Donald Trump asumió como presidente de los Estados Unidos y confirmó el endurecimiento de las políticas migratorias, así como el establecimiento de medidas proteccionistas, en un discurso en el que aseguró que quiere cambiarle el nombre al Golfo de México, tomar el control del Canal de Panamá y expandir la influencia estadounidense hasta Marte.
Este domingo 20 de enero, Donald Trump asumió como el 47° presidente de Estados Unidos, dando inicio a su segundo mandato en la Casa Blanca tras la salida del demócrata Joe Biden.
Ya como líder del Poder Ejecutivo, el republicano emitió su primer discurso en el que adelantó cómo serán las políticas de su gestión y luego firmó 78 ordenanzas ejecutivas en las que confirmó el endurecimiento de las políticas migratorias y el cobro de aranceles a países limítrofes para proteger a la industria estadounidense.
Durante su alocución, adelantó que pretende apoderarse del Canal de Panamá y cambiar el nombre del Golfo de México por “Golfo de América“. Entre sus primeras medidas, también se destaca el indulto a los responsables del asalto al Capitolio en 2021.
Entre los presentes estuvo el mandatario argentino Javier Milei, quien destacó la figura del republicano y lo calificó como un defensor de los valores de occidente y la “libertad”, aunque no se refirió al establecimiento de medidas proteccionistas.
El primer discurso de Trump
“Pondré a Estados Unidos primero”
Durante sus palabras inaugurales, Trump prometió una nueva “edad dorada” para el país, asegurando que “prosperará y será respetado de nuevo en todo el mundo”. “Simplemente pondré a Estados Unidos primero“, adelantó.
Asimismo, prometió “recuperar la soberanía“, “restaurar la seguridad” y “terminar con el uso del Departamento de Justicia y de nuestro gobierno como armas“. En una referencia a las políticas internacionales de la gestión anterior, comentó que:
“Tenemos un gobierno que ha brindado financiamiento ilimitado para la defensa de fronteras extranjeras, pero se niega a defender las fronteras estadounidenses“.
“A partir de este momento, el declive de Estados Unidos se ha terminado“, lanzó, “nuestras libertades y nuestro glorioso destino nacional ya no serán negados”. También hizo referencia al intento de magnicidio perpetrado en su contra durante la campaña: “Dios me salvó para hacer a América grande nuevamente“.
Más adelante, explicó algunas de las medidas que llevará adelante durante su gestión. “Firmaré una serie de órdenes ejecutivas históricas“, comentó.
Militarización de la frontera sur
En primer lugar, anunció que “declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur” y adelantó que “Toda entrada ilegal será detenida de inmediato“. “Comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron” y prometió reinstaurar su política de “Permanecer en México”.
“Enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país“, comentó, al tiempo que prometió que “designaremos a los carteles como organizaciones terroristas extranjeras” y explicó que utilizará la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
La normativa en cuestión permite al gobierno norteamericano expulsar a foráneos sin proceso legal. Ya había sido utilizada durante el Gobierno de Franklin D. Roosevelt (1933-1945) para crear campos de internamiento para ciudadanos de origen japonés en territorio estadounidense.
“Instruiré a nuestro gobierno para que use todo el inmenso poder de las leyes federales y estatales para eliminar la presencia de todas las redes de pandillas criminales extranjeras, que traen un crimen devastador a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y áreas urbanas”, completó.
Petróleo, energía e industria nacional
Por otro lado, prometió “derrotar lo que fue una inflación récord y reducir rápida y drásticamente los costos y los precios”. “La crisis inflacionaria fue causada por el gasto masivo y el alza incesante de los precios de la energía“, comentó, por lo que “declararé hoy una emergencia energética nacional“.
Con esta medida, aseguró que pretende que Estados Unidos vuelva a ser “una nación manufacturera” e indicó que el país tiene “la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país en la Tierra, y vamos a usarla”.
En este contexto, prometió que “bajaremos los precios, llenaremos nuestras reservas estratégicas de nuevo, hasta el tope, y exportaremos energía estadounidense a todo el mundo”. En paralelo, prometió el fin del Nuevo Pacto Verde y la revocación del mandato de vehículos eléctricos para impulsar a las automotrices estadounidenses.
