En una jornada que evocó los momentos más críticos de 2001, el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Sur (UNS) realizó este miércoles una sesión extraordinaria en el playón de Avenida Alem 1253, abandonando su recinto habitual en el Rectorado como medida de protesta ante la crítica situación que atraviesa el sistema universitario nacional.
Los 29 consejeros y consejeras, representando a docentes, no docentes y estudiantes, desarrollaron la sesión ante la mirada del público que se congregó en las escalinatas del edificio, en una clara demostración de transparencia institucional y reclamo por el desfinanciamiento que sufre el sector educativo y científico.
El rector Daniel Vega contextualizó la excepcionalidad de la medida:
“La magnitud de lo que está pasando en las universidades se dimensiona con el dato de que el último antecedente de una medida de este tipo realizada como forma de expresión pública fue en agosto de 2001, con un país al borde del colapso económico y social”.
El secretario general del cuerpo, Dr. Javier Orozco, enfatizó el carácter público y transparente de la universidad:
“Queremos que la sociedad vea cómo se gobierna la universidad, en un espacio abierto donde participan todos los sectores universitarios”. También destacó la necesidad de “un presupuesto acorde a los requerimientos de nuestras universidades”.
Durante la sesión, diversos voces expresaron su preocupación por la situación generada por la decisión del presidente Javier Milei de recortar el presupuesto universitario.
El Dr. Diego Duprat, en su rol de auditor interno, realizó una detallada explicación sobre la Unidad de Auditoría Interna, destacando su funcionamiento ininterrumpido desde 1983 y su marco operativo dentro de la Ley de Administración Financiera desde 1993. Enfatizó la dependencia funcional con la Sindicatura General de la Nación, subrayando así los mecanismos de control y transparencia institucional.
Por su parte, el consejero estudiantil Salvador Bogado centró su intervención en resaltar la importancia de la política de datos abiertos que mantiene la UNS, destacándola como un ejemplo de transparencia institucional y acceso a la información para toda la comunidad universitaria.
Una de las intervenciones más emotivas fue la del consejero Marco Lo Fiego, representante de los docentes auxiliares, quien compartió una conmovedora historia familiar que ilustra cómo la universidad pública funciona como una verdadera herramienta de movilidad social, permitiendo el acceso a la educación superior a sectores que de otra manera no podrían alcanzarla.
Graciela Ovejero, en su doble rol como Directora General de Gestión Académica y secretaria general del gremio no docente ATUNS, realizó una intervención destacada donde enfatizó la transparencia de la gestión universitaria, afirmando que “estamos acostumbrados a que nos auditen y no tenemos que tener miedo a eso porque estoy segura que no tenemos nada que ocultar”.
Además, subrayó una iniciativa crucial: la decisión institucional de realizar inscripciones 2025 en zonas vulnerables de la ciudad, como estrategia activa para promover el acceso a la educación superior de estudiantes en situación socioeconómica desfavorable.
Con estas y otras intervenciones se muestra cómo la universidad pública no solo enfrenta una crisis presupuestaria, sino que mantiene su compromiso con la transparencia, la inclusión social y la calidad educativa, valores que se ven amenazados por el actual contexto de desfinanciamiento y las políticas que afectan al sistema universitario nacional.