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viernes, marzo 29, 2024

Pese a las amenazas de la dirigencia nacional, Juntos por el Cambio se quebrará en varias provincias

Pese a que los jefes partidarios de Juntos por el Cambio intentan mantener la unidad de la alianza opositora, ya son dos las provincias donde el quiebre parece inevitable. Mientras tanto, los conflictos en otros distritos amenazan con frustrar las aspiraciones electorales de la oposición.

Las miradas más pesimistas en Juntos creen que si no se resuelven las internas, las provincias que creían ganadas o con serias chances de conseguir el triunfo podrían ser escenarios de derrota y frustración en las próximas elecciones.

Tras el clima triunfalista por la victoria en 19 provincias en las elecciones legislativas de 2021, el panorama se complicó en varios distritos como Tucumán, Chubut, Salta, Córdoba y Río Negro.

En JxC ya se sabe que tendrá, al menos, dos rupturas provinciales.

Río Negro y Neuquén son los dos territorios ya prácticamente perdidos. Chubut será central al igual que Mendoza para así intentar evitar la caída del castillo de naipes.

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"Una amenaza inaplicable"

Para intentar contener los conflictos y procurar la unidad de la coalición, los jefes de los partidos miembros, Patricia Bullrich (PRO), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto (Peronismo Republicano) se reunieron este miércoles y amenazaron con una expulsión inaplicable para los dirigentes díscolos.

La reunión de los presidentes de los partidos no aclaró el panorama y dejó gusto a poco. Sólo ratificó el acuerdo electoral sellado el año pasado y adviritó sanciones para quienes decidan ir por fuera, no dejándolos usar el sello de Juntos por el Cambio o similares.

La "expulsión" de la alianza sería una medida un tanto ridícula si el candidato en cuestión ya eligió competir por fuera de Juntos y en definitiva se auto expulsó.

En el seno de Juntos se quejan de que la Mesa Nacional llega tarde a los conflictos y se mete una vez que explotaron, ya que los jefes partidarios se reunieron recién luego de varias semanas del conflicto desatado en Río Negro y en Neuquén, en donde el frente opositor se rompió por acuerdos locales.

Otras provincias como Córdoba, Chubut, Tucumán y Salta atraviesan situaciones críticas en las que los dos partidos principales socios del frente (PRO y UCR) no se ponen de acuerdo para definir un candidato sin la herramienta de las PASO. Y en Mendoza, donde hay primarias, los radicales temen que Omar de Marchi, del PRO vaya por afuera de Juntos.

Las provincias perdidas

En Neuquén, la batalla ya se dio por perdida y la marca quedará para la fórmula integrada por el radical Pablo Cervi, de Evolución, y Jorge Taylor, un macrista que se incorporará como extrapartidario.

En esta provincia los rupturistas serán los del PRO que ya decidieron ir, con el sello del partido, como colectora de Rolando Figueroa, un ex Movimiento Popular Neuquino.

Al ser este espacio el que decidió apartarse del reglamento, tendrá vedado el uso de las palabras "Juntos" y "Cambio". Cervi, en tanto, mantendrá la marca por haber mantenido el plan original de la coalición que se sostuvo en acuerdo con la CC-ARI.

Desde el radicalismo neuquino pidieron quedarse con el sello de la alianza y desde el PRO no hubo objeciones. El macrismo, junto a Nuevo Compromiso Neuquino y el radical Juan Peláez, optaron por un nuevo camino detrás de Figueroa. Peláez renunció a la conducción de la UCR local por lo tanto no llevará la marca boina blanca.

La ruptura no fue muy comprendida por los que se quedaron en la alianza dados los números de las encuestas. Figueroa mide cerca de 22% y Juntos por el Cambio, unido, unos 20 puntos.

Río Negro es otra de las provincias en la que la alianza ya se partió. Para este sábado está convocada una reunión de la Convención radical provincial a las 9:30, en Viedma, para definir la adhesión o no al armado de Juntos Somos Río Negro que llevará como candidato a gobernador a Alberto Weretilnek, aliado nacional del Frente de Todos.

El órgano conducido por Marcelo Cascon terminaría de apartarse de Cambia Río Negro porque, se acusó, el armado cambiemita local no respetó las reglas acordadas a nivel nacional.

Los radicales de la provincia apuntaron sus críticas al tandem PRO–CC que conformó Cambia Río Negro sin permitir una interna abierta, eligiendo a dedo al candidato para la gobernación y excluyendo de la negociación al radicalismo. El elegido es el amarillo Aníbal Tortoriello.

En la Convención no se peleará por el uso del sello de Juntos por el Cambio, el cual consideraron devaluado por culpa del macrismo en la provincia.

Con esas dos provincias perdidas, la dirigencia nacional opositora está sumamente preocupada por lo que pase en Chubut y después en Mendoza.

Ignacio Torres, el candidato del PRO para la gobernación chubutense, participó de la reunión de este miércoles y pidió internas abiertas.

Gerardo Morales se comprometió a conversar con Damián Biss, referente radical con las mismas pretensiones, pero los primeros diálogos no llegaron a buen puerto.

“Parece que algunos referentes de jxc anduvieron haciendo pucherito en Bs As para que la mesa nacional saque un comunicado intrascendente e inaplicable”, tuiteó Manuel Pagliarioni, a quien describieron como el jefe de Biss.

Este mensaje fue un claro misil teledirigido a los jefes partidarios de la alianza, que a nivel nacional buscan dirimir las cuestiones provinciales, donde el valor del terruño pesa más que las alianzas nacionales.

En Córdoba, Luis Juez se niega a firmar un reglamento para ir a internas con el radical Rodrigo de Loredo y complica todo el armado de Juntos que podría enfrentar una nueva derrota en la provincia que vio nacer a Cambiemos.

En tanto que en Tucumán los radicales están partidos en tres: algunos apoyan Germán Alfaro, el candidato de Larreta y Bullrich; otros apoyan al diputado nacional Roberto Sánchez y otros juegan para el gobernador peronista Osvaldo Jaldo, que tiene a varios radicales nombrados en el Ejecutivo.

Mientras tanto, en Mendoza el radicalismo apunta contra Omar de Marchi por querer romper Cambia Mendoza para armar un tercer frente electoral.

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