Ricardo Manuel Rojas rechazó la propuesta de Javier Milei para convertirse en Procurador del Tesoro tras la salida de Rodolfo Barra, quien recientemente presentó su renuncia en medio de cuestionamientos del propio gobierno por su gestión y sus viajes al exterior.
El Gobierno de Javier Milei aún no define quién será el reemplazante de Rodolfo Barra como Procurador del Tesoro de la Nación, quien presentó su renuncia días atrás en medio de cuestionamientos a su gestión y sus constantes viajes al exterior del país.
El principal nombre que se barajaba en Casa Rosada para reemplazarlo era el de Ricardo Manuel Rojas, y de hecho este lunes el exjuez sostuvo una reunión junto al asesor presidencial Santiago Caputo.
Lo cierto es que las negociaciones no dieron resultado y las definiciones se postergaron. Este martes el propio Rojas anunció que declinó el ofrecimiento y comentó:
“Estoy profundamente agradecido al presidente Javier Milei por el ofrecimiento. Es un gran honor. Si bien he declinado por los motivos que le expliqué a él y a Santiago Caputo, estaré siempre dispuesto a colaborar del modo que sea mejor”
Entre tanto, desde el Poder Ejecutivo reconocieron que “hay más de un candidato para el cargo y se está evaluando”, aunque aseguraron que Rojas está “en carpeta hace mucho tiempo para muchos lugares distintos” y que comparte afinidad ideológica con la actual gestión.
Una fuente del gobierno comentó sobre él que “tiene la mentalidad de un juez y no tanto la de un abogado“. “Un procurador debe ser, justamente, alguien que trabaje para encontrar vericuetos legales a favor de una parte, y no alguien que sea imparcial”, comparó.
El nombre alternativo que se baraja para el puesto es el de Santiago Castro Videla. Además de ser discípulo de Rojas, el hombre de 43 años es abogado y Magíster en Derecho Administrativo. También trabaja en la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado de la Procuración, lo que lo sitúa más cerca del área.
También se evalúa un tercer posible candidato: Carlos Laplacette. Se trata de un socio del estudio Cassagne, el mismo en el que trabajaba la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal.
En cuanto a Rojas, el juez podría desembarcar en el Ministerio de Justicia, que comanda Mariano Cúneo Libarona (que resiste algunos cuestionamientos desde el oficialismo).
Cabe remarcar que el Gobierno no solo necesita nombrar al nuevo procurador, sino que también deberá designar nuevos subprocuradores. Es que los subordinados de Rojas en la cartera (Andrés de la Cruz y Marcos Serrano) también tendrían las horas contadas.

¿Quién reemplazará a Barra?
Hasta el lunes, la designación de Rojas se presentaba como evidente. El juez de 66 años fue secretario letrado de la Corte Suprema de Justicia (entre 1983 y 1986) y hasta 2020 se desempeñó como juez en lo criminal de la Ciudad de Buenos Aires.
Su afinidad ideológica con el Presidente se ve con claridad cuando se tiene cuenta que recibió un doctorado en Historia Económica por la ESEADE y da clases en universidades liberales. Actualmente da clases en Guatemala, en la Universidad Francisco Marroquín.
Además, es autor del libro “La inflación como delito” y sostiene un vínculo personal con Milei, ya que su obra fue determinante para que el mandatario presentara un proyecto para penalizar a quienes autorizaran la emisión monetaria o presupuestos deficitarios.
Escribió otros libros en los que mezcla la discusión económica con el derecho, la política y la sociología, como “Free city: orden cooperativo y competencia de fuentes jurídicas“, donde asegura que hay que “crear regiones autónomas donde los individuos puedan elegir las reglas bajo las cuales desean vivir”.
En cuanto a Castro Videla, se trata de un socio de Alberto Bianchi y Magíster en Derecho Administrativo por la Universidad Austral. También es profesor en la Diplomatura de Derecho Constitucional Profundizado.
Trabaja en la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado de la Procuración del Tesoro de la Nación e integra la Asociación Argentina de Derecho Procesal Constitucional y la Asociación Argentina de Derecho Constitucional.
También es coautor (junto con Santiago Maqueda Fourcade) de los libros “La delegación legislativa y el Estado regulatorio”, “Tratado de la regulación para el abastecimiento”, y “Estudio constitucional sobre los controles de precios y la producción”.
Castro Videla comenzó a posicionarse más cerca del puesto en las últimas horas a raíz de su experiencia laboral, aunque en el gobierno admiten que entre esos dos nombres Milei tiene que echar la moneda al aire.
La salida de Rodolfo Barra
Las definiciones se tomarán luego de que el viernes pasado Barra presentara su renuncia a través de una carta al Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en lo que fue su “renuncia indeclinable a partir del día de la fecha al cargo de Procurador del Tesoro de la Nación”.
En la breve misiva deseó el “éxito del Gobierno en esta tan especial etapa en la historia de nuestro país” y agregó: “Deseo señalar que ha sido para mí una gran experiencia y honor haber colaborado con su gestión”.
Lo cierto es que sus días estaban contados, y aunque estaba prevista una reunión con el Presidente una vez que Milei regresara del exterior para definir su futuro, el mandatario decidió acelerar su desplazamiento, mientras que con su renuncia Barra buscó evitar que el escándalo escalara.
Las versiones que trascendieron desde Casa Rosada apuntan que su salida se debió a la emisión de un dictamen contra el Poder Ejecutivo en un juicio que una agente inició al Estado por el otorgamiento de incentivos.
A esto se sumaron los cuestionamientos por sus repetidas ausencias para viajar al exterior, es que -según comentan- pasa “casi el 40 por ciento del año fuera del país“. Otra cuestión a la que apuntaron es a supuestos vínculos con los eyectados Nicolás Posse (ex jefe de Gabinete) y Silvestre Sívori (ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia).
Es decir que de fondo la decisión se tomó en medio de una escalada de la paranoia en el círculo de hierro que componen Santiago Caputo, Javier y Karina Milei, que ven con sospechas a los funcionarios que no se apegan al guion libertario. Esto explica también los últimos desplazamientos en el Ministerio de Justicia, exAFIP y UIF.
En el caso de Barra, se trataba de uno de los juristas con mayor renombre que tenía el gobierno al comienzo de su gestión. El menemista le garantizaba una buena relación con el fuero Contencioso Administrativo Federal, que explica la supervivencia del Decreto 70/23 hasta la sanción de la Ley Bases.