Los dichos de Juan Grabois en referencia a una eventual reforma agraria generaron una gran polémica también hacia adentro del Frente de Todos, ya que rompió la unidad que se venía desarrollando en la campaña. Con la sutileza que lo caracteriza, Axel Kicillof fue quien este viernes desestimó la propuesta de la reforma agraria que Juan Grabois intentó colar en la agenda de campaña del Frente de Todos.
El malestar con Grabois
Existe un lineamiento fundamental aunque medianamente tácito entre la base de adherentes del Frente de Todos, de que el próximo gobierno tendrá como tarea la reconstrucción de un país que medianamente “vuelva a funcionar”.
Como si fuera poco, en el contexto de crisis e incertidumbre generado por la nefasta política económica del gobierno y su desentendida actitud hacia el devenir de la economía, los dichos de Grabois no generaron sino un profundo malestar en el pequeño productor agrario bonaerense.
En breve, Juan Grabois reeditó el peor error comunicacional del anterior gobierno. Seguramente más por candidez que por intencionalidad, el dirigente social permitió que su propuesta, indudablemente progresista, sea utilizada a destiempo para generar zozobra dentro del sector de los pequeños y medianos productores agropecuarios del interior bonaerense.
Axel Kicillof y el reencuentro con el campo
En estas elecciones PASO se evidenció un giro del voto de las poblaciones del núcleo productivo agrario bonaerense hacia un proyecto político de producción nacional como el que encabezan Alberto Fernández en la Nación, y Axel Kicillof en Provincia de Buenos Aires.
Esto es el desenlace, en parte a raíz del impacto de las destructivas políticas económicas de Mauricio Macri y la inacción de María Eugenia Vidal. Por otra parte, desde el inicio de sus recorridas por el interior bonaerense, cuando prefería esquivar el conurbano para no “chocar” con otros aspirantes a la gobernación de su propio espacio, ya Axel Kicillof se animaba a adentrarse al interior rural bonaerense, por lo general radical y hoy enrolados sus intendentes en Cambiemos.
Desde entonces, Axel recorrió gran cantidad de distritos bonaerenses con una identidad rural y reconstruyó un vínculo con un sector que sufre de la política económica del gobierno. El destino del pequeño y mediano productor agropecuario está atado al del mercado nacional, y por eso, como tantos otros sectores, se vio fuertemente impactado en los últimos años.
La política de segmentación de Kicillof para el campo
Durante su gira por la quinta sección, Axel se encargó de desestimar la propuesta de Grabois y reveló que la política que llevaría adelante para con el sector “está íntimamente relacionada con la segmentación”, es decir con la separación del sector en “segmentos” que agrupen a los productores que lo hagan en similares condiciones.
Desde Pinamar, Kicillof aclaró que la política a llevar adelante para con cada productor dependerá del “tamaño de la explotación, del tipo de explotación y de las distancias que tienen los productores a los centros de consumo y exportación, sumados a la logística”.
Además, retomó otra de las cuestiones por las cuáles ha criticado al gobierno de María Eugenia Vidal. Se trata de inacción a la hora de generar líneas de créditos baratos para fomentar la producción agropecuaria.
“No hay política agropecuaria sin crédito, y esto es independiente del nivel de retenciones que haya, porque las realidades son muy diversas para los productores. Lo que hay que hacer es garantizar la supervivencia de los pequeños y medianos productores que están en graves dificultades”.