El ministro de Economía Sergio Massa se anotó tres logros en la renegociación con el FMI: no habrá ajustes fiscales extras ni tampoco misiones fiscalizadoras del organismo, y el gobierno podrá intervenir en el mercado cambiario. No obstante, el Banco Central ya tiene preparados los yuanes para pagar los próximos vencimientos en caso de que no se llegue a tiempo con el acuerdo final.
En días claves para la economía, Massa puede exhibir que logró arrancarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) tres concesiones claves que impactan directamente en la política económica y -en menor medida- en la campaña electoral.
El próximo acuerdo con el organismo financiero que maneja Kristalina Georgieva no incluirá ajustes fiscales extras por unos 2 mil millones de dólares (como había pedido el staff técnico del Fondo hasta la semana pasada) ni tampoco misiones fiscalizadoras del FMI para controlar si el país cumple o no metas trimestrales pactadas de antemano.
Estas misiones volverán recién a controlar el año vencido, es decir, entre diciembre de 2023 o el período enero-febrero de 2024. Esto es, cuando asuma el próximo presidente.
Además, el organismo financiero contemplará la posibilidad de intervenir en los dólares financieros a través de la venta de títulos emitidos en dólares en el canje de deuda de agosto de 2020 en posesión en entes de jurisdicciones nacionales, como la ANSES.
El FMI dejó de lado el reclamo por bajar el déficit fiscal al 1,5%, el cual se mantendrá en el 2%.
La concesión del Fondo se debe a la buena recepción al paquete fiscal impulsado por Massa, que contempla aumento en la presión impositiva vía un nuevo anticipo de Ganancias y la aplicación del Impuesto PAIS a las importaciones de artículos y servicios considerados suntuarios (o no esenciales en realidad), más los ingresos por el nuevo Dólar Agro.
Por otro lado, el FMI desaparecerá de escena (en cuanto a revisiones, negociaciones y fiscalizaciones) hasta diciembre; ya que las metas que se firmarán incluirán la aceptación por parte del organismo de suspender las dos misiones comprometidas para el segundo semestre hasta el primer trimestre de 2024. Así, desaparecen las presiones del organismo durante la campaña electoral.
En tanto, la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario había sido lanzada por el Ministerio de Economía en marzo pasado, y derivó en abril en la suspensión virtual del acuerdo vigente de Facilidades Extendidas, ya que lo firmado en marzo de 2022 prohibía la intervención directa en los mercados financieros con dólares.
Ahora, las nuevas negociaciones derivaron en que el FMI quitara la prohibición de la intervención directa del nuevo Staff Level Agreement (que aún está en redacción), con lo que la Secretaría de Finanzas podrá operar sobre los dólares financieros sin la censura del Fondo.
Yuanes listos
No obstante, pese a las buenas noticias, las negociaciones ahora son a contrarreloj. Sin la confirmación oficial del acuerdo final antes del receso de verano, el Banco Central (BCRA) se prepara para afrontar los vencimientos con el Fondo usando los yuanes disponibles por el Swap con China.
El próximo lunes la Argentina deberá pagar 3.300 millones de dólares al FMI. Por eso, en el BCRA ya tomaron una decisión, si para el lunes no llegan los desembolsos acordados con el organismo, el vencimiento se pagarán con yuanes, una posibilidad que el FMI ya aceptó.
Si bien del primer tramo del swap con China quedan 1.500 millones de dólares aproximadamente, están dadas las condiciones para utilizar 5 mil millones de dólares del segundo tramo acordado en la reciente gira de Massa y Pesce a China.
La eventual medida dejaría conformes a todas las partes: la Argentina evitaría el incumplimiento, el FMI podría cobrar y China podría volver a meter el yuán en una gran operación financiera y se consolida como prestamista de última instancia.