Con algunas objeciones de su ala moderada, el grueso del PRO se inclina a plegarse al pacto entre Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Javier Milei. El resto de Juntos por el Cambio se atrinchera en la neutralidad o incluso el rechazo al libertario.
Pese resistencia de algunas “palomas” del PRO —como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal o Silvia Lospennato—, los dirigentes del macrismo duro manifestaron su abierto apoyo a Milei.
El excandidato a gobernador bonaerense, Néstor Grindetti, fue uno de los primeros: “Acompaño la decisión que han tomado Mauricio y Patricia de estar siempre del lado del cambio”, anticipó. Lo mismo el senador misionero cercano a Macri, Humberto Schiavoni, quien afirmó que “la neutralidad no es una opción para esta Argentina destruida por el populismo”.
También se alinearon con Macri los diputados Cristian Ritondo y Alejandro Finocchiaro, el senador Alfredo De Angeli, el expresidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el ex ministro de Energía, Javier Iguacel.
De esta forma, el espacio libertario se fue copando con figuras del PRO, pese a que muchas de ellas habían rechazado a Milei en el pasado.
El PRO se acerca así a una inevitable ruptura entre el ala macrista que se alineó con Milei, por un lado, y el ala blanda minoritaria que optó por la neutralidad, por el otro.
El larretismo es el espacio amarillo que, hace un tiempo, analiza con creciente interés la posibilidad de conformar una nueva alternativa opositora junto a UCR, la Coalición Cívica, el GEN de Margarita Stolbizer y el Partido Socialista: todos los partidos que, frente a la carrera al 19-N, optaron por adoptar una postura de neutralidad y no apoyar ninguno de los dos candidatos de cara al ballotage.
Habría que sumar a este último grupo al auditor General de la Nación, y cofundador de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, quien ayer también marcó su neutralidad.
Adelante radicales
Mientras el PRO se encamina a una inevitable ruptura, la UCR continuó disparando dardos contra el macrismo por su decisión de apoyar la candidatura de Milei.
“Es sorprendente que todos lo que decían que había muchos que teníamos acuerdos para formar parte del gobierno de Sergio Massa, en lugar que pase lo que ellos decían, ahora hicieron un acuerdo entre gallos y medianoche para ver si pueden ocupar un cargo en un gobierno de Milei“, lanzó el radical Emiliano Yacobitti.
En una línea similar, Martín Lousteau, integrante también de Evolución, declaró que la postura adoptada por Bullrich era una “estafa”:
“Me dio vergüenza ajena la conferencia por estar dentro del espacio, porque la vi desdecirse de todo lo que sostuvimos en campaña”, aseguró, en diálogo con Radio Con Vos.
El senador nacional por CABA reiteró que “está claro que Mauricio Macri abandonó Juntos por el Cambio“.
“Están creando el macrimileismo o el mileimacrismo, como lo quieran llamar”, criticó el ex ministro de Economía.
Otro que se expresó en términos similares fue el actor, histórico dirigente radical y electo legislador del Parlasur, Luis Brandoni, quien afirmó que no votará ni a Milei, ni tampoco a Massa.
“Ese señor dice que el radicalismo es lo peor que le pasó al país. ¡Es un ignorante! desconoce la vida de un partido de 130 años no es producto de la casualidad. Entonces por supuesto no puedo votar a ese sujeto“, afirmó Brandoni en una entrevista por Radio Con Vos.
El actor sostuvo que su “bronca con el peronismo” no lo lleva a votar al liberal. Además, el parlamentario del Mercosur arremetió contra su otrora referenta política, Patricia Bullrich:
“No estoy de acuerdo. Nadie le dijo, los que votamos por Patricia lo hicimos pensando porque puede ser buena gestora, pero Patricia no le aceptamos cualquier ruta que tome, el hecho de haber votado a un candidato no significa que yo resigno mi criterio, mi pensamiento porque la voté“, indicó.
Llamativamente, mientras el grueso del radicalismo se posiciona como la principal voz crítica del pacto Macri-Bullrich-Milei, el ex compañero de fórmula de Bullrich, el radical mendocino Luis Petri, afirmó a LN+ que: “Vamos a ayudar en la fiscalización. Se necesita fiscalizar (porque) hay que cuidar los votos“. Cabría preguntarse cómo podría ayudar a la fiscalización un referente que no cuenta con el aparato ni la organicidad de su propio partido.
