Se llevó adelante una nueva audiencia en la Megacausa Zona 5, en la que las querellas de H.I.J.O.S. Bahía Blanca y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación culminaron su alegato luego de siete jornadas de exposición por los delitos cometidos durante la última dictadura.
El 5 de diciembre se llevó adelante la centésima decimoséptima audiencia desde el inicio de la Megacausa Zona 5. El día viernes 13 de diciembre será la última audiencia del año, para luego entrar en el receso de la feria judicial hasta el día 3 de febrero del 2025.
Posteriormente, y en la misma jornada, inició su acusación la querella de la subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.
Fallecido y condenado
La querella compuesta por las abogadas Mónica Fernández Avello y Anahí Junquera, comenzaron la audiencia poniendo en conocimiento que, debido al fallecimiento en los últimos días del único imputado del servicio penitenciario en la Megacausa, el genocida Héctor Luis Selaya, no iban a proceder al detalle de los hechos ya que se extinguió la acción penal contra él.
Sin embargo, fueron contundentes al expresar que, “en cuanto a las víctimas de Selaya en este juicio que sufrieron torturas, vejaciones y violaciones, sólo nos resta decirles que el mismo murió con condena firme en causas anteriores a esta”.
Personal de sanidad al servicio del exterminio
Posteriormente se refirieron al personal de sanidad imputado en esta causa, que incluye al excapitán medico Luis Humberto Fortunato Adalberti y al exsargento enfermero Adalberto Osvaldo Bonini.
Desde el inicio de los juicios -y anteriormente, en tiempos de impunidad- las víctimas siempre han referido haber sido “atendidas” por personal de sanidad en los lugares de secuestro, que podrían ser médicos o enfermeros.
“Los actos (torturas) desarrollados sobre las víctimas, tornaban necesario el requerimiento de especialistas con conocimientos médicos o en enfermería, con el fin de lograr que sobrevivan la tortura para seguir torturándolos”, y así conseguir nueva información y nuevos secuestrados.
“El acto médico en este caso no tiene la finalidad primordial que es conservar y enriquecer la salud y la vida, curar o aliviar las enfermedades y la recuperación del paciente, sino que el único fin era prolongar su agonía, mantenerlo en condiciones de que pueda seguir siendo torturado”, expresó la querella.
Asimismo, es importante destacar que las mujeres que tuvieron sus bebes en el centro clandestino La Escuelita, fueron atendidas por personal con conocimientos sanitarios. “Varios testigos declararon que Izurieta y Romero de Metz (ambas embarazadas) eran controladas por un médico.” remarcaron.
En síntesis, el plan de exterminio no hubiese sido posible de no contar con todo un engranaje para ese fin, que incluía la asistencia sanitaria, como ocurrió en La Escuelita y en los Centros Clandestinos de todo el país.
Para el excapitán medico Humberto Luis Fortunato Adalberti, quien está acusado por delitos de Lesa Humanidad contra 139 víctimas (entre ellos, los dos bebes nacidos en cautiverio en La Escuelita), la querella solicitó prisión perpetua, al igual que la fiscalía.
Igual pena fue solicitada para el ex sargento enfermero Adalberto Osvaldo Bonini, quien está acusado por los delitos cometidos contra 127 víctimas, incluyendo los dos niños nacidos en cautiverio, que aun permaneces desaparecidos.
La bonaerense de la dictadura
Tal como lo reconoció tempranamente el General Acdel Vilas, las policías estaban bajo el control operacional del Comando 5to. Cuerpo de Ejército, que “era la máxima autoridad policial al que se subordinaban los otros organismos policiales, poseían capacidad operativa autónoma y podían actuar por propia iniciativa. Poseían un grupo operativo formado por Loncon, Noel, Salinas y Kussman”.

De dicha patota de calle, Pedro Noel y Jesús Salinas, ambos fueron condenados en juicios anteriores a prisión perpetua, por torturas desapariciones y asesinatos. Loncon falleció antes de llegar a juicio y en la Megacausa se está juzgando a Claudio Kussman.
