Destituyeron a Marité Gonard de la presidencia del Concejo Deliberante de Bahía Blanca

El Concejo Deliberante de Bahía Blanca destituyó a la titular del cuerpo, Marité Gonard, luego de una seguidilla de escándalos en los que quedó envuelta y que incluyeron la incorporación irregular de ediles a la bancada libertaria, y un intento por desplazar a Carlos Alonso de la titularidad del bloque, entre otras cuestiones.

Con la principal implicada una vez más ausente (como sucedió a lo largo de los encuentros con funcionarios municipales para presentar el Presupuesto Bahía Blanca 2025), la sesión especial fue presidida por Pablo Daguerre (vicepresidente 1º).

El propio Adrián Jouglard expresó su voto negativo, junto con el de los concejales PRO Fabiola Buosi y Ruben Gómez “por no estar de acuerdo con lo acordado” a la hora de la repartición de cargos, que incluía la salida de la Secretaria del Concejo, la ex edil PRO Soledad Pisani, aunque evitando la mención al propio Daguerre.

En un sentido similar se pronunció Gonzalo Vélez manifestando su voto negativo y el de Fabiana Úngaro, ambos de la Coalición Cívica de Andrés De Leo, y parte del bloque de Juntos.

Por su parte la ritondista Gisela Caputo fue quien postuló a Mauro Reyes “para terminar un mandato en representación de la La Libertad Avanza”, anunciando su voto positivo junto al del edil Emiliano Álvarez Porte.

Fue Vanina Linzuain quien formalmente postuló a Mauro Reyes como Presidente, luego Gisela Caputo postuló a Martín Barrionuevo (Avanza Libertad) como Vicepresidente 1º y nuevamente Linzuaín postuló a Carlos Alonso como Vicepresidente 2º.

Por su parte Álvaro Díaz postuló a Carlos Moreno Salas como Secretario Legislativo y Gisela Caputo a Lorena Haag como Prosecretaria.

Durante las sucesivas votaciones se alcanzaron 14 votos positivos, los de los 8 concejales de Unión por la Patria, los 2 concejales ritondistas (Álvarez Porte y Caputo), los concejales referenciados en Oscar Liberman (Mauro Reyes y Vanina Linzuaín) y los votos de Carlos Alonso y Martín Barrionuevo.

Por la negativa votaron los concejales de Juntos, con la excepción de los ritondistas aunque las sucesivas alocuciones de Vélez y Jouglard dejaron entrever la delicada situación interna que atraviesa el bloque, del que se espera una pronta reconfiguración.

La ausencia de Gonard se sumó a la Valeria Rodríguez, quien atraviesa una delicada situación familiar, así como las de los bullrichistas Marcos Streitenberger y Silvina Rubio.

Mauro Reyes

La previa de la salida de Gonard

La nota para avanzar con la remoción de la titular del Concejo Deliberante llevaba las firmas de Álvaro Díaz, titular del bloque de Unión por la Patria; su compañera de bloque, Micaela Tomassini; el propio Mauro Reyes y Vanina Linzuain, ambos referenciados en el ex candidato a intendente por La Libertad Avanza, Oscar Liberman; Carlos Alonso, jefe de bloque de La Libertad Avanza; Martín Barrionuevo, de Avanza Libertad; Emiliano Álvarez Porte y Gisela Caputo, del PRO y referenciados en Cristian Ritondo.

En principio, el acuerdo entre los distintos sectores le daría a la iniciativa el apoyo de 14 de los 24 concejales (entre peronistas, libertarios y los ritondistas), garantizando la destitución y propinando un duro golpe no solo para Gonard, sino también para el sector del PRO ligado a Patricia Bullrich, y referenciado localmente en Santiago Nardelli y Nidia Moirano.

Mauro Reyes: “Tengo el mandato partidario de ir por la presidencia del Concejo”

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Cronología de una destitución anunciada

Cabe recordar que Marité Gonard había llegado a la presidencia del cuerpo gracias a los votos de los 10 concejales de Juntos por el Cambio, los 2 de Avanza Libertad y su propio bloque, el suyo propio y el de Carlos Alonso.

Es que apenas los ediles libertarios asumieron sus bancas, surgieron las primeras diferencias internas con respecto a quién debía ocupar la titularidad del cuerpo. Esto llevó a que Reyes y Linzuain se distanciaran del resto de la bancada.

Sin embargo, escudada en el artículo 23 del Reglamento Interno del Concejo, Gonard impidió a los ediles formar un bloque aparte, por lo que ambos concejales quedaron escindidos sin bloque ni los derechos que el reglamento les otorga (participar en labor deliberativa, despacho y secretarios de bloque).

Cabe aclarar que, según el artículo, “los concejales escindidos de su bloque político y los agrupamientos de ellos que no respondan a una lista de candidatos legitimada por comicios, no serán considerados bloques políticos en los términos de este reglamento”.

Posteriormente también se quebró la relación entre Gonard y Alonso, quien había quedado como titular del bloque La Libertad Avanza, situación que tuvo su peor momento cuando en octubre del año pasado la presidenta del Concejo anunció la incorporación de tres ediles a la bancada libertaria: Valeria Rodríguez, Marcos Streitenberger y Silvina Rubio.

Lo llamativo fue que las incorporaciones no fueron reconocidas por Alonso, quien además presentó una denuncia en la que aseguró que usurparon su espacio de trabajo y sustrajeron elementos de valor de su despacho, que derivó en un allanamiento en el edificio del Concejo.

Como si esto fuera poco, la titular del Concejo aprovechó la nueva conformación de la bancada para promover a Rodríguez como presidenta del bloque. La maniobra fue rechazada por Alonso, quien solicitó su nulidad escudándose en el artículo 23, el mismo que Gonard había utilizado para negarle entidad a los concejales libertarios escindidos.

Finalmente, el Concejo Deliberante restituyó al edil como jefe de bloque de La Libertad Avanza, dejando sin efecto la votación anterior que puso a Rodríguez al frente del espacio. En la previa de la sesión para definir la destitución de la titular del cuerpo, Alonso volvió a despacharse contra Gonard.

“Se va por inútil, por usar el presupuesto de caja para ñoquis y pauta, por déspota, por maltratar a los empleados del HCD“, indicó, “por querer sumar gente a la fuerza a un bloque, por orinar en el reglamento y la ley orgánica de los municipios”.

Es que este no fue el único escándalo en el que Gonard quedó envuelta. En septiembre ya había sido señalada por culpar a uno de los trabajadores del Concejo Deliberante por la compra de un celular, algo que derivó en una escalada de la conflictividad con los empleados.

También quedó en el ojo de la tormenta al presentar un proyecto para reducir a la mitad los salarios de las y los concejales, ya que al mismo tiempo intentaba que el Municipio le pague adicionales por haber trabajado en el colegio privado del que es dueña.

Meses después, en diciembre, volvió a ser cuestionada luego de que un militante libertario accediera a las cámaras del edificio y publicara imágenes de Carlos Alonso, denunciando una supuesta agresión contra un asistente. Esto derivó en un pedido para que se inicie una investigación pre-sumarial para identificar quién filtró las imágenes.

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