Asimismo, prometió que “gravaremos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos” y adelantó que “estamos estableciendo el Servicio de Ingresos Externos, que recaudará todos los aranceles, derechos y tributos“.
Rebautizar el Golfo de México y controlar el Canal de Panamá
Más adelante, aseguró que “construiremos las fuerzas armadas más fuertes que el mundo haya visto” aunque aseguró que “mi legado más orgulloso será el de ser un pacificador y unificador”. Sin embargo, más adelante insistió en que “cambiaremos el nombre del Golfo de México al Golfo de América”
En cuanto al Canal de Panamá, cuestionó la decisión de entregar al país de Panamá y opinó que “hemos sido tratados muy mal con este regalo insensato que nunca debió haberse hecho“.
“La promesa de Panamá hacia nosotros se ha incumplido”, lanzó, y cuestionó que “a los buques estadounidenses se les está cobrando tarifas excesivas“. Más allá de lo irónico de sus declaraciones con respecto a las tarifas, retomó su discurso contra China.
“China está operando el Canal de Panamá, y nosotros no se lo entregamos a China, se lo entregamos a Panamá. Y lo vamos a recuperar“, lanzó durante su alocución. Se trata de una afirmación curiosa, ya que China dista de ser el único país que opera en el canal.
Trump también blanqueó sus intenciones expansionistas y adelantó que la expectativa abarca incluso el espacio exterior. “Perseguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas, enviando astronautas estadounidenses a plantar la bandera de las barras y estrellas en el planeta Marte“, lanzó.
“Seremos prósperos, estaremos orgullosos, seremos fuertes y ganaremos como nunca antes. No seremos conquistados, no seremos intimidados, no seremos quebrantados y no fracasaremos. A partir de hoy, los Estados Unidos de América serán una nación libre, soberana e independiente”, cerró.
Las respuestas de Panamá y México
Como era de esperar, las declaraciones de Trump no fueron bien recibidas por los mandatarios de Panamá y de México. Ante la intención de cambiarle el nombre al Golfo de México, la presidenta Claudia Sheinbaum prometió “no agachar la cabeza” ante su homólogo estadounidense.
“México no tiene por qué agachar la cabeza, sentirnos menos, si somos un país grandioso, una potencia cultural, y las y los mexicanos somos un pueblo trabajador, honesto, somos fraternos, solidarios, tenemos mucho que presumir ante el mundo entero. Entonces la relación con Estados Unidos tiene que ser entre iguales“, explicó.
Además, remarcó que “mi papel es ser representante de este pueblo grandioso, entonces nuestra relación con Estados Unidos será de iguales, y siempre en defensa de los mexicanos que viven en ese país“.
Por su parte, el mandatario panameño José Raúl Mulino remarcó que “no hay presencia de ninguna nación del mundo que interfiera con nuestra administración” y señaló que “el Canal no fue una concesión de nadie, fue el resultado de luchas generacionales que culminaron en 1999, producto del tratado Torrijos-Carter”.
“El Canal es y seguirá siendo de Panamá y su administración seguirá estando bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente”, completó.
Al respecto, cabe recordar que la obra fue construida por Estados Unidos e inaugurada en 1914. Sin embargo, se traspasó de forma total al país el 31 de diciembre de 1999 a partir de dicho tratado (que había sido firmado el 7 de septiembre de 1977 junto al presidente estadounidense, Jimmy Carter).
Impuestos, migración y detenidos por el asalto al Capitolio
Tras su discurso, Trump firmó sus primeras 78 órdenes ejecutivas, con las que revocó varias iniciativas creadas por el gobierno de Biden para a promover la equidad racial, combatir la discriminación de género y enfrentar el cambio climático.
También restituyó la prohibición sobre el servicio abierto de personas transgénero en las fuerzas armadas de Estados Unidos, que había sido implementada durante su primer mandato.
Por otro lado, el país dejará de reconocer la ciudadanía de los niños nacidos en territorio estadounidense cuyos padres sean inmigrantes sin estatus legal, al tiempo que se declaró una “emergencia nacional” en la frontera con México en el marco de las políticas contra la inmigración.
Previo a su asunción, Trump ya había puesto fin al uso de la aplicación CBP One, una plataforma que había permitido que alrededor de un millón de personas pudiera entrar legalmente al país con derecho a trabajar.
