Luis Caputo busca captar mil millones de dólares a través de un bono destinado a inversores extranjeros con el que busca fortalecer las reservas del Banco Central, que deberá acumular casi 5 mil millones en menos de tres semanas si quiere cumplir con la primera meta acordada con el FMI.
El Gobierno de Javier Milei deberá enfrentar este miércoles vencimientos por alrededor de 8 billones de pesos y, en este contexto, anunció el lanzamiento de un nuevo bono en pesos que se suscribirá en dólares y que está destinado a inversores extranjeros.
Se trata de una maniobra del Ministro de Economía Luis Caputo para captar divisas del extranjero y sumar reservas promoviendo rollover de la deuda del Tesoro, en un marco en el que el Banco Central (BCRA) está lejos de cumplir con la acumulación de reservas pautada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El encargado de anunciar la medida fue el Secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien adelantó “una licitación para este próximo miércoles 28 de mayo con un monto máximo a cubrir equivalente a los vencimientos del 30 de mayo, más los pagos de cupones y amortizaciones en pesos realizados la semana pasada que ascienden en su totalidad a 8,55 billones de pesos”.
El dispositivo lleva el nombre de “Bonte” y es un bono del Tesoro a Tasa Fija en pesos suscribible en dólares y destinado a inversores internacionales, que además incluye un Put (garantía de recompensa) a 2 años. El monto máximo a emitir equivale a mil millones de dólares y que vence en 2030.
En otras palabras, lo que se espera es aprovechar las tasas en pesos para incentivar a los inversores a poner sus dólares a cambio de pesos, aunque lo más llamativo es el compromiso del BCRA de recomprar los bonos (a través del Put) en mayo de 2027.
La fecha coincide con el año en el que se llevarán adelante las elecciones ejecutivas y con los últimos meses del mandato del Presidente Javier Milei. Se trataría de una estrategia del Gobierno para reducir el riesgo de los inversores en caso de que el libertario llegue con pocas chances de ser reelecto a 2027.
Las reservas, bajo la lupa del FMI
Al referirse a la medida, Caputo se encargó de aclarar que “esta operación no implica un aumento de la deuda bruta, ni tampoco neta“, sino “un aumento del nivel de reservas en dólares del BCRA y una extensión significativa de duration de la deuda en moneda local“.
Es que, a 40 días de firmar el último acuerdo con el FMI, el organismo está lejos de cumplir con la primera meta pautada y desde entonces fue incapaz de acumular reservas (que permanecen en el orden de los 38 mil millones de dólares).
Según lo estipulado, el organismo liderado por Santiago Bausili debería adquirir alrededor de 4.500 millones de dólares en tres semanas para cumplir con la meta acordada para el próximo 13 de junio. En caso contrario, tendrá que solicitar un waiver (es decir, un permiso para incumplir la cláusula preventiva).
En este contexto, el bono permite contabilizar los ingresos como “dólares genuinos” dentro de las metas trimestrales de acumulación. Sin embargo, el riesgo país permanece elevado, por lo que la colocación de deuda en dólares es complicada para el Gobierno.
La inclusión del Put es un incentivo para seducir a los inversores. Si el Gobierno evita que se cumplan las expectativas de devaluación, habrá más incentivos para suscribir al bono; sino, se tratará de una inversión de mayor riesgo.
Ahora bien, el acuerdo con el FMI establece que no se tomarán en cuenta para las metas los primeros 1.500 millones de dólares en deuda externa contraída por el Tesoro o el Banco Central, lo que significa que el mecanismo deberá superar ese umbral para contribuir al objetivo.
Sea como fuere, para Casa Rosada es esencial oxigenar el frente financiero y transmitir una señal de confianza en la continuidad de la gestión libertaria más allá del 2025. Previamente, Caputo había anunciado medidas para flexibilizar el control de capitales y captar dólares fuera del sistema.

