Megacausa Zona 5: “Todas las estructuras del Estado estaban dispuestas para sostener el plan criminal"

La Fiscalía comenzó a detallar la responsabilidad de los imputados en la centésima audiencia de la Megacausa Zona 5, y se refirió al uso de las estructuras estatales para llevar adelante el plan criminal de la última dictadura militar.

En la audiencia número 100, llevado adelante el 27 de junio pasado, el Ministerio Público Fiscal comenzó a abordar lo relativo a la responsabilidad de cada uno de los imputados en la Megacausa Zona 5, dando cuenta de porque se los considera responsables y cuáles son las pruebas de la acusación.

Cabe recordar que, hasta la jornada del 13 de junio, la Fiscalía describió los hechos del juicio, concretamente caso por caso de cada una de las víctimas en la causa.

Los jueces Ernesto Sebastián, Sebastián Foglia y Marcos Aguerrido, informaron que la próxima audiencia será el jueves 4 de julio y luego vendrá el receso por feria judicial de invierno, que se extenderá hasta el 1 de agosto.

El Estado criminal: ¿Cómo fue posible?

Antes de comenzar con la descripción de las acusaciones, el fiscal general Doctor Miguel Palazzani realizó una necesaria introducción a esta etapa a la que se llegó luego de un extenso recorrido de juzgamientos, con 16 juicios realizados en la zona 5.

El fiscal remarcó que toda la jurisprudencia Internacional y Argentina en que se basan estos tipos de juicios de Lesa Humanidad, permite advertir que no se trata del abordaje de delitos comunes, ya que:

“Es un fenómeno criminal complejo, colectivo, estatal, donde todas las estructuras del Estado estaban dispuestas para el plan común de ataque generalizado y sistemático a la población civil. Esas estructuras merecen una especial atención”.

Palazzani describió de esta manera algunas de las características especiales de estos juicios:

Un Estado criminal es la primera de las características a considerar, con todo lo que esto implica: el transcurso de los años de impunidad, la eliminación de las pruebas, el silencio de los perpetradores, la división de roles, la existencia de un plan común, la pluralidad de autores y partícipes, la existencia de centros clandestinos de detención y tortura, entre otras”.

En otro tramo de su intervención, el Fiscal reflexionó sobre la magnitud y la cantidad de víctimas que tuvo nuestra ciudad y zona, y se preguntó (y nos preguntamos todos/as):

“¿Cómo ha sido posible? Como pudo ser posible en la Bahía Blanca de los 70 los asesinatos, las desapariciones, las apropiaciones de niños, los centenares de personas que pasaron por centros clandestinos… Nos preguntamos ¿Cómo pudo ser posible?”

En este punto, la Fiscalía comentó que muchos de esos delitos han podido ser juzgados y condenados, aun tantos años después, y que marcan un indicio indiscutido de las responsabilidades en el proceso genocida.

En las dieciséis sentencias que existen de los juicios en nuestra zona (muchas con sentencia firme), el fiscal remarcó que se pudieron comprobar muchas de las responsabilidades, pero también el contexto en que se cometieron los crímenes de Lesa Humanidad y particularidades, como, por ejemplo:

La existencia de un plan sistemático, la finalidad de ese plan que es el aniquilamiento, con una secuencia delictiva que fue la selección del blanco, el secuestro, el sometimiento a cautiverio, el interrogatorio bajo tortura, y el destino final“.

También resaltó que además de los encargados de torturar y ejecutar los asesinatos, “tiene alrededor de todo esto para prepararlo, para perpetrarlo y para encubrirlo posteriormente, una burocracia”.

No se puede sostener La Escuelita o el Centro clandestino del Batallón de Comunicaciones, con los centenares de personas que pasaron por allí, durante tanto tiempo, con Mansueto Swendsen“, aseguró, “es imposible pensar que los únicos responsables del sostenimiento del aparato represivo sean Mansueto, o el Tío, o Corres, casualmente los muertos”.

En ese sentido, detalló que “todas las practicas estaban planificadas“. “Desde el camión para el operativo, hasta las labores de inteligencia, la comida, la asistencia médica, la vigilancia… Todo parte del sostenimiento del plan común, parte de la burocracia para sostener el plan criminal”.

Es decir, todos los involucrados, de una u otra forma, fueron parte del sistema criminal burocrático, colaborando con el exterminio.

