El triunfo empoderó a Karina Milei y los Menem, que ahora tienen a Santiago Caputo en la mira

Karina Milei y los Menem vieron validada su estrategia electoral tras los resultados del domingo y ahora buscan aprovechar este empoderamiento avanzando sobre la figura de Santiago Caputo, cuyo desembarco en el gabinete se enfrió a la espera de una decisión de Javier Milei al respecto.

El contundente triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas de 2025 no solo le permitirá al gobierno de Javier Milei impulsar con mayor holgura sus reformas que reclama el empresariado, sino que también reactivó la interna dentro del oficialismo.

La victoria validó la estrategia territorial impulsada por Karina Milei y los primos Martín y Eduardo “Lule” Menem, quienes emergieron como los grandes ganadores del detrás de escena electoral.

Sin embargo, el éxito en las urnas lejos de pacificar al espacio libertario reavivó una feroz disputa interna. Con el mandato de renovar el gabinete sobre la mesa, el sector karinista y los Menem buscan avanzar sobre Santiago Caputo, buscando no solo frenar su ingreso formal al Ejecutivo sino también despojarlo de las áreas sensibles que controla en Casa Rosada.

Martín Menem buscó proyectar una imagen de unidad del oficialismo. Destacó que el resultado electoral fue “una consecuencia del trabajo de los últimos dos años” y consideró que representa “un respaldo claro a la gestión libertaria“.

También relativizó las diferencias internas y elogió el rol de los principales armadores: “Karina Milei y Lule Menem fueron claves en la estrategia nacional. Santiago Caputo es un hombre de la máxima confianza del Presidente. Podemos tener matices, pero trabajamos con un mismo objetivo“.

El titular de Diputados fue uno de los funcionarios más observados tras la derrota bonaerense de septiembre, que había generado tensiones dentro del oficialismo y rumores de un posible reemplazo. Sin embargo, ratificó su lugar y aclaró que “los cambios en el Gabinete están a disposición del Presidente, cuando él lo considere necesario”.

En cuanto al nuevo Congreso que asumirá el 10 de diciembre, el presidente de la Cámara baja adelantó que los principales proyectos a tratar serán la reforma laboral y la reforma tributaria, y subrayó la necesidad de alcanzar nuevos consensos, como ya había marcado previamente Milei.

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La revancha de Karina Milei y los Menem

Lo cierto es que el domingo por la noche, cuando los resultados confirmaron que La Libertad Avanza sumaría 64 bancas en Diputados y alcanzaría un bloque de 20 senadores, el búnker libertario se convirtió en el escenario de una celebración atravesada por tensiones apenas disimuladas.

Se pudo ver al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, abrazado a los Menem, y cuando Javier Milei subió al escenario acompañado por su hermana Karina y por Santiago Caputo, los dos bandos en pugna no tardaron en manifestarse.

Las Fuerzas del Cielo, el sector alineado con Caputo, se expresaron en cánticos. Minutos después, con el Presidente ya fuera del escenario, los dirigentes bonaerenses vinculados a Sebastián Pareja, el armador territorial de Karina, se aglomeraron en un pogo ruidoso para replicar con consignas propias.

En su discurso de la victoria, Milei señaló a Caputo y su hermana como “artífices necesarios” del presente libertario y ratificó que en el llamado “Triángulo de Hierro” no habría cambios. Sin embargo, la interna viene profundizándose y en redes sociales ambos sectores buscaron apropiarse del triunfo.

La victoria electoral significó una revancha para el sector liderado por Karina Milei y los Menem, que habían sido fuertemente cuestionados tras la derrota de 14 puntos sufrida en la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre.

En aquella oportunidad, las críticas cayeron con dureza sobre el armador Sebastián Pareja y sobre la estrategia de listas propias que impulsaban los riojanos en todo el país. Ahora, con los resultados nacionales favorables, ese sector salió empoderado y dispuesto a cobrar factura.

Los Menem argumentan que el éxito se debe precisamente a su estrategia de armar listas propias en casi todas las provincias, en contraposición a la política de acuerdos con oficialismos provinciales que impulsaba Caputo y el propio Francos.

Además, les sirvió para poner a los propios en las nóminas. Entre los nuevos legisladores figuran Miriam Niveyro, Alejandro Carrancio y Andrea Vera, hija de Ramón “el nene” Vera, el excandidato a intendente del Frente de Todos que Pareja colocó como su mano derecha para armar las listas bonaerenses.

El lunes posterior a las elecciones, Eduardo “Lule” Menem expresó su satisfacción en redes sociales sin disimular la intención de marcar territorio. Sebastián Pareja publicó un mensaje que sintetizó la postura del sector:

“No nos vamos a cansar nunca de agradecerles al presidente Milei y a El Jefe Karina por su valentina, y a Lule y Martín Menem por su incansable trabajo y la estrategia trazada a lo largo y ancho del país. Su empuje, esfuerzo y convicción son fiel reflejo de lo que es La Libertad Avanza, un partido que vino a cambiar a la Argentina para siempre”.

