“Nicky” Caputo; Mario Quintana -exvicejefe de Gabinete y dueño de Farmacity- y el director del HSBC Gabriel Martino, son punta de lanza para el armado electoral con vista al 2023 de Horacio Rodríguez Larreta. No obstante, en el establishment no hay consensos a la hora de definir candidatos ya sigue muy fresco el fracaso económico y el avance judicial de Cambiemos sobre el empresariado, por lo que otro sector se inclina por Manes.
El círculo rojo empresarial mira las elecciones legislativas pero piensa en el 2023, es por eso que la inversión 2021 -más allá de intentar recuperar sus negocios e inversiones que al igual que el resto del globo perdieron muchísimo dinero– intentan reubicarse en un mapa que tiene al establishent entre dudas hacia el oficialismo y sin seducciones opositoras.
Con Macri en el exterior y con su regreso programado para este lunes, Horacio Rodríguez Larreta busca fortalecer su candidatura presidencial asentándose en el empresariado y los grupos financieros. Sabe que está fresco el fracaso económico de Cambiemos y que la interna propia tampoco ayuda a recolectar señales de confianza de un mercado que se centra en la incertidumbre.
Según publicó ElDiarioAr, Larreta reclutó para su campaña al HSBC Gabriel Martino, el ex vicejefe de Gabinete Mario Quintana y el “hermano del alma” del expresidente Macri, Nicolás Caputo, de muy estrecha relación con Diego Santilli y Cristian Ritondo.
Larreta también recuperó a antiguos colaboradores de Macri en la Ciudad que se alejaron del PRO pero mantienen un vinculo cercano con el sector privado y prefieren no hacerse ver.
Desde el circuito de poder empresarial y financiero ven con satisfacción “el carácter” que demuestra el jefe de gobierno porteño Larreta en su pelea por asumir la jefatura de la oposición y jubilar al expresidente.
Otros se anotan entre los que creen que es preferible alguien que se incorpore desde afuera como Facundo Manes, con prestigio académico y un lenguaje diferente para sacar a la dirigencia del debate endogámico.
Entre los sponsors históricos de la Fundación INECO que preside Manes figuran desde Pan American Energy de la familia Bulgheroni, Aeropuertos Argentina 2000 de Eduardo Eurnekian y el Grupo De Narváez hasta laboratorios como Roemmers, Elea-Phoenix, Insud, Richmond, Pfizer o Temislostalo pasando por el apoyo de los bancos o empresarios de Nuestra Voz como Martín Cabrales.
Pero los puentes ya no se lanzan únicamente a lo que fue el macrismo. Junto con Cristiano Ratazzi de Fiat y Daniel Herrero de Toyota, el líder de Clarín Héctor Magnetto y el CEO de la multinacional siderúrgica Paolo Rocca estuvieron entre los que se conectaron para un zoom con Florencio Randazzo antes del cierre de listas.
También hubo un acercamiento del ex ministro de Transporte con la cúpula de Ancham, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, donde pesan los laboratorios extranjeros nucleados en Caeme.
La campaña electoral se imprime en un contexto en el que las entidades que nuclean al establishment vienen de girar hacia una oposición más dura en línea con la partitura de la Asociación Empresaria Argentina que conducen en los hechos Magnetto y Rocca.
Después de meses de discusión interna, la UIA cambió al delegado del agronegocio Miguel Acevedo por el abogado patronal Daniel Funes de Rioja. Entre la cúpula de los industriales el malhumor con el gobierno es grande y el segundo mandato de Acevedo dejó un muy mal recuerdo.
Al directivo de Aceitera General Deheza y cuñado del cordobés Roberto Urquía le facturan haber entablado una relación personal con el Presidente y no haber logrado nunca una reunión para el comité ejecutivo.
Aliado histórico de Betnaza en la UIA, José Ignacio De Mendiguren se enfrentó de mala manera al gigante siderúrgico de Rocca -que promovió a Funes de Rioja- y ahora mastica bronca por su derrota en la interna de la entidad que presidió en dos oportunidades.
El titular del Banco de Inversión y Comercio Exterior afirma que el establishment está alejado de la realidad y que Techint, que tiene su gran negocio afuera, se favorece de los salarios bajos en dólares. Además aseguró que “hay una decisión política de que no se caigan las empresas”.
En un contexto de inflación alta, brecha cambiaria y un acuerdo en negociaciones con el Fondo, son pocos los empresarios que aparecen más o menos asociados al gobierno. Dueños de laboratorios como Hugo Sigman y Marcelo Figueiras, actores en expansión como José Luis Manzano y Daniel Vila, el propio Urquía o experimentados hombres de negocios que sobrevivieron a todo como Eurnekian.
“Si estuviera en el oficialismo, le pediría a Mauricio que por favor siga hablando. Es piantavotos y lo peor es que él no se da cuenta”, dijo el gerente de una multinacional de capitales locales. Algo similar sostiene on the record el dueño de TN Platex, Teddy Karagozian, un liberal textil que se retiró de AEA por sus diferencias con la entidad y acaba de anunciar nuevas inversiones en su fábrica de Ciudadela.
“No tengo idea sobre la campaña y en realidad creo que hoy no importa en lo más mínimo. Lo que importa es si hay demanda y si hay inversión. La oposición hoy no existe y no se les cae una idea lógica.
Fracasaron como gobierno, empobreciendo al país y, en lugar de ver cómo ayudar a salir del pantano, machacan con la desgracia de nuestro país y el Covid olvidando que las condiciones en las que asumió el gobierno era ya de default técnico y con empresas y ciudadanos debilitados”, aseguró.
Entre la recuperación económica que presenta la industria nacional, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que dará previsibilidad como lo es el anuncio del pago de los vencimientos con los Derechos Especiales de Giro y una brecha cambiaria que se acortará cuando ingresen -otra vez y en loop cada año- los dólares del agro; el establishment nacional busca leer la escena política: esta vez no tienen un candidato en quien confiar pero el paño es amplio y las fichas pueden colocarse a ambos lados de “la grieta”.