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El precio de contener el dólar futuro
Si bien la inyección de divisas por parte del FMI le permitió al Gobierno Nacional flexibilizar el cepo cambiario y establecer un sistema de flotación entre bandas para marcar el valor del dólar sin intervenciones directas, el BCRA sigue utilizando reservas para intervenir en el precio del dólar futuro.
Este viernes, el organismo que encabeza Bausili publicó los datos oficiales al 30 de abril, en los que se observa una posición vendedora en futuros por más de 408 millones de dólares. Es que este instrumento funciona como cobertura ante fluctuaciones de precios y marca la presión devaluatoria que luego se traslada a la cotización del dólar.
Desde la consultora Outlier explicaron que “hasta ahora, la evidencia sobre la intervención del BCRA en el mercado de futuros era principalmente inferencial: altos volúmenes operados, ventas persistentes pese a tasas implícitas bajas y un interés abierto en niveles difíciles de sostener por actores privados, sugerían presencia oficial”.
Para este mes, la posición del BCRA equivale a casi el 14% del interés abierto informado (cantidad de contratos sin cancelar), lo que “no solo confirma la participación activa del BCRA en abril, sino que, a partir de la dinámica observada en mayo, sugiere una intensificación de dicha intervención“.
Según los cálculos de la consultora, la intervención del organismo consumiría alrededor de mil millones en el mes de mayo. Todo esto, pese a que el acuerdo con el FMI desaconsejaba intervenciones y llamaba a garantizar la libertad de mercado.
Puntualmente, el documento remarca que “las autoridades tampoco prevén intervenir en los mercados de futuros no entregables (NDF) ni en los mercados cambiarios paralelos, a menos que surjan condiciones de mercado desordenadas”.
Es decir que no solo no se están comprando reservas, sino que además el gobierno está utilizando los fondos que obtuvo interviniendo -indirectamente- en el mercado de cambios.

El secretario del Tesoro de Trump quiere el fin del swap con China, pero se niega a dar apoyo económico
La guerra comercial entre Estados Unidos y China
Para colmo, el alineamiento de la República Argentina a Estados Unidos en el marco de la guerra comercial de Donald Trump contra China suma otro dolor de cabeza para el Gobierno. El republicano no solo no otorgó beneficios para Milei en su avanzada arancelaria, sino que además obstaculiza las relaciones con el gigante asiático.
Es que -tras varios meses de demonizar a los inversores chinos- en el Ministerio de Economía evalúan la posibilidad de destrabar la mega inversión china para las represas de Santa Cruz. El Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dio cuenta de esto en su último informe de gestión.
Ahí habló de firmar la adenda XII para destrabar la obra iniciada durante la administración kirchnerista, pero que fue detenida por la negativa de Milei a aportar su firma luego de su asunción.
Pese a los fanatismos ideológicos del libertario, Caputo pretende acceder a los 5 mil millones de dólares que implica la inversión del país comunista, y que no deberán devolver hasta que las centrales estén operativas.
El problema es que un acercamiento a Xi Jinping, aunque indirecto, podría generar tensiones con Estados Unidos, que aboga por expulsar a China de Latinoamérica. Maurice Clave-Carone (enviado de Trump para la región) ya había adelantado que:
“Mientras tenga el país el swap, está amarrado a China y depende de ese swap para poder mantenerse económicamente. Entonces, Argentina no es libre”.
El avance de China a fuerza de inversiones pone en riesgo el poder de Estados Unidos sobre la región. Es por esto que a los funcionarios de Trump les interesa romper los lazos de Argentina con el país de Xi Jinping.
“La Embajada de China en la Argentina rechaza las declaraciones del enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, y plantea que sus consideraciones sobre la cooperación chino-argentina con el swap de monedas están repletas de lugares comunes, prejuicios y manipulaciones propias de la Doctrina Monroe“, fue la respuesta del gigante asiático.
El mensaje también estuvo dirigido indirectamente a Milei: “Imponer a otros países a actuar según las órdenes de la parte estadounidense no es propio de la supuesta libertad que dicen defender, sino que significa someterlos a una mayor falta de esa libertad“.