El Gobierno cuenta con un nuevo aliado, el senador Miguel Ángel Pichetto, quien está dispuesto a jugar a todo o nada con tal de seguir en la gestión pública. Luego de haber combatido fuertemente al sector del peronismo encabezado por la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner, no tendrá reparos en intentar voltear la causa de espionaje ilegal que involucra al fiscal Carlos Stornelli, servicios de inteligencia y algunos periodistas.
El candidato a vicepresidente consiguió esa postulación ya que se comprometió con Macri a hacer todo lo posible para lograrlo y llevarse puesto al juez Alejo Ramos Padilla. El objetivo último es salvar la causa de las fotocopias y embestir contra la misma Cristina Fernández de Kirchner.
Pichetto le prometió a Macri terminar con la investigación que lleva adelante el juez federal de Dolores, por la que hoy esta detenido el extorsionador Marcelo D’Alessio y llamado a indagatoria el periodista Daniel Santoro. El mismo Pichetto adelantó que mantendrá su lugar en el Consejo de la Magistratura, lugar al que accedió en representación de la primera minoría en la Cámara Alta, es decir, por el peronismo.
El pase de Pichetto al oficialismo complica a Ramos Padilla en las denuncias que tiene en su contra ante el Consejo. Otra diputada del peronismo, Graciela Camaño, también ocupa una banca en el Consejo de la Magistratura, lugar al que llegó por el Frente Renovador, mientras que hoy forma parte de Consenso Federal con Lavagna y Urtubey.
Finalmente, Pichetto integra la Comisión Bicameral de Control de los Servicios de Inteligencia, que en pocos días recibirá al fiscal de la causa de espionaje ilegal, Juan Pablo Curi. Es la misma comisión en la que declaró el titular de la AFI, Gustavo Arribas. Por esta causa están detenidos dos ex policías vinculados al espionaje: Bogoliuk y Degastaldi.