En su círculo más cercano dicen que hubiera preferido la unidad, como la de Entre Ríos, que permitió que el peronismo se adelante 25 puntos a Cambiemos. Sin embargo, definió que en las elecciones del 13 de agosto puedan competir los precandidatos Daniel Scioli, Felipe Solá y Agustín Rossi (aunque este último bajaría su candidatura para apoyarla, en caso de que la senadora se postule).
El convite a la contienda es amplio e incluye a Sergio Massa. Fue Alberto Fernández anticipó que “Cristina está dispuesta a ir a unas PASO con quien sea” y se refirió al dirigente renovador. “Nadie le pide que se haga kirchnerista, eso está clarísimo, sino que venga y compita ya que lo importante es ganarle a Macri”.
Si no están todos de acuerdo, ya no hay dudas que habrá PASO. De hecho, tanto Scioli como Solá quieren participar, aunque tengan que competir con Cristina. La duda es qué hará Sergio Massa, quien en la reunión con intendentes en Escobar explicó que acordaría con el peronismo y que estaba seguro que la senadora no se presentaría.
Cuando le preguntaron que haría si Cristina se presenta como candidata a presidenta, mantuvo silencio y pidió tiempo. En ese escenario, le sería difícil rechazar la invitación a competir en elecciones PASO para unificar al peronismo. Desde el entorno renovador analizan que Massa podría bajarse y pedir una banca de diputado nacional.
Orginalmente, Massa buscaba un acuerdo provincial para unificar la fórmula para gobernador y competir con dos fórmulas presidenciales distintas. Hubiera sido un poco inverosímil ver a un candidato a gobernador haciendo campaña alternativamente por uno y otro candidato presidencial. De todos modos, el decretazo de Macri, por pedido de Vidal, eliminó toda posibilidad de ingenios electorales como listas espejo o de adhesión.
En breve, Massa no tiene otra opción que la unidad en la provincia, ya que no sólo carece de un candidato propio sino que sus propios referentes ya participan de la unidad peronista. Si le esquiva el bulto a la unidad del PJ, el tigrense se quedaría sin la decena de municipios en manos renovadoras y los 13 representantes de la legislatura provincial. Sin ir más lejos, Julio Zamora, intendente de Tigre, arregló hace tiempo con el peronismo y participa de actos como el del sábado en Avellaneda.
El sábado el peronismo demostró que en la provincia está encolumnado detrás de la figura de CFK. Massa debe optar entre priorizar la política o ceder ante las presiones del poder económico y mediático y quedarse en el sectarismo antikirchnerista y terminar siendo el nuevo Florencio Randazzo.