Megacausa Zona 5: La fiscalía detalló el rol de la Inteligencia y señaló que "Sierra conocía el destino final de las víctimas"

El Ministerio Público Fiscal se refirió a las responsabilidades de los imputados Osvaldo Lucio Sierra y Jorge Horacio Granada en el marco de la Megacausa Zona 5.

El pasado miércoles 7 de agosto se llevó adelante la decimoquinta jornada de alegato a cargo del Ministerio Público Fiscal en una nueva audiencia de la Megacausa Zona 5, que se lleva adelante por delitos de Lesa humanidad en la ciudad de Bahía Blanca.

La audiencia número 103 de la causa estuvo signada por la descripción de las responsabilidades de imputados, oficiales y suboficiales que cumplieron funciones en el ámbito del Comando V Cuerpo de Ejército. En esta oportunidad la fiscalía se ocupó de lo concerniente a la responsabilidad de Osvaldo Lucio Sierra y Jorge Horacio Granada.

La secuencia delictiva sistemática

La fiscalía comenzó haciendo un resumen de lo tratado en las últimas exposiciones, y recordando que:

“El patrón sistemático en la secuencia delictiva que se viene exponiendo y reconociendo desde el mismo Juicio a las Juntas abarcaba: el secuestro, la extracción de información bajo tortura y el destino final, que podía ser la liberación, el blanqueo o el asesinato, y el ocultamiento de todo lo ejecutado”.

Estas acciones tenían dos aspectos centrales: la inteligencia y lo operativo. La primera era quien detectaba y seleccionaba “el blanco”, es decir, las víctimas a secuestrar. Lo operativo abarca todo lo que implicaba secuestrar, torturar y definir el destino de la víctima.

“A estos dos pilares, inteligencia y operación, se agrega un tercero, que son los procedimientos necesarios para operar el público externo, la población, a los fines de garantizar la clandestinidad e impunidad”, indicaron. Es decir, la acción psicológica aplicada sobre la ciudadanía, que generaba una pantalla de legalidad y la justificación de los secuestros o muertes.

Posteriormente la fiscalía detallo los ciclos o etapas del funcionamiento de inteligencia, detallaron los procedimientos operativos de la comunidad informativa en su conjunto. Para la realización de estas etapas y operaciones donde intervienen el comandante y todo el Estado Mayor.

“La secuencia que quedó acreditada es que la víctima es secuestrada, llevada aun Centro Clandestino donde era quebrada moralmente mediante métodos inhumanos de sometimiento e interrogatorios bajo torturas”, y de esa manera, con la delación bajo tortura, obtener nuevos blancos-víctimas.

Cónclaves secretos: Quién vive y quién no

En el final del ciclo, o en su destino final como víctima, “requerían de un análisis de la situación para adoptar la decisión que se hace con la persona que ya había sido interrogada”, indicaron, y agregaron:

“Esto se daba en los ‘cónclaves secretos’ realizados por el comandante de la Zona 5, reunido con el comandante de la Subzona 51 y el Estado Mayor, donde se definía la suerte de las personas secuestradas”.

La suerte de las víctimas podía ser la liberación, que además implicaba que la situación quedaba en la clandestinidad, o bien el blanqueo por medio del Poder Ejecutivo (quedando a disposición del PEN). La tercera posibilidad era ser asesinada mediante operaciones de ejecución, que se hacían pasar como enfrentamientos, o directamente se los hacia Desaparecer.

Luego, la fiscalía explicó la organización del Comando del V Cuerpo, refiriéndose a sus funciones y cómo ejecutaban las ordenes ilegales de persecución y exterminio, que necesitaron de la existencia de una jerarquía y distribución de roles, las cuales se necesitaron mutuamente.

El Operativo Independencia como antesala de la represión en Bahía Blanca

Al pasar a analizar el rol de los oficiales que cumplieron funciones en el área de inteligencia, la fiscalía comenzó con Osvaldo Lucio Sierra que tenía el cargo de Mayor. Este es el segundo proceso que afronta por delitos de Lesa Humanidad.

Sierra ya posee una condena a prisión perpetua en un juicio anterior, denominado “Causa Gonzalez Chipont”, en donde fue condenado tras comprobarse sus responsabilidades dentro del terrorismo de Estado.

Por debajo del mando de Sierra se encontraban González Chipont, Condal, Del Pino y Villanueva. Todos fueron condenados en juicios anteriores salvo por Villanueva, que llegó a juicio por primera vez.

Sierra ocupó cargos de inteligencia, primero en el destacamento de inteligencia 181, y desde enero de 1976 en el departamento II de Inteligencia del V Cuerpo. El imputado desarrolló toda su carrera en el área y era un militar de la extrema confianza del General Vilas, que operaba en Inteligencia y en lo operacional.

