Javier Milei partió rumbo a Estados Unidos para participar de una conferencia ultraconservadora donde espera encontrarse con el presidente electo Donald Trump, en el marco de una agenda que también incluye un viaje a Brasil en los próximos días y reuniones con Emmanuel Macron y Georgia Meloni.
Esta madrugada el Presidente Javier Milei partió rumbo a Palm Beach en el marco de su séptima visita a Estados Unidos en menos de un año de mandato. Tras su arribo, tiene previsto participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) y sostener una reunión con el Presidente electo Donald Trump.
El mandatario argentino salió de Buenos Aires junto a su hermana y Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y será recibido por el Canciller Gerardo Werthein en el aeropuerto de Palm Beach West esta tarde.
En los planes del libertario está proponer un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y dar un discurso el viernes en la conferencia que se realizará en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, aunque su intención es que esto no altere las negociaciones con otras potencias como China.
A continuación, deberá retornar a Buenos Aires para recibir al Presidente francés Emmanuel Macron, y tomar un nuevo vuelo hacia Río de Janeiro para participar de la cumbre del G20 a realizarse el 18 de noviembre. Finalmente, su agenda incluye un encuentro con la primera ministra italiana, Georgia Meloni, en la Quinta de Olivos el 20 de este mes.
Viaje a Estados Unidos
Este jueves está prevista la llegada de Milei a Florida, donde se realizará el próximo evento de la CPAC. El presidente será uno de los cuatro oradores durante la jornada, en la que su discurso será escuchado por dirigentes conservadores y empresarios.
Según trascendió, tiene previsto proponer la creación de una organización de naciones paralela a la ONU junto a figuras como Trump, Giorgia Meloni (Italia) y Benjamín Netanyahu (Israel).
El objetivo de este selecto club sería impulsar tratados de libre comercio, de cooperación militar y, en última instancia, avanzar con la “batalla cultural” del libertario y sus aliados de ultraderecha. En última instancia, el objetivo del selecto club que quiere que integren 4 países sería quitarle centralidad a la toma de decisiones de la ONU.
La gestion libertaria viene de rechazar la Agenda 2030 (ahora 2045), que incluye un abanico de propuestas para articular políticas sociales de asistencialismo e igualdad de género. En septiembre Diana Mondino había hecho explícito el rechazo del gobierno a la agenda de la ONU, a contramano de los otros 192 países que integran el organismo.
Curiosamente, la entonces Canciller fue eyectada de su puesto al impulsar el rechazo al bloqueo estadunidense sobre la isla de Cuba, que inicialmente había sido presentado por los medios más afines al Gobierno como una defensa a la libertad de mercado. Al final, la sintonía con la agenda de Estados Unidos fue más fuerte que el libre mercado.
Tras el recambio, Argentino votó en contra de una resolución a favor de los derechos de los pueblos originarios ante el organismo. Fue el único país de la ONU que se expresó en este sentido, incluso diferenciándose de la potencia norteamericana.
Sin embargo, en Casa Rosada reina la cautela, y saben que convencer a otros países de avanzar contra la ONU será complicado. “No es algo que sólo dependa de nosotros, por eso puede llevar tiempo“, confiesan desde el entorno presidencial.