Santiago Caputo, en la mira del karinismo

Empoderados por los resultados, los Menem lanzaron el mismo lunes una ofensiva total contra Santiago Caputo. El objetivo no es solo impedir que el asesor asuma como Jefe de Gabinete, cargo para el que había sonado con fuerza en las semanas previas, sino también despojarlo del control de áreas sensibles como la SIDE, ARCA y YPF que maneja desde las sombras.

La estrategia incluyó una salida pública de Martín Menem en el canal LN+, donde el presidente de la Cámara de Diputados se mostró empoderado y ninguneó el rol político de Caputo al afirmar que “está a cargo de la comunicación“.

También aprovechó para tomarse revancha con el macrista Cristian Ritondo, con quien Caputo había conformado un tándem para intentar desplazarlo de la presidencia de la Cámara baja. “Mi lugar nunca estuvo en juego”, sentenció Menem.

El resultado electoral desactivó ese plan de reemplazar a Martín Menem por Ritondo en la presidencia de Diputados. El riojano sabía que una mala elección lo dejaba vulnerable, pero ahora da por hecho que continuará en el cargo y remarcó que “la presidencia le corresponde al oficialismo”.

Los Menem además tienen entre manos un informe que analiza los fallidos pronósticos electorales de la consultora MOVE, propiedad de Caputo, y le atribuyen haber contribuido a un clima derrotista que habría hecho descuidar distritos considerados ganables.

La idea del sector karinista es “apagar un poco” a Santiago Caputo para evitar que active movimientos ofensivos como los que sufrieron en anteriores picos de tensión interna, cuando se vieron acorralados por denuncias de corrupción.

En el sector ligado a Santiago Caputo realizan una lectura diametralmente opuesta de los hechos. Están convencidos de que la remontada se debe a un estudiado cambio de discurso y que la decisión del asesor de ponerse al frente de la estrategia de campaña fue fundamental para convertir en votables a candidatos cuestionados.

Esta interpretación se apoya en datos concretos. La campaña bonaerense del 7 de septiembre que llevó a La Libertad Avanza a una derrota de 14 puntos por debajo de Fuerza Patria tuvo al gurú presidencial relegado de las decisiones.

Pasado ese golpe, el Presidente constituyó una mesa política en la que entronizó a su asesor y le entregó las riendas estratégicas. En cincuenta días, Diego Santilli logró juntar casi un millón de votos más, mientras que el peronismo no logró repetir sus resultados.

Para el karinismo, la estrategia nacional fue suya y en provincia de Buenos Aires fue Fabián Pereyra, ladero de Santilli desde sus tiempos como funcionario porteño, quien manejó la campaña. En el caputismo optan por señalar que fue el propio Presidente quien reivindicó al asesor en su discurso post triunfo y sus comunicadores insisten en mencionarlo en las celebraciones.

El gabinete que se viene… Cuando lo decida Milei

La tensión activada por los Menem tuvo un efecto concreto: se enfrió el desembarco de Santiago Caputo en la Jefatura de Gabinete, aunque sigue en discusión la continuidad de Guillermo Francos y su mano derecha Lisandro Catalán.

Descartado su plan de quedarse con el control casi total del gabinete, Santiago Caputo ahora apuesta a quedarse con el Ministerio de Justicia para Sebastián Amerio, el segundo de Mariano Cúneo Libarona.

Sin embargo, Milei evalúa seriamente que Cúneo Libarona continúe en el cargo. El asesor pretende mantener el control de esa cartera porque se reflota la negociación para completar la Corte Suprema y hay 300 pliegos de jueces y fiscales por aprobar.

En Seguridad asumiría la actual viceministra Alejandra Monteoliva, propuesta por Patricia Bullrich, quien tras su triunfo en la Capital también quedó empoderada. El Presidente sostuvo que tiene definido el nombre del reemplazo en esa área, aunque no dio detalles. La silla del ministerio de Defensa aguarda la conversación que el Presidente tenga con Luis Petri.

En cuanto a Cancillería, Pablo Quirno comenzó a cumplir funciones pese a no haber sido designado a través del Boletín Oficial ni haber jurado. Milei agradeció específicamente a Gerardo Werthein en su discurso del domingo, aunque el anunciado acuerdo comercial con la administración de Donald Trump nunca fue confirmado.

Dos semanas antes de la elección, Francos había confrontado públicamente con Caputo al lanzar: “Todos los que tomamos decisiones tenemos que tener firma“. El pedido había sido formulado veinte días antes en una cumbre de mesa política frente al Presidente, donde todos los presentes, incluido Caputo, entendieron que era razonable.

La expansión de poder del asesor había chocado de frente con las responsabilidades de la gestión formal, relegando al jefe de Gabinete a ser un observador de una realidad que le pasó por encima.

El lunes posterior a las elecciones, Javier Milei decidió postergar las decisiones sobre el gabinete. “Tengo tiempo hasta el 10 de diciembre”, sentenció sin dar margen a cuestionamientos. La pregunta que queda flotando es si el corazón del gobierno resistirá hasta esa fecha las tensiones internas que el propio triunfo electoral reactivó.

¿Equipo que gana no se toca?: Milei frenó los cambios en el gabinete tras la victoria electoral

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