El diputado “libertario” Javier Milei salió en defensa del expresidente Mauricio Macri, luego de las múltiples críticas que éste recibiera tras la revelación del plan que tuvo el gobierno de Cambiemos para participar en una invasión armada a Venezuela.
La semana pasada se reveló que el Ejército argentino realizó una serie de ejercicios militares que preparaban a las FF.AA. para una eventual invasión internacional a Venezuela con el fin de derrocar al gobierno constitucional de Nicolás Maduro. El proyecto se llamó “Operación Puma“. Afortunadamente, la guerra nunca se produjo.
Ante esto, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, publicó una carta al presidente venezolano y al pueblo de ese país donde afirma:
“Les quiero hacer llegar un pedido de perdón por no habernos enterado en su momento de las pretensiones del nazi Mauricio Macri, capaz de todo, secuaz de los yanquis y sirviente de Estados Unidos”.
Esta misiva provocó la furia de Javier Milei y del diputado PRO Waldo Wolff, quienes firmaron en conjunto un documento de tres páginas donde repudiaron el calificativo de “nazi” respecto a Macri: “Acusó a un presidente electo democráticamente y que finalizó legítimamente su mandato con un nazi, parte de un régimen genocida“.
“Dicha declaración consiste en la banalización de uno de los más atroces delitos de Lesa Humanidad acaecidos en la historia mundial como así también enaltece el régimen totalitario de Venezuela” (sic).
La supuesta condena de la “banalización del holocausto” por parte de Milei resulta, cuanto mínimo, llamativa cuando el economista no ha perdido oportunidad en calificar de “fascista” a todo aquel que le contradiga en lo más mínimo su violento discurso.
En una entrevista con el periodista Edi Zunino, Milei calificó al mismo Macri de “fascista“, sólo minutos después de haberlo llamado “socialdemócrata“, en una clara mezcla de caracterizaciones ideológicas incompatibles.
Sin embargo, lo que más despierta la indignación, es que ahora Milei se intente apropiar de la defensa de los DD.HH. y condene los delitos de lesa humanidad, cuando, en las elecciones legislativas 2021, llevó como acompañante de su boleta -en segundo puesto- a Victoria Villarruel, una abogada defensora de los genocidas de la última dictadura cívico-militar de la Argentina y negacionista del genocidio perpetrado por el gobierno autoritario.