Horacio Rosatti apartó a un juez que lo investigaba por enriquecimiento ilícito

El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, consiguió apartar al juez que lo investigaba en una causa por enriquecimiento ilícito. El juez apartado es el santafesino Reinaldo Rodríguez, quien también llevaba un expediente contra el hijo del supremo. El fallo sostuvo que se sostenía el “temor de parcialidad“.

La Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar a un planteo de la defensa de Rosatti y removió de la investigación al juez federal de Santa Fe Reinaldo Rodríguez por “temor de parcialidad”.

El presidente del máximo tribunal del país sostiene que Rodríguez tiene -supuestamente- una especial animadversión contra él y su familia. Fundamenta, para ello, que Rodríguez dio curso a una denuncia anónima contra su hijo Emilio, también funcionario judicial en Santa Fe e involucrado recientemente en un escándalo vial, e hizo lo mismo ante otra anónima denuncia contra el propio presidente de la Corte.

La denuncia anónima que apunta a Rosatti padre indicaba que funcionarios cercanos al exintendente de Santa Fe entre 2003 y 2007, Martín Balbarrey, “debían desprenderse de parte importante de su sueldo para afectarlo a un fondo de dinero cuyo destinatario y beneficiario” era el hoy presidente del Máximo Tribunal.

Por entonces, Rosatti era funcionario nacional, primero como procurador del Tesoro y luego como ministro de Justicia, cargo que abandonó.

El fiscal santafesino Gustavo Onel pidió desestimar la denuncia contra Rosatti por, entre otros fundamentos, el paso del tiempo, que habría llevado a la prescripción de la causa. El juez Rodríguez anuló ese dictamen por “prematuro”, recordó que la permanencia en la función pública interrumpe la prescripción y mantuvo abierta la investigación.

Rosatti embistió contra el juez: “Tiene una especial animadversión hacia mi familia, que inicialmente comenzó de manera muy injusta contra mi hijo Emilio”, a quien denunció cuando se desempeñaba como secretario electoral en el juzgado del propio Rodríguez “respecto al delito de acoso de dos mujeres, en virtud de un panfleto anónimo”.

“Rodríguez formuló una denuncia penal en forma estigmatizante hacia mi hijo Emilio, pretendiendo que se avance sobre un supuesto delito cuya promoción dependía además de instancia privada y empleando términos reñidos con la imparcialidad, y que, según se demostró posteriormente, no se comprobó en lo más mínimo”.

La recusación fue rechazada por la Cámara Federal de Rosario, pero Rosatti apeló ante la Casación. Allí, el fiscal Raúl Pleé coincidió con el presidente de la Corte en que Rodríguez debía ser apartado.

“La animosidad se evidencia, por ejemplo, en el tratamiento prodigado por el juez recusado a su hijo con posterioridad a la mentada denuncia, que derivó en su traslado a otro tribunal. Esta circunstancia, objetiva y demostrable, es indicativa de la animadversión hacia Emilio”, refritó Pleé.

Emilio Rosatti cobró cierta notoriedad últimamente porque en la madrugada del 8 de enero pasado, en un control de rutina de la Agencia de Seguridad Vial en una ruta santafesina, dio positivo de alcoholemia: 2,24, un índice casi cinco veces superior al tolerado. Pero haciendo uso de sus privilegios, no se le secuestró el auto. Sólo se le labró un acta de infracción, se le retuvo la licencia de conducir y fue escoltado hasta su casa.

Los jueces Ana María Figueroa, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone firmaron el apartamiento de Rodríguez.

La Cámara Federal de Rosario deberá designar ahora por sorteo a un nuevo juez, quien quedará a cargo de la investigación todavía vigente contra el presidente de la Corte por presunto enriquecimiento ilícito.

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