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Nuevo encuentro con Trump
Otro de los intereses de Milei es el de concretar un nuevo encuentro con Trump tras su victoria electoral. Cabe recordar que el republicano priorizó a otros mandatarios de la región antes de Milei, a pesar de que el libertario le dedicó una seguidilla de publicaciones asegurándole que pondría a Argentina al servicio de los intereses estadounidenses.
Finalmente, el Vocero Presidencial Manuel Adorni confirmó recientemente que se produjo una comunicación entre ambos dirigentes, y aseguró que Trump llamó a Milei su “presidente favorito”. Lo cierto es que no hay una bilateral agendada, y aún no trascendió ni la duración ni la modalidad de la reunión.
La última vez que el mandatario argentino se encontró con el empresario fue el 24 de febrero de este año, durante otra reunión de la CPAC de la que salió una foto de ambos dirigentes y un breve intercambio tras bambalinas.
La expectativa de Milei es lograr tomarse una nueva foto con el ahora presidente electo de los estados unidos, aunque también tendrá la oportunidad de dialogar con su vice electo, J.D. Vance, y el magnate sudafricano Elon Musk, que ocupará un lugar en el gabinete de la Casa Blanca.
Sin embargo, el analista internacional Claudio Fantini se mostró escéptico sobre la posibilidad de que la profundización de las relaciones entre el mandatario argentino y Trump se traduzcan en un beneficio para Argentina. Al respecto, aseguró que:
“El triunfo de Trump le da viento de cola a Milei por la identificación ideológica y de estilos entre ambos. Pero esa identificación no se da en el campo económico, donde las diferencias son muchas, sino en el campo político y social. Habrá que ver si esa sintonía ultraconservadora ayuda a la Argentina, no solo a Milei. Lo que sería útil es que Trump abre sus mercados a los productos argentinos y acuerden alianzas estratégicas y el aporte estadounidense al desarrollo de altas tecnologías. Lo que puede hacer Trump va a ser beneficio para Milei políticamente, pero no creo que dé el paso para que sea positivo para el país“.
En cuando a Elon Musk, desde Casa Rosada lo consideran como un “amigo” del mandatario argentino, y Milei incluso llegó a decir que el empresario dialoga con el Ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, para “copiar el modelo” de la gestión libertaria.
Si bien Musk permitió al libertario gestionar su acercamiento de Trump, la amistad de la que se jactan en Casa Rosada no parece ser suficiente para impulsar las multimillonarias inversiones prometidas durante la campaña.
Visita de Macron a Buenos Aires
Será una visita relámpago a Estados Unidos, ya que Milei deberá estar en Buenos Aires el 17 de noviembre para recibir a Macron, que llega en el marco de una visita oficial al país. La última vez que se encontraron fue en julio, en el marco de los Juegos Olímpicos de París.
Uno de los temas centrales en la agenda del francés será el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, que se viene dilatando desde hace años y que Francia resiste (alrededor de 200 integrantes del parlamento francés llamaron a bloquear el tratado).
Recientemente, el ministro Michel Barnier aseguró que “en las condiciones actuales, este acuerdo no es aceptable para Francia y no lo será. Recomiendo que no se ignore la posición de un país como Francia”. En paralelo, la iniciativa también es resistida por el campesinado de ese país.
El otro tema en agenda es el cambio climático, que no solo no es prioritario para el gobierno argentino, sino que varios de sus funcionarios han negado su existencia. De hecho, el Gobierno retiró a la delegación argentina que estaba participando de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP 29).
Según trascendió, es una posibilidad que Milei también discuta sobre la adquisición de tres submarinos franceses Scorpène. Cabe recordar que tras su mandato también impulsó la compra de aviones caza estadounidenses durante su mandato.
En este caso, el encuentro fue gestionado por Karina Milei, quien hace unas semanas viajó a Francia y se encontró con la esposa del jefe de estado, Brigitte Macron. Una visita que tuvo lugar en el Palacio de Elíseo y también contó con la presencia de los embajadores argentinos en ese país, Ian Sielecki, y ante los Estados Unidos, Gerardo Werthein.

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Cumbre del G20 en Brasil
Finalmente, el lunes el mandatario argentino viajará a Brasil para participar de la cumbre del G20, donde finalmente deberá encontrarse con el mandatario Lula Da Silva, quien oficiará de anfitrión.
Sin embargo, desde Casa Rosada aseguran que no hay una reunión bilateral pautada con el jefe de estado brasileño, con quien ha tenido fuertes cruces desde antes de su asunción. y a quien evitó durante su última visita al país.
Aunque tampoco está en agenda un encuentro con el mandatario de China Xi Jinping, el gobierno no negó que se pueda producir un encuentro de carácter formal o informal con él luego de que la potencia asiática tuviera el gesto de renovar el swap de monedas.
Recientemente, el libertario suavizó su postura con el gigante asiático y comenzó a abandonar su retórica confrontativa, reconociendo el potencial de las relaciones bilaterales entre ambos países.
Tal como hizo en la ONU, donde no se animó a cuestionar a China, el mandatario tiene la intención de insistir en la necesidad de realizar reformas en los organismos internacionales y abandonar la Agenda 2030.

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Finalmente, volverá a Buenos Aires para recibir a la primer ministro italiana, Giorgia Meloni, el 19 de noviembre. Al día siguiente tienen previsto un almuerzo en la Quinta de Olivos. Al igual que Trump, la afinidad entre los mandatarios es más política que económica.
Ya se habían visto en la reunión del G7 que se llevó adelante en Puglia, en el lujoso complejo de Borgo Egnazia, en junio. También se encontraron en Roma en febrero de este año, y más recientemente en una reunión de las Naciones Unidas en Nueva York.
“Es una conjunción de visitas y encuentros importantes que distinguen estos días de lo que han sido todos los meses anteriores desde que Milei asumió el gobierno”, concluyó Fantini.