La unidad tardía del peronismo y la mezquindad opositora dejaron sin presupuesto a la Provincia

La falta de consenso entre los bloques legislativos y las presiones de los Intendentes permitieron que la oposición rechazara el proyecto para refinanciar la millonaria deuda heredada de la gestión de María Eugenia Vidal.

Tras el fracaso de la sesión del viernes pasado en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, el Gobernador Axel Kicillof deberá comenzar 2025 sin Presupuesto, ni Ley Fiscal, ni Endeudamiento; por lo menos hasta el inicio de las próximas sesiones ordinarias.

Con el antecedente de la fallida sesión de la semana anterior, en la que Intendentes ligados a Máximo Kirchner y Martín Insaurralde impulsaron una serie de cambios en la ley de leyes que llevaron a que la Vicepresidenta Verónica Magario pospusiera la convocatoria, este viernes se intentó llevar adelante una sesión espejo en ambas cámaras.

A pesar de un tardío gesto de unidad de los dirigentes de La Cámpora, y tras varias horas de negociaciones y dos llamados a cuarto intermedio, el oficialismo no logró llegar a un acuerdo con la oposición.

Entre los ejes de discusión estuvo el artículo del endeudamiento que solicitaba Kicillof para hacer frente a vencimientos de deuda acordados por la Exgobernadora María Eugenia Vidal, y la renovación y actualización de un fondo de libre disponibilidad para los Intendentes como el del año pasado.

Aunque durante la tarde hubo versiones sobre un acercamiento de posiciones, a las 18:30 se trasladaron a la Legislatura el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis; la Secretaria General, Agustina Vila y el ministro de Economía, Pablo López.

Junto al titular del cuerpo, Alexis Guerrera, y los presidentes de los bloques opositores, intentaron sin éxito destrabar las negociaciones. La situación se da en un contexto económico adverso para la administración provincial a raíz del ajuste del Gobierno de Javier Milei, y el impacto social y económico que sus políticas provocaron en el tejido social.

Una “unidad” que llegó tarde

El empantanamiento de las negociaciones tuvo su punto de inflexión el jueves pasado, cuando tras varias horas de debate los legisladores opositores presentaron un texto del presupuesto repleto de cambios sin el aval de Magario.

En medio de la escalada de tensiones entre los dirigentes más afines a Cristina Fernández de Kirchner y el sector referenciado en Kicillof, un grupo de Intendentes aprovechó la situación para pedir más fondos para seguridad e infraestructura, así como un aumento en la coparticipación para ciudades con puertos.

Ante la situación, la Provincia apuntó al ajuste que viene haciendo el Gobierno Nacional, aunque aclaró que esto no frenó la compra de 750 patrulleros y 700 motos para las Intendencias, que implicaron una inversión de 70 mil millones de pesos. En la Casa de Gobierno argumentaban que, si requerían más fondos, debían aprobar una toma de deuda mayor.

Frente a las tensiones internas del peronismo, los legisladores del PRO, la UCR y La Libertad Avanza vieron la oportunidad de ampliar sus planteos al oficialismo, no solo sobre el presupuesto, sino también sobre Ley Fiscal Impositiva y la creación de bicamerales de control, la autarquía de IOMA y la discusión de cargos para la Corte y el Banco Provincia.

Entre tanto, desde el bloque de Unión por la Patria (liderado por el camporista Facundo Tignanelli) argumentaron que no tenían más nada para hacer en relación a las negociaciones, y que debía ocuparse el Gobernador.

Recién en la previa de la sesión del viernes, Tignanelli finalmente se expresó en respaldo de las iniciativas presentadas por el Gobernador y aseguró que estaba “trabajando arduamente para alcanzar los consensos necesarios“.

En este contexto, comentó que “habrían empezado a resolverse las demandas de cada uno de los espacios“. Sin embargo, el daño ya estaba hecho y ante un oficialismo tensionado, la oposición aprovechó para hacer sus demandas.

Pedido de endeudamiento y la herencia de Vidal

Tignanelli también se excusó en las complicaciones que generaba la aprobación del Endeudamiento reclamado por Kicillof, que implica la necesidad de obtener el apoyo de dos tercios en el recinto.

Sin embargo, cabe aclarar que la necesidad del Gobernador por aprobar esta iniciativa responde a la herencia que dejó la dirigente del PRO en materia de endeudamiento. El bonaerense pedía contraer deuda por 1.045 millones de dólares (en pesos u otras monedas) para cancelar y renegociar “deudas financieras y/o judiciales no previsionales“.

Tras la fallida sesión, Kicillof explicó que “el pedido de endeudamiento solicitaba autorización en lo estrictamente necesario para cubrir los vencimientos de capital e intereses contraídos por el Gobierno de María Eugenia Vidal”, sin incrementar la carga de la deuda.

Es que al inicio de la gestión PRO en 2015, la Provincia debía alrededor de 9.400 millones de dólares (en deuda nominada en pesos y mayoritariamente con acreedores locales). Sin embargo, con una oposición que optó por darle “gobernabilidad“, comenzó a colocar deuda en dólares y con vencimientos cortos, que llevaron a la provincia al borde del default en 2019.

Esto obligó a Kicillof y López a renegociar con los acreedores para evitar que la provincia pague 1.500 millones de dólares por año en vencimientos. Así, hasta 2030 deberá pagar en torno a los 700 millones, una cifra más amigable. El proyecto de ley frenado contemplaba 955 mil millones de pesos para esto.