Las técnicas de neutralización: el festival del “yo no fui”

Mas adelante en su alocución, el Ministerio Público Fiscal realizó un análisis de las excusas que esgrimieron los acusados en las indagatorias para desligarse de las gravísimas acusaciones. Entre otras inconsistencias dijeron que:

  • No cumplían tareas en lugares donde hubo secuestrados (Centros Clandestinos)
  • No se encontraba de servicio en la fecha que le imputan.
  • Las actividades que se le imputan las hacían sus jefes (que casualmente se encuentran fallecidos)
  • Jefes y/o subjefes: Negar el cargo que figura en sus legajos.
  • El lugar donde revistaban no tuvo participación en la llamada “lucha antisubversiva”.
  • El General Vilas, quien admitió muchos de los delitos en la fuerza, tenía demencia senil.
  • Solo cumplía tareas administrativas, otros de mantenimiento de instalaciones.
  • Por su bajo grado, no decidía nada, lo hacían sus jefes.
  • Estaban abocados al conflicto con Chile (Beagle, 1978)
  • Quienes sí reconocieron Centros Clandestinos se excusaron: los operaba gente traída de afuera.
  • Otro imputado dijo que su actividad era podar eucaliptus, vestir y desvestir soldados (sic), llevando la ropa al lavadero o al sastre.
  • Su actividad era la “Equitación”.
  • Otro acusado aseguró que solo juntaba leña. Otro, solo cocinaba.
  • Los conscriptos, que los involucraron ya que fueron testigos, mienten (todos).
  • El imputado Lavayen se defendió diciendo que “se hallaba ebrio” cuando confesó sus crímenes ante Noemi Labrune (de APDH Neuquén).
  • En esa época nació su hija/o y debió trasladarse fuera de Bahía Blanca.
  • Otro se fue de la ciudad a realizar un curso.
  • El Libro histórico miente, los legajos tienen errores.
  • Mayor Keller (compañía de combate antisubversivo), fue un torneo de Pentatlón (sic), como dijo el imputado Rey Pardelas.

Algunos imputados no solo se excusaron, sino que directamente justificaron el accionar. El imputado Maidana -entre otros disparates- dijo que:

  • Le adulteraron el legajo para involucrarlo
  • La compañía My Keller no existió
  • Encapuchar detenidos no es tortura
  • Producir violencia contra personas violentas, es razonable (sic)

También se destacaron algunos discursos que filtraron su responsabilidad y acción dentro de los crímenes cometidos, como el realizado por el irascible imputado Rey Pardelas, que expresó:

“Las acciones se insertan en el contexto de una guerra provocada y la sociedad debe agradecerles por defender a la Patria y garantizar la libertad”. “En Bahía Blanca tuvo que enfrentar a dos terrorismos: el infecto interno castrense y el criminal subversivo chavista”.

Imputado Rey Pardelas

Al término del análisis de las increíbles excusas de los acusados, el fiscal Miguel Palazani concluyó expresando que en este punto:

“No puedo creerle a uno, y no creerle a los demás. Si le creo a uno, tengo que creerles a todos. Pero para los que quieran creer lo que acabo de leer como excusas, nos encontramos con que en Bahía Blanca estaban vaciadas las unidades, y las personas que llevaron a la Escuelita y al Batallón 181, no estaban custodiadas por nadie y fueron ahí por su propia voluntad”.

Y agregó: “Entonces -la excusa- es, o yo no estaba, o si estaba me ocupaba de otra cosa, o los legajos están adulterados, y ya cuando la cosa se pone más difícil, ‘las victimas mienten’”.

Para cerrar: “Esto está escrito, y se llama técnicas de neutralización. Es un concierto de técnicas de neutralización que nosotros lo titulamos “el yo no fui”

De esta manera, la fiscalía dejó en evidencia la falta de consistencia en las excusas exculpatorias de los imputados, como también de que dichas excusas forman parte de un plan diseñado con el fin de la impunidad.

Centésima audiencia de la Megacausa Zona 5 (27 de junio de 2024)

¿Cuándo continúan las audiencias?

Las audiencias proseguirán el día jueves 4 de julio, desde las 9 horas, en la sede del Tribunal en Chiclana y Lavalle, para continuar con el alegato del Ministerio Público Fiscal.

La semana del 7 al 13 de julio, según informaron, no habrá audiencias. Posteriormente el Tribunal Oral Federal entrará en intervalo por la feria judicial de invierno, retomando el 1 de agosto posterior al receso.

Cabe recordar que los juicios son orales y públicos, y puede concurrir cualquier persona que así lo desee presentando su DNI.

Además, las audiencias se emiten de manera virtual por el canal de YouTube del Poder Judicial, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, así como en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en El Ágora Digital.

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