“Antes de llegar a Bahía Blanca, Sierra había desarrollado una amplia carrera militar en el área de Inteligencia especializándose en acciones psicológicas y contrainteligencia“, detalló la fiscalía.

Además, “en 1975 aplicó estos conocimientos especiales en el terrorismo de Estado en Tucumán, en el llamado Operativo Independencia al mando del General Adel Vilas”. De esta forma, el Ministerio Público Fiscal dio cuenta una vez más de la estrecha conexión entre Tucumán y Bahía Blanca de la mano de Vilas, incluso aplicando la misma modalidad orgánica con los efectivos traídos desde esa provincia.

Recordemos que el nombre dado a los Centros Clandestinos -a cargo de Vilas en Bahía Blanca y Neuquén-, “La Escuelita”, es el mismo que tenía el Centro Clandestino en Tucumán “La escuelita de Faimallá”, cuyo sitio efectivamente había sido una escuela.

Acdel Vilas

El indispensable papel de la Iglesia y el destino final de los desaparecidos

La sentencia condenatoria en el juicio anterior del mismo Tribunal Oral que lo juzga en esta causa (con diferente integración) expresó sobre Sierra: “El aporte de Osvaldo Lucio Sierra de la misma manera que con Tejada puede vislumbrarse en tres aspectos”:

Determinación del blanco, haciendo circular información dentro de la comunidad de inteligencia respecto a las personas sindicadas como elementos subversivos, y debían ser secuestradas o ultimadas; Control del Centro clandestino La Escuelita de Bahía Blanca; Determinación del destino final de las víctimas”.

“El encausado tomó parte en la ejecución de los hechos, su jerarquía y las funciones que se comprobó que ejecutó, permiten atribuirle un dominio organizativo en la estructura represiva del Comando V Cuerpo, aporte determinante en los hechos que se lo acusa”, indica la sentencia de la “causa González Chipont”, que lo condenó a prisión perpetua y que además se encuentra firme ante la justicia.

Arzobispo Jorge Mayer bendiciendo medallas en el V Cuerpo

La fiscalía resaltó el carácter de importancia que revestía el cargo de Sierra, “a punto tal de conocer el destino final de las víctimas”, ya que “el acusado era la persona que distintas personas de la sociedad civil, particularmente las autoridades eclesiásticas recurrieron para conocer el paradero de quienes estaban desaparecidos”.

Luego de eso, el Ministerio Público Fiscal analizó todos los elementos probatorios de la responsabilidad de Sierra en la realización del plan criminal que tuvo como resultado los hechos que se le atribuyen y se juzgan.

Los aportes indispensables de la inteligencia

Antes de finalizar la jornada, la fiscalía analizó las funciones del destacamento de Inteligencia 181 y se adentró en la responsabilidad de Jorge Horacio Granada, uno de sus integrantes.

Granada tenía una larga trayectoria en inteligencia y se inscribía en la estructura como Jefe de la primera sección ejecución del Destacamento de Inteligencia 181. Ejerció un rol central en dicho destacamento y cumplimiento eficazmente el plan sistemático criminal, fundamentalmente en la ejecución de los interrogatorios bajo tortura en La escuelita.

Además, también se desempeñó dirigiendo y coordinando la actividad de todos los órganos de inteligencia de la sub zona 51.

Jorge Granada

El imputado deberá responder por haber realizado los aportes necesarios para la selección del blanco (o sea, la víctima a secuestrar) y el suministro de la información para su secuestro y asesinato, la realización de los interrogatorios bajo tortura en La Escuelita u otros Centros Clandestinos, y el aporte de la información necesaria para el destino de las víctimas en los famosos Conclaves de la subzona.

Cabe resaltar que el multi-condenado Granada cuenta con dos condenas a prisión perpetua en juicios de Bahía Blanca (Causas Bayón y González Chipont, ambas firmes) y una tercera perpetua en la jurisdicción de Neuquén.

Centésima tercera audiencia de la Megacausa Zona 5 (7 de agosto de 2024)

¿Cuándo continúan las audiencias?

La próxima audiencia se realizará el próximo jueves 15 de agosto desde las 9 horas. El resto de las jornadas están fijadas para el 22 de agosto, y el 5 y 12 de septiembre. El alegato del Ministerio Público Fiscal continuará realizándose en la sede del Tribunal en Chiclana y Lavalle.

Los juicios son orales y públicos, y puede concurrir cualquier persona que así lo desee presentando su DNI.

Además, las audiencias pueden observarse de manera virtual por el canal de YouTube del Poder Judicial, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, así como en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en El Ágora Digital.

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