Kussman, personaje violento, oscuro e histriónico, se destacó en este juicio por su gran verborragia, declarando incontables veces, repartiendo agravios a víctimas, querellas, fiscales y jueces y hasta profiriendo amenazas sin tener ningún tipo de limite, ni propio ni del tribunal. No fue el único exacerbado en sus puestas en escena durante este particular juicio.
Para la querella su actuación en los delitos que se lo juzgan (secuestro, tortura, desaparición y homicidio) ha quedado ampliamente demostrada, al igual que la de sus camaradas condenados, por lo que solicitó también, la pena de prisión perpetua.
Atenuantes ninguno, agravantes muchos
A la hora de expresar si existía la posibilidad que la justicia concede de considerar algún tipo de atenuantes ante estos delitos que se juzgan, la doctora Mónica Fernández Avello expresó:
“Es obvio que no existieron condicionantes de edad, de educación, de miseria o dificultad para ganarse el propio sustento que los hubiera compelido a cometer los hechos que cometieron. Es más, como otros dignos y honestos militares patriotas lo hicieron, de no coincidir con los objetivos y los métodos aberrantes del proceso cívico militar, pudieron haberse rebelado, disentido, hasta inclusive ponerse a resguardo y denunciar las atrocidades. Algunos lo hicieron. Quiere decir que era posible. Quienes están hoy aquí enjuiciados y acusados, no lo hicieron porque no quisieron, porque se sintieron y fueron parte consciente y voluntaria del horror”.
En cuanto a los agravantes, expresaron que “sí, por el contrario, computa esta querella, agravantes en todos los casos, principalmente respecto de la extensión del daño causado como asimismo la ausencia de arrepentimiento respecto de los hechos materia de juzgamiento”.
“Ningún acusado en este juicio se dispuso a brindar información fehaciente y concreta sobre los desaparecidos, el destino de sus cuerpos o sobre los recién nacidos apropiados”, agregaron, y continuaron:
“El genocidio es ante todo un proceso que se da en el tiempo y que no culmina en el momento del exterminio; de hecho, el aniquilamiento es una de las etapas más avanzadas, pero no necesariamente la última. En ese sentido, al no haber podido acceder los familiares de las víctimas a la información respecto al paradero de los desaparecidos y de los bebés nacidos en cautiverio, el crimen continúa ejecutándose. Por ello jamás aceptaremos su retórica de edad-impunidad porque ser viejos no les impide tener plena conciencia de su accionar pasado y porque están en pleno uso de sus facultades mentales”.
En cuanto al petitorio, la querella adhirió a las calificaciones legales y el pedido de pena solicitado por el Ministerio Público Fiscal, solicitando que los hechos sean calificados de genocidio.
Mirar la justicia con los ojos de las victimas
Para concluir, la abogada Mónica Fernández Avello cerró con un emotivo y contundente pedido de justicia. “Señores jueces, dijo el poeta Hamlet Lima Quintana“, comenzó:
“A veces me pregunto:
¿Como podrán dormir, hacer la digestión, beber un sorbo de buen vino,
mirar los hijos a los ojos, dar la mano?
A veces me pregunto:
¿Podrán sembrar alguna planta, acariciar un perro,
cuidar de los ganados, amar a sus mujeres,
darles los buenos días a los vecinos?
A veces me pregunto:
¿Podrán contar la plata que les queda, tener puntualidad en los pagos,
perdonar a sus deudores, alimentar proyectos a futuro, levantar una casa?
A veces me pregunto:
¿Recordarán los nombres y las fechas,
verán algún rostro, sabrán que hacían los domingos,
cómo amaban la vida, cómo cantaban diariamente?
A veces me pregunto:
¿Podrán soñar de noche sin turbarse, despertar sin tener la boca amarga,
matarse la conciencia, olvidar algún grito, quitar la sangre de sus manos?
Olvidarán que a algunos los lanzaron al mar,
como sembrando peces doloridos,
a otros les cruzaron el pecho con las balas hasta hacer estallar
las rosas de la sangre y a todos los cubrieron con oprobio,
con torturas, flagelaciones que duelen más allá que la muerte.
A veces me pregunto:
¿lograrán el olvido?
