El candidato más votado de las PASO, Javier Milei, es acompañado en su fórmula presidencial por la abogada Victoria Villarruel. Te contamos todo sobre la figura del poder en las sombras detrás del libertario.
Sus orígenes
Nacida el 13 de abril de 1975, Victoria es la primera de las dos hijas del matrimonio conformado por Eduardo Marcelo Villarruel y Diana Destéfani. Cuando Victoria cumplió el año, Villarruel estaba en el Operativo Independencia, una misión militar ordenada por el gobierno de Estela Martínez de Perón para exterminar al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), que derivó en violaciones a los derechos humanos. Fue la antesala tucumana del genocidio que implementó la última dictadura.
Su tío Ernesto Guillermo Villarruel fue detenido en octubre de 2015 por orden del juez Daniel Rafecas por crímenes cometidos en el centro clandestino conocido como Vesubio. No fue juzgado porque se lo declaró incapaz para afrontar el proceso.
La historia pública de Villarruel comienza en 2006, con la conformación del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv). Se trata de un organismo cuyo único objetivo es negar el genocidio perpetrado por la última dictadura militar y defender a los genocidas juzgados y condenados.
"Los terroristas tienen derechos humanos y sus víctimas, no" es la idea que repite Villarruel, enarbolando así un discurso afín al ya extinto Partido Militar que durante todo el siglo XX interrumpió diversos gobiernos democráticos.
"Ni todos los malos están de un lado, ni todos los buenos del otro", es el otro latiguillo negacionista que aparece en sus discursos. La misma avanzada discursiva equipara los crímenes del terrorismo de Estado en la Argentina con los de la ETA en España.
Su asociación ha encontrado legitimidad en foros internacionales, justamente, a partir de encuentros con familiares de víctimas de la organización separatista armada vasca. Que derivaron en otros como el que se materializó en 2019 en una conferencia con Javier Ortega Smith, fundador de Vox, donde se analizó cómo lograr un armado de derecha al estilo de Vox en Argentina.
Lo novedoso del discurso de la asociación que preside Villarruel -y otras que surgieron alrededor de 2006, como reacción a la reactivación de los juicios de lesa humanidad durante el gobierno de Kirchner- es que, a diferencia de las primeras organizaciones de familiares de genocidas que reclamaban por sus condenas con discursos de abierta defensa al genocidio, estos buscan encajar en la época.
Así, comienzan a calcar las retóricas, los modos discursivos, y hasta las formas de presentarse de los organismos de derechos humanos. Su asociación, sin ir más lejos, es un "Centro de Estudios", igual que el Cels. En esa búsqueda no es casual que en una de las amables charlas de La Nación la candidata pueda soltar, sin repreguntas: “Las primeras mujeres en hacer las rondas en Plaza de Mayo fueron las víctimas del terrorismo”.
Sus vínculos con Videla
"No hubo 30 mil desaparecidos" insiste Villaruel y llega a decir que "los terroristas que hicieron atentados en los 70 tomaron el poder, reescribieron la historia y se garantizaron la impunidad".
En sus primeros años de activismo negacionista, Villarruel fundó Jóvenes por la Verdad, un grupo cuya actividad más destacada era la de coordinar visitas al dictador Jorge Rafael Videla.
Por lo que los vínculos de la compañera de fórmula de Milei con los años más oscuros de la Argentina y el Partido Militar no se limitan a vínculos familiares o afinidades ideológicas: la candidata a vice libertaria era quien le manejaba la agenda al anciano dictador cuando este estaba recluido con prisión domiciliaria.
Vender la ESMA y desarticular las políticas de DD.HH.
Ahora, una entrevista en el canal A24, Villarruel no escondió sus intenciones de revertir la histórica y condecorada política de DD.HH. del Estado argentino.
“Yo he sido muy crítica de ambas organizaciones de derechos humanos parciales –en alusión a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo– porque, en ningún momento, tuvieron un repudio al terrorismo. Creo que en algún momento hay que pasar a vivir en el presente y en el futuro, pero eso implica hacerlo con verdad para todas aquellas víctimas que han sido ocultadas”.
Cuando le preguntaron qué tenía pensado hacer con el predio de la ESMA, dijo que debería volver a la familia Raggio, que lo había donado a la Armada para que funcionaran institutos de formación y no un espacio de memoria.
“Es un lugar donde se cuenta la mitad de la historia”, se despachó al referirse al museo que se erigió en el excasino de oficinales –que era usado como centro clandestino durante los años del terrorismo de Estado.
A diferencia de Milei, que había descartado un indulto para los criminales de lesa humanidad, Villarruel no fue tan precisa.
“No lo estamos analizando como indulto o amnistía. Sí creo que la ley penal no se puede aplicar retroactivamente y esto ha pasado en estos juicios. Esto es algo que es grave porque afecta no solo las garantías constitucionales de aquel que está en estos juicios sino de todos nosotros”, dijo.
Después de que el líder de LLA desestimara un indulto para los genocidas, parte de los remanentes del partido militar estalló de ira.
Una de las voces más estridentes fue Cecilia Pando, infame negacionista argentina y ex aliada de Villarruel, que le recordó a la candidata a vicepresidenta su cercanía con el represor de la ESMA Alberto González, condenado a prisión perpetua.
El marido de Pando, el mayor retirado Pedro Rafael Mercado, le enrostró a la candidata a vice de Milei que se había olvidado de su pasado, cuando fue gracias a ella que Mercado pudo conocer personalmente a Videla.
El rol de Villarruel en un eventual gobierno libertario
En el armado de LLA hay versiones encontradas sobre el rol real que ocupa Villarruel. Pese a que hay quienes sostienen que no forma parte del "círculo íntimo" del líder libertario, diversas expresiones públicas la ponen en el centro de la escena.
Incluso, la compañera de fórmula interrumpió en diversas intervenciones públicas y entrevistas de Milei, cuando se le formulaba a dupla libertaria preguntas no relacionadas directamente con la economía.
Lo que ya adelantó el propio Milei es que será Villarruel la encargada de asignar a los ministros de Seguridad Interior y Defensa Nacional de un eventual gobierno de Milei. Se tratan de dos áreas que la abogada sueña con fusionar, pese a que la Constitución Nacional lo prohíbe expresamente.