Miles de manifestantes toman las calles de Perú reclamando la liberación de Castillo y el llamado a elecciones

Perú vive horas críticas desde la destitución y detención de Pedro Castillo y el nombramiento de parte del Congreso de Dina Boluarte como nueva presidenta. La tensión por la remoción del ex maestro rural, sumada a la negativa de Boluarte a adelantar las elecciones, despertó fuertes protestas y cortes de rutas en todo el país.

Miles de personas tomaron las calles en varias ciudades de Perú este jueves para exigir nuevas elecciones y la liberación del expresidente Pedro Castillo, detenido bajo acusación de rebelión y conspiración por la fiscalía peruana.

En menos de 24 horas, las protestas fueron en aumento después de que el Congreso, dominado por la derecha, destituyera al izquierdista Castillo el miércoles y asumiera el mando del país la vicepresidenta Dina Boluarte, a quien los manifestantes pro-Castillo acusan de “traidora“.

Castillo intentó disolver el Poder Legislativo e instaurar un régimen de excepción para gobernar por decreto, pero sus órdenes fueron desacatadas por el Congreso y las Fuerzas Armadas, lo que apresuró su vacancia (remoción) y posterior detención.

El juez supremo peruano Juan Carlos Checkley ordenó este jueves siete días de detención preliminar para el expresidente.

La detención de Castillo generó un creciente malestar en un sector de la sociedad peruana. Si algo une a los “castillistas” de aquellos ciudadanos no simpatizantes de su gobierno es el completo descreimiento hacia el Congreso. En Perú, todos los poderes del Estado carecen de la confianza de la ciudadanía.

Si la destitución del ex maestro rural no indignó a la sociedad en su conjunto, la reafirmación del poder parlamentario despertó mayores malestares.

Finalmente, el descontento se encendió cuando Boluarte anunció que no adelantaría las elecciones hasta nuevo aviso, y la respuesta de los partidarios de Castillo se hizo escuchar en diversos puntos del país.

La capital de Perú, Lima, se convirtió en escenario de manifestaciones en favor del exmandatario, y en otras ciudades como Ayacucho, Huancavelica, Puno y Juliaca se produjeron movilizaciones cuyas consignas iban desde el reclamo de la renuncia de Dina Boluarte y el adelanto de elecciones hasta el pedido de liberación de Pedro Castillo y el cierre del Congreso.

Desde la noche del jueves, varios manifestantes bloquean la Ruta Nacional , concretamente los kilómetros 274 y 299, valiéndose de piedras y quemas de neumáticos.

Se trataría, mayormente, de trabajadores de empresas agroexportadoras que desconocen a Boluarte como presidenta, reclaman el cierre del Parlamento y el llamado a nuevas elecciones generales.

Por su parte, partidos políticos y movimientos sociales de Perú se manifestaron también en demanda de una Asamblea Constituyente y nuevas elecciones con el objetivo de superar la crisis política que vive el país suramericano.

Estas organizaciones no aceptan la tregua que pidió Boluarte a los grupos de oposición porque señalan que aplicaría políticas que no favorecerán a las clases populares.

Medios locales peruanos reportaron que este jueves ciudadanos y militantes de base llevaron a cabo varias manifestaciones en distintas zonas del país, como son la carretera Panamerica Sur, Ica, Arequipa y Tacna.

En redes sociales se difundieron videos donde puede observarse que agentes policiales arremetieron contra manifestantes que estaban concentrados la noche de este jueves en la Plaza San Martín, ubicada en el centro histórico de Lima.

En la capital, una protesta de cerca de un millar de personas marchó hacia el Parlamento, donde fue dispersada por la policía con gases lacrimógenos y donde se produjo la detención de al menos tres manifestantes.

“¡Pedro Castillo, Perú está contigo!” y “¡Si no hay liberación, habrá revolución!” coreaban durante el recorrido de unas diez cuadras por el casco histórico de la capital, que era custodiado por las autoridades.

La movilización fue controlada por las fuerzas de seguridad ya entrada la noche, luego de que los manifestantes incendiaran algunas barreras de control de tráfico vehicular.

Boluarte en un campo minado

Mientras tanto en su primer día de presidencia, Boluarte, una abogada de 60 años, recibió a líderes de las bancadas derechistas en el Congreso en busca de un consenso para formar un nuevo gobierno.

Perú lleva dos días sin gabinete ministerial dado que todos los ministros de Castillo habían renunciado en cascada en rechazo a lo que consideraron un “autogolpe”.

¿Asilo en México?

Entretanto, Castillo, que permanece recluido en el penal limeño de Barbadillo, ha ratificado su solicitud de asilo a México.

El ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, ha confirmado la noticia en un tuit, en el que también afirma que “han iniciado consultas con las autoridades peruanas“.

El propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este jueves que Castillo había pedido asilo a su país antes de ser detenido y aseguró que esperará unos días para reconocer a la nueva jefa de Estado, Dina Boluarte.

López Obrador dijo que Castillo se contactó con la embajada mexicana en Lima, donde tenía previsto asilarse, pero fue interceptado antes de llegar al lugar.

Seguramente ya tenían intervenido su teléfono“, señaló el mandatario mexicano, que relató que “lo detuvieron de inmediato“.

“Al poco tiempo tomaron la Embajada con policías y también con ciudadanos“, dijo López Obrador en su conferencia de prensa diaria, en la que aseguró que le pidió al ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que hablara con el embajador mexicano en Perú, Pablo Monroy, para que le abrieran la puerta.

El presidente mexicano demandó a las autoridades peruanas que “respeten los derechos humanos de Castillo” y “se proteja a su familia“.

El gobernante manifestó que Castillo fue víctima de un “golpe blando” en el que, a su juicio, participaron medios de comunicación y las “élites económicas y políticas” peruanas.

“Es importante recoger la lección, porque esto se está aplicando en distintas partes, son golpes blandos, ya no es la intervención militar, es ir con el control de los medios de información que manejan los oligarcas de los países“, manifestó.

Denunció que el objetivo de estas maniobras es:

“Ir socavando a las autoridades legal y legítimamente constituidas, más si se trata de gente sufrida del pueblo, o que quiere hacer algo en beneficio del pueblo y no pertenece a las élites”.

“La antidemocracia no se resuelve con antidemocracia”

En términos similares se expresaron los presidentes de Venezuela y Colombia, Nicolás Maduro y Gustavo Petro -respectivamente- y el expresidente boliviano Evo Morales.

A pesar de su apoyo institucional al depuesto presidente, Petro no ahorró críticas contra la forma en que Castillo intentó resolver la crisis peruana: “La antidemocracia no se combate con antidemocracia“, dijo en una larga serie de tweets.

Señaló que Castillo “no logró la movilización del pueblo que lo eligió, se dejó llevar a un suicidio político y democrático“, y sentenció:

“Lo que significa separarse del pueblo: la derrota. Una transformación democrática de un país implica la plena movilidad de su sociedad. Separarse del pueblo y pensar el gobierno como un simple ejercicio tecnoburocrático, no lleva sino a la derrota histórica“.

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