Una multitud de jubilados protestó ante la Quinta de Olivos, donde tuvo lugar el asado de la casta del que participaron el presidente Javier Milei y los diputados que le permitieron mantener el veto al ínfimo aumento jubilatorio.
Finalmente, el Presidente Javier Milei recibió a los 87 Diputados Nacionales que le permitieron ratificar el veto al aumento jubilatorio en la Quinta de Olivos, donde celebró un asado desde las 20 horas, que también incluyó a miembros de su gabinete.
Entre los participantes estuvieron los integrantes de las bancadas de La Libertad Avanza, el PRO y Mariano Campero, uno de los cinco radicales que dieron vuelta su voto tras una reunión con Milei.
Entre los presentes estuvieron legisladores como Gabriel Bornoroni, Alberto “Bertie” Benegas Lynch y Carolina Piparo (La Libertad Avanza), Oscar Zago (MID), Cristian Ritondo, Fernando Iglesias, Silvia Lospennato, Diego Santilli, Hernán Lombardi y Damián Arabia (todos del PRO); quienes se desplazaron desde el Congreso en una combi oficial.
En cuanto a los representantes del Poder Ejecutivo, además de Milei estuvieron presentes su hermana, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el vocero Manuel Adorni, entre otros.
Protesta de jubilados frente a Olivos
Mientras Milei agasajaba a los legisladores aliados, en los alrededores de la quinta presidencial se llevó adelante una movilización de jubilados, que protestaban tanto contra el veto al aumento jubilatorio como el asado que realizaba el mandatario.
Frente al ingreso presidencial de la Residencia de Olivos se agruparon distintos movimientos de jubilados, así como otras agrupaciones que expresaron su descontento con cacerolas y pancartas con distintas leyendas.
Uno de los carteles indicaba que “robar a los jubilados es un crimen social“, mientras que otro llevaba la leyenda “diputados vendidos y traidores“. “No más ricos por el hambre del pueblo“, rezaba otro.
Uno de los presentes indicó que “tendríamos que ser muchos más. Es una forma de empezar a protestar y salir a la calle“, mientras que otra manifestante remarcó que “es una vergüenza, se está burlando de nosotros que no podemos llegar ni siquiera al día diez y ellos comen un asado”.
“Va a haber un muerto y va a ser un jubilado, y capaz que soy yo porque yo me la voy a jugar por este pueblo… No puede hacer un asado para burlarse del pueblo“, completó.
Durante sus declaraciones a la prensa, también comentó que su marido ya no puede comprar los remedios para el corazón que necesita. Es que los jubilados no solo sufrieron un ajuste directo en sus haberes, sino que además el Gobierno de Javier Milei recortó la cantidad de remedios que cubre el Estado a través de PAMI.
La manifestación fue recibida por alrededor de 400 policías que rodearon las inmediaciones de la residencia presidencial. Cabe recordar que las protestas de jubilados vienen siendo reprimidas casi semanalmente desde que se anunció el veto.
El costo del asado con la casta
La decisión de celebrar un asado no solo generó críticas por el mensaje que el Presidente dio a la sociedad al celebrar el ajuste a los jubilados, sino que además generó dudas con respecto al costo que implicaría la jornada para el Estado y sobre cómo se pagaría.
Ante esta situación, Adorni explicó que “ante algunas versiones disparatadas sobre la cena que se realizará hoy en la Quinta de Olivos, les cuento que la misma será abonada por cada uno de los comensales. El costo será de $20.000 por persona y lo abonaremos con tarjeta de débito (no se aceptará pago en efectivo). Fin”.
Sin embargo, no ofreció más precisiones al respecto y aún no se sabe exactamente cómo se abonó esta suma y a qué cuenta fue transferido el dinero. Además, se trata de un coste relativamente bajo cuando se tiene en cuenta que un estudio reveló que el gasto por cabeza de un asado de estas características rondaría los 30 mil pesos (sin tener en cuenta otros gastos).
Preocupación por el financiamiento universitario
Cabe recordar que el Presidente también había adelantado que vetaría la ley de financiamiento universitario que recientemente sancionó el Congreso, algo que causa preocupación incluso dentro del oficialismo.
Es que el costo político de ajustar a las universidades se amplificaría luego de haber realizado un festejo de estas características. “Sería una vergüenza que estemos comiendo asado y el Presidente salga al toque con el veto a las universidades“, admitió un diputado libertario.
Curiosamente, no es el veto propiamente dicho lo que causa preocupación, sino el timing del mandatario. “Ojalá que no vete ahora“, indicó otro aliado del oficialismo. Es que la incomodidad no solo se extiende por La Libertad Avanza, sino también por el PRO, que votó junto al oficialismo en el Congreso y que también se cuentan entre los conducidos por Milei luego de su reunión con Mauricio Macri.
Uno de los legisladores de la bancada confesó que “hace meses estamos tratando de hacerle entender al gobierno que tiene que atender al problema de las universidades“, y analizó.
“El veto a los jubilados le salió barato, pero con las universidades puede ser distinto porque el conflicto va a escalar, te pueden tomar facultades y colegios y tenés un plan de lucha de docentes y estudiantes en 10 minutos”.
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En cuanto al asado, salvo por los liderados por Bornoroni, entre los demás bloques reconocen que no hay honor en organizar un festejo por ajustar a los jubilados. Aunque también un funcionario libertario comentó que la iniciativa “carece de lógica”.
“Aparte, tratan de estúpidos a los argentinos diciendo que los diputados se van a pagar cada uno el asado”, continuó, al tiempo que opinó que “no hay nada que festejar”. “Se empieza a terminar la relación con la gente, sacando el núcleo duro”, aseveró una fuente oficialista, “los insultos a los diputados y senadores que tratás de ratas, a la larga, agotan y más todavía si después los invitás a un asado“.
