Mario Russo presentó su renuncia al Ministerio de Salud y la cartera quedará en manos de uno de los socios de Santiago Caputo, Mario Lugones, quien ya venía ejerciendo control sobre el área a través de sus interventores.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Salud de la Nación confirmó la renuncia de Mario Russo como titular de la cartera. Si bien aseguró que su decisión responde a motivos “estrictamente personales“, la salida estaría relacionada con un enfrentamiento con Santiago Caputo y la familia Lugones.
Es que posteriormente la Oficina del Presidente publicó su propio comunicado al respecto, en el que agradeció a Russo por su “trabajo, compromiso y dedicación” y anunció que su reemplazante será el doctor Mario Lugones, dueño del Sanatorio Güemes.
Mario Lugones es además uno de los hombres fuertes del Ministerio y opera en conjunto con su hijo, Rodrigo Lugones, quien además es uno de los socios del asesor presidencial. Recientemente, Russo les había quitado funciones a los interventores que responden a estos funcionarios.
El nuevo Ministro de Salud “fue jefe de clínica de la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes, además de médico cardiólogo de Praxis Médica, de la Fundación Favaloro, del Sanatorio Malvinas, entre otros”, explicaron en el comunicado del Gobierno.
También “se desempeñó como Director del Instituto Médico de la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (IMSSET) de la Facultad de Medicina de la UBA y fue Director de la Maestría de Gerenciamiento de Sistemas de Salud de la UBA”, completa.
De esta forma, Russo (quien había asumido el 10 de diciembre) se suma a la lista de ministros desplazados desde la asunción de Javier Milei, que también incluye al exministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro y al exjefe de Gabinete, Nicolás Posse.
¿Por qué renunció Mario Russo?
Más allá de las razones oficiales de su salida, lo cierto es que el ahora Exministro se encontraba en medio de una puja de poder con Santiago Caputo y la familia Lugones, que habría sido el motivo de su sorpresiva salida.
Mario Lugones ya venía desempeñándose como un hombre fuerte dentro de la cartera y en cuanto se anunció la salida del Ministro, él fue el primer nombre que comenzó a circular para reemplazarlo. Junto a su hijo Rodrigo Lugones, la familia tenía intervenido el ministerio.
“Sería bastante sano que empiece a coincidir el poder real con la firma, para que quienes impulsan las decisiones se hagan cargo de sus consecuencias“, comentaba un funcionario del área.
Sin embargo, lo que habría disparado su salida habría sido la decisión de Russo de quitarle funciones a la interventora de Cecilia Loccisano, la exesposa de Jorge Triaca y secretaria de gestión administrativa de Salud.
Loccisano funcionaba como la mano derecha de los Lugones en la cartera y según el entorno de Russo recibía instrucciones desde la Superintendencia de Servicios de Salud. En cuanto a la funcionaria, la acusan de concentrarse en habilitar clínicas privadas y descuidar la gestión.
A través de una seguidilla de decretos, el entonces Ministro limitó la capacidad de acción de Loccisano; la directora General de Administración, Sabrina Fittipaldi; la directora de Programación y Control, Andrea Morales; el coordinador de logística de la secretaría de Bertoldi, Juan Pablo Saulle; y el secretario de Acceso a la Salud, Pablo Bertoldi.
La situación no terminó con la renuncia del Ministro, sino que Caputo y Lugones evalúan la posibilidad denunciar por lavado de dinero a Hugo Schwab, a quien señalan como la mano derecha de Russo y “cajero” del ahora exfuncionario.
Recientemente Caputo le envió un informe a Milei en el que habla del supuesto manejo de cajas de Schwab y los intendentes. De fondo, la interna salpica a Karina Milei, ya que fue ella quien habilitó a Lule Menem a correr a Lugones del manejo de la obra social de UATRE.
La gestión de Mario Russo
Más allá de esto, a Russo no le faltaban motivos para renunciar luego de su gestión durante la histórica epidemia de dengue en el último verano. Casualmente, la salida coincide con el aumento de las temperaturas y la etapa en la que aumenta la reproducción del mosquito que transmite la enfermedad.
La gestión del ministro estuvo marcada por sus escasos contactos con la prensa. Sin embargo, en el momento más álgido de la epidemia fue confrontado por la falta de repelentes en las góndolas, contexto en el que brindó extrañas recomendaciones como “usar mangas largas”, “tener cuidado con los pantalones cortos” y “usar ropa clara“.
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En cuanto a sus trabajos previos, cabe señalar que Russo ya se había desempeñado como secretario de Salud en los municipios de San Miguel y Morón. También es reconocida su trayectoria en el FLENI.
También fue subsecretario de Coordinación de Políticas Sanitarias y de Planificación y Contralor Sanitario en el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires durante la gobernación de María Eugenia Vidal, y entre enero de 2020 y junio del año pasado fue director de Asuntos Gubernamentales en AySA.
Semanas atrás, había emitido un discurso en el encuentro del Consejo Federal de Salud (COFESA), donde explicaba que “el desafío de reordenar y mejorar el sistema de salud es una tarea en la que estamos todos juntos; nos sentimos parte de un equipo que los incluye y confiamos en ustedes para seguir trabajando con una mirada colaborativa”.
Tras el evento con los Ministros de las provincias, cerró el Congreso Argentino de Saludo. En ese contexto, había dicho que “ya desregulamos, hicimos la matrícula digital, sacamos la receta electrónica y muchos cambios más”.
“Para nosotros los municipios deben encargarse de la atención primaria y el primer nivel de complejidad. Luego están los gobiernos provinciales que deben encargarse del segundo nivel de complejidad. Y luego el Ministerio de Salud de la Nación, que se encarga de la rectoría”, había mencionado.
