Miguel Ángel Pichetto participó hoy de su primera reunión de gabinete con Mauricio Macri y comenzó a pedir a los ministros que le reporten la información más relevante de sus carteras.
A sólo dos días de ser anunciado como el compañero de fórmula del presidente, el senador peronista se sentó en la Rosada por primera vez como si efectivamente fuera un funcionario macrista y no un senador que formalizó un pase de partido.
Además, comenzó a filtrar en los medios oficialista que en un eventual nuevo gobierno de Mauricio Macri tendría peso en la definición del gabinete. Entre otros, Pichetto apunta a devolverle el favor a Ernesto Sanz, que fue quien lo propuso como vice de Macri, impulsándolo como jefe de gabinete.
El rionegrino también blanqueó que quiere la Cancillería para alguien de su entorno, así también como los ministerios de Producción y Defensa, o al menos, importantes secretarías en dichas carteras.
Evidentemente, el gran perdedor con la candidatura de Pichetto es Marcos Peña, que no sólo vio frustrado su sueño de convertirse en candidato a vicepresidente, sino que ya no es el omnipotente Jefe de Gabinete de Mauricio Macri.
Tras la la incorporación de una figura de peso y trayectoría política, aparece desdibujado y casi casí, como un amateur de la realpolitik.