Confieso que yo ni un solo día he dejado de pensarlo
y exijo una forma que dignifique el alma,
provoque los regresos, devuelva algunos cuerpos,
castigue a los culpables, que así se dedicaron a prostituir la vida…”
“He de tomar para cerrar este alegato algunas de las palabras de nuestro compañero y abogado Pablo LLonto en el juicio “contraofensiva”
Señores jueces desde el 17 de febrero de 2022 durante casi tres años, han pasado por esta sala testimonios de barbarie, de dolor, de espanto…pero también pasaron por aquí las vidas de quienes no están y las vidas de quienes continuaron, continúan y continuarán reclamando justicia 48 años después.
Esta justicia -que quiere decir ustedes- debe mirar para atrás para que podamos mirar hacia adelante…esa mirada para atrás que les proponemos con las pruebas en la mano, Les pedimos que miren con los ojos de las víctimas esas pruebas. Pero también les pedimos que miren con los ojos de los victimarios estas pruebas…
Este alegato está elaborado gracias a la lucha inclaudicable de Ernesto Malisia, de Hugo Cañón, de Eduardo Hidalgo, de Noemí Labrune, de esas vidas que ustedes vieron sentadas acá hablando, y también de las que vieron por video en otros juicios anteriores porque ya murieron, de hijos e hijas de desaparecidos, de hermanas y hermanos de desaparecidos, de esposas de desaparecidos…
Nuestro compañero y abogado Carlos Slepoy, un gran hacedor de juicios aquí y en España siempre decía que la justicia es un horizonte, nosotrxs caminamos, caminamos y caminamos y está allá…Pero estamos llegando a ese momento. Y queremos que sepan que, en este camino hacia la justicia, hacia ese horizonte, atrás en el camino vienen nietos y nietas, vienen otras juventudes, viene otro pueblo que va a seguir reclamando justicia…como las víctimas en este juicio que creyeron en la fraternidad y en la solidaridad y que pedían como nosotras JUSTICIA.
Por la memoria y la verdad por las compañeras y compañeros detenidos desaparecidos y asesinados, por los y las sobrevivientes y sus familias venimos a SOLICITAR QUE SE HAGA JUSTICIA”, culminó ante un cerrado aplauso de todo el público presente.
Con los 30.000 siempre presentes
Seguidamente, al cierre de la querella de H.I.JO.S. y de la secretaría de Derechos Humanos, fue el turno del inicio de la última querella faltante en esta etapa, la subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, representada por las abogadas Verónica Bogliano, Alejandra García y el abogado Sebastián Metz.
“Es en búsqueda de la verdad, que tenemos la convicción y la necesidad de no dejar impunes los terribles crímenes cometidos durante la dictadura, por eso seguimos redoblando esfuerzos, estamos firmes, aportando desde nuestros saberes para que llegue la justicia y no tengamos que volver a vivir la estigmatización, persecución de personas y banalización de la vida que nos condujo a los delitos que hoy, estamos juzgando en este proceso“, explicaron.
“Consideramos que este juicio representa un homenaje a los y las 30 mil compañeras y compañeros detenidos desaparecidos”, expresó la querella luego de agradecer a víctimas sobrevivientes y equipos por su fundamental aporte.
Así comenzaba el alegato y el próximo viernes 13 de diciembre concluirá la querella de la Subsecretaría provincial, donde publicaremos un resumen con ambas audiencias, dejando de manera completa y no escindida la exposición.
Centésima decimoséptima audiencia de la Megacausa Zona 5 (5 de diciembre de 2024)
¿Cuándo continúan las audiencias?
La próxima audiencia se realizará el día viernes 13 de diciembre, desde las 9 horas, en la sede del Tribunal Oral Federal en Chiclana y Lavalle, cuando se continuará con el alegato de la querella de la subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires en lo que será la última audiencia del año.
El debate retornará sus habituales sesiones el día 3 de febrero de 2025, pasada la feria judicial de verano. Cabe recordar que los juicios son orales y públicos, y puede concurrir cualquier persona que así lo desee presentando su DNI.
Además, las audiencias se pueden observar en el canal de YouTube del Poder Judicial, de la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, y también en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en el Ágora Digital.