A dos meses de la inundación, Vialidad Nacional aún no completó el desvío en la ruta que conecta Bahía Blanca con La Pampa y por la inacción del Gobierno de Javier Milei, transportistas, vecinos y servicios de emergencia están obligados a tomar un desvío de 300 kilómetros.
La Ruta Nacional 35, que conecta Bahía Blanca con La Pampa, lleva dos meses interrumpida en el kilómetro 65 tras el colapso del puente sobre el arroyo Chasicó por la inundación que sufrió el municipio bonaerense el pasado 7 de marzo.
Pese a que a principios de abril Vialidad Nacional había asegurado que en dos semanas completaría la apertura de un paso provisorio en el lateral del puente, el desvío lleva dos meses sin terminarse, generando graves inconvenientes para transportistas, vecinos y servicios de emergencia.
Sin ir más lejos, el domingo pasado una ambulancia de Villa Iris que debía trasladar a un joven lesionado tras un partido de fútbol debió tomar un camino alternativo para llegar a Bahía Blanca, lo que llevó a que el traslado se demorara casi tres horas, cuando usualmente el recorrido se hace en una.
En el lugar se observan máquinas y personal trabajando, pero el avance es mínimo. Las lluvias recientes han complicado aún más la transitabilidad en la zona y a esto se suma la precaria señalización, que confunde a quienes no conocen la zona y los obliga a confiar en un GPS inexactos o de la ayuda de otros conductores.
El único cartel visible en el desvío principal indica “camino cerrado”, aunque quienes conocen la zona a veces siguen la ruta esquivando los tambores hasta San Germán. Ante la falta de claridad, la mayoría opta por rutas alternativas como la 33, por Puán y Pigüé, aunque este recorrido implica un considerable aumento en tiempo y distancia.
La alternativa: Un desvío de 300 kilómetros
El organismo responsable de completar el desvío es la Dirección Nacional de Vialidad, que depende del Gobierno de Javier Milei y que viene sufriendo un fuerte ajuste que incluyó varios despidos en el área, lo que podría explicar la falta de avances en las obras.
El organismo recientemente informó que en el tramo Bahía Blanca -Nueva Roma continúa la prohibición de circulación de tránsito pesado debido a la presencia de máquinas trabajando y banquinas inestables.
Entre tanto, en el kilómetro 65 el corte es total y los desvíos existentes son para tránsito liviano de residentes. También el corte es total en el tramo Nueva Roma – San Germán, con prohibición de paso para peatones y todo tipo de vehículos “sin excepción”.
Finalmente, informaron que en el tramo San Germán hacia La Pampa, continúa la prohibición de circulación a tránsito pesado y “se solicita evitar la utilización del tramo“. “Los desvíos existentes son para tránsito liviano de residentes en la zona y frentistas”, informaron.
Actualización de las rutas nacionales en #BahíaBlanca
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— Vialidad Nacional (@VialidadNac) May 7, 2025
Desde la municipalidad de Puán informaron que la ruta alternativa más segura es la ruta asfaltada que pasa por Puán y Pigüe. El problema es que implica un desvío de casi 300 kilómetros que implica más de 3 horas de viaje.
Otra posibilidad es tomar el camino por San Germán y girar hacia Berraondo por un camino con varios tramos de tierra, lo que no solo lo hace intransitable cuando llueve, sino que además no es apto para tránsito pesado. Posteriormente se retorna hacia la ruta 35.
La tercera alternativa es tomar un desvío por 17 de Agosto y luego Chasicó, para luego volver a la 35. Las condiciones tampoco son ideales, ya que entre Chasicó y Felipe Solá el camino es de ripio. A eso hay que sumarle otros desvíos hacia Bahía Blanca, en los kilómetros 35 y 43 aproximadamente.
La inacción de la Nación aísla Villa Iris y provoca accidentes
Un vecino de Villa Iris, Matías Sebastián Rutsch, se expresó al respecto a través de redes sociales, donde remarcó que el desvío que prometió Vialidad Nacional lleva casi dos meses sin avances concretos y varias comunidades quedaron aisladas.
“La Ruta 33 está colapsada de camiones por la cosecha gruesa, no es lo mismo que el tránsito tranquilo que había por la 35“, apuntó, e hizo referencia a la alarmante vulnerabilidad en la que quedan las poblaciones en caso de una emergencia.
A este problema se suma que “también la mercadería se encarece por los costos de transporte, y muchos estudiantes no pueden volver a casa por lo difícil que se volvió conseguir movilidad”.
La situación también afecta a adultos mayores y personas con problemas de salud, quienes se arriesgan a perder turnos médicos por las tardanzas del transporte. Incluso se vuelve un desafío conseguir un vehículo que haga el trayecto, ya que solicitar un remís se vuelve sumamente costoso.
“La gente está muy indignada porque lo único que parece importar es cobrar impuestos, mientras el municipio hace lo imposible para sostener una situación que lo supera”, agregó, “pasamos de estar a 100 km de Bahía Blanca a estar a más de 250. No sabemos cuándo volveremos a tener una ruta en condiciones”.
Como si esto fuera poco, según los vecinos la señalización a lo largo del trayecto es insuficiente, lo que llevó a un aumento de la cantidad de accidentes viales. Por ejemplo, una camioneta RAM quedó encajada en uno de los socavones este martes por la noche.
En el kilómetro 23 el desvío obliga a los transeúntes a andar por la tierra y atravesar una zona alcantarillada. La situación climática adversa llevó al conductor cayera arriba de un montículo de tierra al borde de la ruta, lo que dejó su vehículo destruido.
En otra oportunidad, una vecina que transitaba la ruta 35 indicó que dos camiones que pasaban por el desvío de San Germán y uno de ellos encajó por las lluvias. Otro vecino hizo referencia al accidente de la RAM y agregó que ocurre “después otro de una moto que anoche (por la noche del martes) cayó fuera del segundo desvío“.
“Hay conos o carteles cuando ya lo tenés encima el peligro, no te da tiempo a nada”, aseguró otra vecina. Un residente de Villa Iris explicó que “Vialidad Nacional es el culpable, las señales de desvío están a 30 metros y sin refractarias, una vergüenza”.