Si bien por estos días las principales portadas de los medios están abocadas a la segunda ola de coronavirus en el país y los cruces entre Nación y Ciudad por las restricciones, a un ritmo firme y constante Martín Soria avanza para construir los consensos necesarios en torno a la modificación de la ley del Ministerio Público.
Lo viene haciendo dentro del ámbito de la Justicia y ahora, tras un acuerdo con Sergio Massa, irá el jueves a la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados para buscar puntos de acuerdo con la oposición. “Estamos en acción”, lanza en cada reunión que tiene desde que asumió como ministro de Justicia hace apenas dos semanas.
Soria quiere que su gestión, a diferencia de lo que fue hasta ahora, tenga una impronta proactiva y buscar consensos para avanzar con leyes que reformen la Justicia. Su primer gran objetivo y que el Gobierno considera fundamental es conseguir la ley que le permitirá sacar al procurador interino Eduardo Casal y lograr nombrar a uno definitivo. Ese nombre, de acuerdo a la intención de Alberto Fernández, es Daniel Rafecas.
Desde que asumió su cargo hace tres semanas avanzó con el fin de construir consensos en reuniones con el presidente de la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal de la Nación, Carlos Rívolo, quien si bien no es crítico del trabajo de Casal, sí coincide en que hay que nombrar un “procurador definitivo”.
Coincidió con la reforma que está esperando su aprobación en Diputados en que el cargo de Procurador General debe dejar de ser vitalicio para pasar a ser un mandato temporal “que permita la alternancia para poder desarrollar políticas criminales y programas institucionales más ágiles y eficientes”.
Rívolo también estará el jueves en la comisión y se comprometió a llevar observaciones al proyecto. Vale recordar que Rívolo es sindicado por el kirchnerismo junto a Pleé y Moldes como fiscales que, en sintonía con el macrismo, presionaron a Alejandra Gils Carbó para que renunciara a su cargo de Procuradora.
También encontró puntos de acuerdo con 15 fiscalas nacionales y federales que le propusieron al funcionario incorporar la agenda de género en la ley del Ministerio Público Fiscal, además de avanzar con iniciativas que busquen el equilibrio de género entre los fiscales de todo el país. El país tiene un 30% de fiscalías vacantes, lo que vuelve más deficiente la administración de justicia, y todos los jefes de fiscales son hombres.
En ambos encuentros, Soria fue tajante respecto a las críticas que le manifestaron acerca de un posible cogobierno entre el Ministerio Público Fiscal y Comisión Bicameral. “No hay ninguna posibilidad de que eso suceda”, aseguró de modo tajante para disipar dudas y prometió que se avanzará con los cambios necesarios para asegurar de que eso no suceda y respetando el artículo 120 de la Constitución Nacional, que es el que regula las pautas básicas del funcionamiento de este órgano.
De hecho, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) analizó el proyecto de reforma y advirtió: “Las facultades que le otorga a la Comisión Bicameral afectan directamente la independencia y autonomía del Ministerio Público Fiscal consagrada en el art. 120 de la Constitución Nacional”.
El "Efecto Soria"
Entre cifras récord de muertes y contagios diarios por coronavirus, los cruces en el AMBA por las clases presenciales y los casi 5 puntos de inflación de marzo, la Justicia da noticias que el Gobierno celebra con moderación como el que sobreseyó a Cristina Kirchner y a Axel Kicillof de la causa dólar futuro.
“El efecto Soria”, lanza con sorna ante las preguntas de quienes especulan con asociar esas decisiones judiciales con su asunción.
Haya o no una relación, lo cierto es que los últimos fallos que en el Gobierno son leídos como guiños y hasta se habla de reacomodamientos propios de algunos jueces a quienes en el mundo judicial apodan “omisos y sumisos". Un fiscal lo describe así: "Suelen ser corporativos, pero como lo único que les importa es progresar en los cargos van hacia donde vuela el viento".
Soria asumió con el respaldo tanto del presidente Alberto Fernández como de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Sus denuncias contra la mesa judicial de Mauricio Macri y sus duras críticas contra el 'lawfare' en Argentina le valieron el visto bueno del principal sector de la coalición oficialista.
El Presidente está al tanto de las reuniones antes mencionadas, y de las que no trascienden a la esfera pública, y días atrás, en un encuentro que mantuvo con Soria en Casa Rosada, le manifestó: “Me están hablando muy bien de vos y del trabajo que estás haciendo para conseguir consensos”. La vocación de diálogo es una aptitud que Fernández pondera para su gestión.
El trabajo de Soria si bien es ponderado por el Presidente y es importante para consensuar iniciativas, luego llegará el momento de los acuerdos entre el Frente de Todos y los bloques opositores en la Cámara de Diputados, donde la iniciativa quedó trabada tras la media sanción en el Senado.
Este medio consultó a distintos legisladores y, por el momento, pareciera que no hay voluntad de tratarla. Más allá de eso, parece difícil que salga como está, al menos con la actual composición de la cámara. En un año electoral, el Congreso entra en una dinámica más lenta, pero un sector del oficialismo estima que puede llegar a salir antes de los comicios.
En el Frente de Todos aseguran que la prioridad pasa hoy por acelerar la campaña de vacunación y por consensuar la iniciativa que busca postergar un mes las PASO. Por su parte, la oposición no está dispuesta a acompañar la ley como está.
Además de coincidir en las críticas que fiscales y analistas de la norma hacen sobre artículos que afectan la autonomía al Ministerio Público, también muestran rechazo al cambio de las mayorías necesarias para elegir al procurador general de la Nación y al defensor general, eliminando los dos tercios por la mayoría absoluta de los integrantes de la cámara alta.
A sabiendas de las dificultades y obstáculos que la reforma exhibe para avanzar, Soria manifestó en sus reuniones con fiscales, y lo hará el jueves en Diputados, que buscará “alcanzar la mejor ley posible”.
Es decir, se abre a la posibilidad de realizar modificaciones. Un experimentado legislador describe a Soria como “un jefe político y militante las 24 horas” por lo que “sí tiene la convicción de que la reforma sea ley, lo va a lograr”.