condiciones”, agregó, “no podemos hacer futurología“.

Sin otorgar más precisiones, indicó que “no nos apuramos porque el paso del tiempo juega a nuestro favor. Qué importa cuándo salimos del cepo. No es ni relevante”. “Tenemos clarísimo cuáles son las condiciones y por qué no nos apuramos”, aclaró.

Además, hizo una defensa del programa económico y comentó que “los resultados no son casualidad, sino causalidad“. “La Argentina es hoy un excelente alumno”, agregó, y completó:

Si las variables siguen mejorando, vamos a salir del cepo sin ningún ruido ni problema para nadie. El paso del tiempo nos juega a favor: cuanto más pasa, más quedan atrás los efectos de la pésima política monetaria anterior. ¡Miren si hubiéramos salido en diciembre! Habría sido un desastre. La brecha está en el 15% y la economía se empezó a recuperar”.

A pesar de asegurar que la pregunta por el tema es irrelevante, el ministro recordó las acusaciones de ciertos sectores empresariales, que aseguran que el gobierno “se enamoró del cepo”. Al respecto, indicó que “no estamos enamorados, vamos a salir cuando estemos seguros que las condiciones estén dadas”.

“Muchos decían que ‘sin cepo no creces’. Chile creció un 6,2% por año, mientras que América Latina lo hizo un 2,6%. Entre los ’80 y ’98, Corea creció un 6,9%, mientras que el resto del mundo lo hizo un 3%Ni hablar China”, agregó.

La defensa a la política de restricciones monetarias resulta curiosa si se tiene en cuenta que durante sus gestiones anteriores el ministro fue un férreo detractor, y junto al macrismo insistieron en denostarlas.

Finalmente, lanzó una invitación a los empresarios. “El país hoy tiene superávit comercial, fiscal, energético y en las cuentas públicas, y un presidente que garantiza que no se va a mover de ese rumbo, que no cede a presiones“.

¿Qué mayor certeza podemos darles a ustedes, como empresarios, que esta?“, agregó, y completó: “La invitación es a que se sumen. Ustedes son los protagonistas. Vinimos a devolverles la plata que les robaron y a bajar el impuesto inflacionario”.

Desconfianza en el sector empresarial

Sin embargo, la confianza de Caputo no fue compartida por varios de los asistentes, que aunque están a favor del reordenamiento “macro” y celebran el superávit, reconocen que hay varias cuestiones pendientes.

Entre ellas, justamente el cepo cambiario. “La economía va a crecer, pero si sacan el cepo va a correr más rápido”, asegura un empresario del sector automotriz. También reclaman la eliminación de impuestos, y siguen a la espera de la recuperación de la actividad y los salarios.

Por lo pronto, los datos de agosto mostraron que la actividad en agosto y septiembre tuvo movimientos heterogéneos dependiendo del sector. La opinión mayoritaria indica que la economía cerrará con números rojos. Es decir que el anhelado rebote se haría esperar hasta 2025, por lo menos.

Sobre las restricciones cambiarias, reina la frustración. Adrián Bepré, country manager de la empresa Baufest, reconoció que “no creo que en el auditorio haya gente que espere otra declaración. Pero personalmente creo ya está en un segundo plano”. “Sigue siendo un tema a resolver“, dijo otro empresario.

La idea de que el kirchnerismo tiene los días contados también es puesta en duda por los asistentes del coloquio, que recuerdan que “ya con Mauricio Macri se pensó que no había posibilidades de vuelta a un esquema populista y los hechos demostraron lo contrario”.

Para varios, hubo un “exceso de triunfalismo” en las autoridades. Son “muchos y difíciles los desafíos que hay por delante”, advierten, a medida que se extiende la preocupación por la falta de definiciones.

La pérdida de competitividad de la producción local es otro tema en cuestión, y que atribuyen al esquema cambiario que sostiene Milei. “Tuvo gusto a poco el discurso del ministro con relación al rumbo económico”, comentó otro asistente.

durante una entrevista que Caputo ofreció posteriormente, el Ministro respondió por qué cree que los empresarios insisten con la salida del cepo. “Creo que, en parte, es porque la Argentina tiene una historia atrás que le juega muy en contra. Y en otra parte porque no hay tanto entendimiento de la situación“.

“Ahora no hay razón para que te vaya mal porque estás haciendo las cosas bien. No es una casualidad antes y no es una casualidad ahora. La parte que nosotros explicamos del plan y por qué las cosas pasan es justamente para combatir ese escepticismo que después de tantos años tenemos los argentinos”, aseguró.

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