Los vencimientos del año próximo serán uno de los problemas que deberá enfrentar la administración bonaerense, que publicó un duro comunicado después de la sesión. “A la gravísima situación a al que nos sometió el presidente Milei durante este año, se agrega ahora un golpe de la oposición al no aprobar el paquete presupuestario“, indicaron.

En este caso, a Kicillof no se le dio el beneficio de la “gobernabilidad” y la situación posiblemente no comience a resolverse hasta el 7 de enero, cuando se conforme la mesa tripartita entre el Poder Ejecutivo, los presidentes de las cámaras legislativas y los bloques opositores acordada entre los distintos sectores.

Por lo pronto, desde el 1 de enero Kicillof va a tener que readecuar partidas y reprogramar lo planificado. El Gobernador hizo notar su molestia el viernes por la noche a través de redes sociales.

“En las presentaciones realizadas nunca se recibieron comentarios ni críticas por parte de la oposición“, remarcó, y comentó que a pesar de los acuerdos que se habían alcanzado, “la oposición se negó a votar el capítulo de endeudamiento“.

“En el nuevo intento de sesionar, la oposición presentó un nuevo requerimiento para la aprobación del endeudamiento: una proporción del 16,4% de la deuda que finalmente se contrajera debía distribuirse entre los municipios, a lo que el ejecutivo propuso que sea del 10%. De este modo, se distribuirían más de $250 mil millones. Sin embargo, luego de una larga negociación, la oposición planteó una serie de nuevas condiciones que excedían todos los pedidos anteriores“, detalló.

“Vas a terminar sometido”: Las tensiones que explota la oposición

El descargo de Kicillof no cayó bien entre las bancadas opositoras. Desde el bloque UCR + Cambio Federal reclamaron la reapertura del diálogo a través de su presidente, Diego Garciarena, quien rechazó la acusación de “golpe” por parte del oficialismo.

Por su parte, el líder de la bancada libertaria en el Senado bonaerense, Carlos Curestis, lanzó: “Lo que el gobernador no dice acá es que a su presupuesto tampoco lo iban a votar los legisladores de La Cámpora“.

Antes de echar culpas empezá por ordenar tu interna, Kicillof”, le recriminó, explotando las tensiones que los dirigentes de La Cámpora sostienen con el Gobernador para justificar su posición.

Su compañero de bloque, Joaquín de la Torre, apostó a profundizar aún más en esta retórica. “Axel, el presupuesto no te lo aprobaron tus jefes de La Cámpora. No te hagas (o seas) el zonzo. Vas a renunciar a desdoblar las elecciones y vas a terminar sometido como Scioli y Alberto Fernández, o sea, mal“.

La referencia es a la discusión interna que enfrenta a Kicillof con Cristina Kirchner por la posibilidad de desdoblar las elecciones en territorio bonaerense de cara a los comicios de 2025.

Incluso el bloque libertario dialoguista del Senado, que lidera Sergio Vargas, se hizo eco de la interna y desde el espacio aseguraron que “las internas del oficialismo sólo reflejan la mezquindad política de priorizar sus propios intereses y atentan contra los ciudadanos de la provincia a los que debemos defender”.

Reelecciones indefinidas en las Intendencias

Las deudas de la provincia no son la única razón por la que Vidal continúa afectando la política bonaerense aún a 5 años de su salida. Es que durante su gobierno (precisamente en 2016, y con el apoyo del Frente Renovador de Sergio Massa) se aprobó la ley 14.836, con la que se impuso el tope de una sola reelección a intendentes, legisladores, concejales y consejeros escolares.

La normativa se modificó en 2021, que ahora establecía que se debía tomar el mandato iniciado en 2019 como el primero de los dos períodos consecutivos posibles. Esto pateó la discusión por un nuevo periodo, pero el tema vuelve a ponerse en agenda de varios jefes comunales de cara a las elecciones de 2027.

Así, un grupo de intendentes peronistas se sumaron a las presiones y pidieron a Kicillof que en caso de aprobarse los instrumentos que requería, debía modificar la ley para eliminar la limitación de las reelecciones. En caso contrario, notificaron que estaban dispuestos a bloquear el avance de los proyectos.

El tema de las reelecciones se puso sobre la mesa en varios momentos de la discusión”, comentó una fuente legislativa al respecto, que deberá continuar en febrero del año que viene.

El pedido viene -entre otros sectores- de los Intendentes cercanos a Cristina Kirchner, quienes pujan por la eliminación de la normativa. Sin embargo, en la Provincia comentan que Kicillof no está dispuesto a apoyar la medida y exponerse al escarnio de los medios nacionales.

Para los próximos comicios ejecutivos, la norma afectará a más de 80 jefes comunales que transitan su segundo mandato. Varios de ellos pertenecen al peronismo y el radicalismo. Si no se deroga la ley, deberán despedirse de sus Intendencias.

En el caso de la sexta sección electoral, los afectados son Lisandro Matzkin, de Coronel Pringles (PRO); Carlos Bevilacqua, de Villarino (massista vecinalista); Martín Randazzo, de General La Madrid (UCR); Javier Andrés, de Adolfo Alsina (UCR); Alejandro Acerbo, de Daireaux (Unión por la Patria); Sergio Bordoni, de Tornquist (Unión por la Patria); Ricardo Moccero, de Coronel Suárez (Unión por la Patria); y José Nobre Ferreira, de Guaminí (Unión por la Patria).

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