Trump también ordenó el retorno de los empleados federales al trabajo presencial y el fin del trabajo remoto en la administración estatal, y congeló las contrataciones estatales (salvo las relacionadas con el ejército).
Asimismo, firmó una carta dirigida a las Naciones Unidas para formalizar la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima y oficializó la suspención temporal de las restricciones a TikTok. Además, ordenó la retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Emitió una proclamación presidencial para indultar a las 14 personas acusadas de crímenes vinculados al motín en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021. Además, la proclamación otorgó indultos generales “a todas las demás personas condenadas por delitos relacionados con los eventos ocurridos en o cerca del Capitolio el 6 de enero de 2021″.
Asimismo, anuló la decisión de última hora del Gobierno de Joe Biden de retirar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, informó la Casa Blanca, y firmó una orden para declarar los carteles de la droga como grupos terroristas.
Aunque no firmó una orden al respecto, Trump adelantó que Estados Unidos aplicará aranceles del 25% a México y Canadá a partir del 1 de febrero. “Están permitiendo (el ingreso) un enorme número de personas. Canadá también abusa fuertemente, grandes cantidades de gente viniendo, y de fentanilo llegando”, fue su argumentación al respecto.
Elon Musk y ¿un saludo nazi?
Lo cierto es que la asunción del mandatario estuvo marcada por una inusual presencia de los empresarios más ricos del mundo, particularmente centrados en el mercado de plataformas y el sector tecnológico.
Entre ellos estuvieron Elon Musk (dueño de Tesla, SpaceX y X, y flamante titular del Departamento de Eficiencia Gubernamental), quien estuvo presente durante toda la campaña de Trump y fue un impulsor activo de su candidatura.
También estuvieron el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, junto a su esposa, Priscilla Chan, y el CEO de Amazon (y el dueño del diario The Washington Post), Jeff Bezos, quien estuvo acompañado de su prometida, Lauren Sánchez.
Detrás de ellos se podía ver al CEO de Google, Sundar Pichai; el de Apple, Tim Cook, y el de TikTok, el singapurense Shou Zi Chew. La presencia de este último fue sorpresiva, si se tiene en cuenta que TikTok había dejado de funcionar en Estados Unidos, pero Trump prometió “salvar” a la aplicación para que siga activa en el país.
Sin embargo, quien se llevó todas las miradas al final del día fue el dueño de Tesla y SpaceX, quien en su presentación en el estadio Capital One ante 20.000 seguidores de Trump cerró el acto levantando su brazo derecho, un gesto similar al saludo nazi.
Primeros gestos del Gobierno de Javier Milei
Entre los presentes durante la asunción también estuvieron varios jefes de Estado, entre ellos, Javier Milei. Luego del acto, la Oficina del Presidente publicó un comunicado en el que calificó a Trump como “un ejemplo mundial en la lucha contra la casta política”.
Además, destacó que “demostró los efectos positivos de la reducción de impuestos y la eliminación de regulaciones“. El comunicado omitió hablar de las medidas proteccionistas que anunció el republicano, pero aseguró que “se une a la batalla cultural que, desde la República Argentina, venimos dando”.
Desde Casa Rosada también agradecieron que Milei hayas sido “invitado de honor a la inauguración presidencial en el Capitolio de Washington D.C., junto a otros líderes mundiales” y recordaron que:
“Desde el 10 de diciembre de 2023, este Gobierno ha adoptado una clara postura, alineándose con los Estados Unidos de América, un compromiso que continuará y se profundizará en esta nueva etapa. Que las Fuerzas del Cielo nos acompañen”.
Por su parte, el propio Milei insistió en que buscará firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos este año durante una charla con empresarios en el marco de su gira norteamericana y a través de sus redes sociales aseguró que el nuevo mandato de Trump es “un momento histórico para los Estados Unidos y para todo el mundo libre”.
Asimismo, puso a Argentina a disposición “para defender los valores que hicieron a Occidente la máxima hazaña civilizatoria de la historia de la humanidad”. “Que Dios bendiga a los argentinos y a los estadounidenses, que las fuerzas del cielo nos acompañen y que todo el mundo sepa que todo marcha acorde al plan“, completó.