El Senado designó sus representantes en el Consejo de la Magistratura independientemente de la Corte

En un nuevo episodio del conflicto de poderes que inició la Corte Suprema, el Senado aprobó este miércoles a los cuatro representantes que enviará al Consejo de la Magistratura. Con la ausencia de Juntos por el Cambio, en pose de indignada defensa republicana, la Cámara Alta votó por unanimidad las candidaturas de María Pilatti Vergara, Mariano Recalde y Martín Doñate, mientras que por la oposición fue incluido el radical Eduardo Alejandro Vischi. La oposición judicializará la medida.

La iniciativa del oficialismo -craneada por Juliana Di Tullio, Anabel Fernández Sagasti y Cristina Fernández de Kirchner-consistió en fortalecer políticamente la postulación de Doñate (bloque Unidad Ciudadana) por sobre la de Luis Juez (PRO) con el respaldo unánime de la Cámara alta.

La antesala del conflicto

La decisión de la Cámara Alta es una réplica institucional a la intromisión de la Corte Suprema al Senado, que en una declaración de guerra a CFK el 8 de noviembre había anulado la partición del bloque de senadores del Frente de Todos para quitarle una banca al oficialismo en el Consejo de la Magistratura (CdM) y dársela a Juntos por el Cambio.

Esa división fue diseñada por Cristina y le dio como resultado una banca más al FdT en el órgano de selección y sanción de jueces en detrimento de JxC en el Consejo interino que tiene mandato hasta este 18 de noviembre.

Se trata de la respuesta a la toma por asalto del Consejo que hizo el Tribunal Supremo el 16 de diciembre de 2021. En aquella fecha, la Corte estableció que la conformación del órgano de selección y sanción de jueces que funcionaba desde el 2006, con 13 integrantes, era inconstitucional.

Entonces revivió una ley derogada, elevó la integración a 20 miembros, cambió las relaciones de poder y autoproclamó como presidente del Consejo al presidente de la Corte, Horacio Rosatti.

La sesión

Este miércoles, en una dinámica que no es habitual para la designación de consejeros en el Congreso, el Senado votó en el plenario la aprobación de los representantes designados para el período 2022-2026.

El resultado fue 37 votos a favor y ninguno en contra porque la oposición no bajó al recinto.

De esta forma, el oficialismo le dio volumen político a una decisión que había sido cuestionada por la Corte y que reglamentariamente no necesita de un respaldo del pleno.

Un dato no menor: Cristina no estuvo presente porque está ejerciendo la Presidencia de la Nación por el viaje de Alberto Fernández a la cumbre del G-20 en Indonesia.

La noche anterior a la sesión, la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala, había mandado una nota en la que incluía en el temario la designación de los representantes del Senado para el CdM: María Pilatti Vergara, Mariano Recalde y Martín Doñate, del oficialismo (los dos primeros del Frente Nacional y Popular, mayoría, y el otro de Unidad Ciudadana, segunda minoría), y a Alejandro Vischi por la UCR (primera minoría).

El FdT había decidido blindarse ante la posibilidad de un nuevo fallo de inconstitucionalidad de la Corte que insistiera en que el lugar de Doñate le pertenecía a Juez.

El objetivo era que las candidaturas fueran sujetas a votación y respaldadas oficialmente por la mayoría del recinto. Lo que consiguió gracias al acompañamiento de tres aliados, que fueron también garantes del quórum: Magdalena Solari Quintana (Misiones), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Clara Vega (La Rioja).

Los fundamentos del decreto

En la postulación los representantes, la Presidencia del Senado argumentó su decisión y le envió un mensaje a la Corte:

“Conforme el artículo 66 de la Constitución Nacional es potestad de cada Cámara darse su propio reglamento e interpretarlo en cuanto a su observancia y aplicación”.

Con esa afirmación le está señalado al Tribunal Supremo que está invadiendo potestades del Poder Legislativo con su intromisión en el orden interno del cuerpo.

En esa línea, destacó que la ley 24.937 establece que el bloque mayoritario nombra 2 consejeros y que los restantes dos consejeros se reparten entre la primera y la segunda minoría.

En la Cámara Alta el bloque Frente Nacional y Popular, con 21 integrantes, “ostenta la mayor representación legislativa de este H.Senado”; mientras que la UCR con 18 “ostenta la representación de primera minoría” y el bloque Unidad Ciudadana, con 14 miembros, es “la segunda minoría de este H.Senado”.

Los bloques Frente Nacional y Popular y Unidad Ciudadana conforman el interbloque del Frente de Todos.

Para los cortesanos Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda (Ricardo Lorenzetti no votó el el fallo de la corte), “la división referida no obedece a fines genuinos sino al objetivo de una fuerza política de ocupar en el Consejo un lugar que no le corresponde”.

Corte Suprema de Justicia
Corte Suprema de Justicia

Afirmaron que CFK constituyó “ficticiamente” un bloque en el Senado, que “desconoce el principio de buena fe”, que ese accionar fue “manipulativo”, que “no debe admitirse su validez” y que se trató de un “artificio o artimaña para simular un hecho falso o disimular uno verdadero con ánimo de obtener un rédito o beneficio ilegítimo”.

Con ese posicionamiento, la Corte forzó una interpretación del reglamento de la cámara alta afín a su fallo (algo que no puede) y acusó a CFK de no cumplir su fallo con una decisión política (algo no judiciable).

En resumidas cuentas, la Corte Suprema violó la división de poderes y se entrometió en una decisión parlamentaria al decirle al Congreso cómo debiera designar a sus consejeros.

La protesta de JxC

El interbloque de JxC en el Senado denunció que con este tratamiento se produjo “un nuevo atropello por parte de la presidenta del Senado de la Nación Cristina Fernández de Kirchner contra el orden institucional del país” (sic).

De acuerdo a los senadores macristas el tema de los consejeros se “introdujo de manera intempestiva y subrepticia” en la sesión especial en la que se iba a tratar “el Presupuesto y la prórroga de impuestos“.

Consideran que hubo “una abierta desobediencia al fallo de la Corte Suprema” y “a la ley del Consejo de la Magistratura y la Constitución Nacional” por parte del FdT.

De forma contrario de lo que realmente está sucediendo, denunciaron a CFK de “tensar la institucionalidad hasta romperla“. De esa forma, justificaron su inasistencia a la votación y adelantaron que acudirán a la Justicia de “manera inmediata” para “que se cumpla el pronunciamiento dictado por el Máximo Tribunal“.

Finalmente, a pesar de la protesta y ausencia de la oposición, con 37 votos a favor, el Senado aprobó las candidaturas. El juego judicial seguirá.

En el FdT están seguros de que el decreto volverá a llegar a la Corte y que muy probablemente el tribunal vuelva a fallar en su contra. Aunque esta vez, argumentan, lo tendrá que hacer contra una postulación respaldada unánimemente por el cuerpo deliberativo.

Ante este nuevo escenario, el foco ahora pasa a estar en los supremos que tendrán que definir si le toman juramento a los cuatro consejeros designados por el Senado o si no los legitiman, profundizando la violación de la división de poderes.

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