Un grupo de Senadores peronistas que incluye representantes de Raul Jalil y Ricardo Quintela formalizó la creación del bloque “Convicción Federal” dentro de Unión por la Patria, poniendo en tela de juicio la conducción de Cristina Fernández de Kirchner y resaltando la necesidad de “dar visibilidad a los intereses de sus provincias”.
Este miércoles, un grupo de cuatro Senadores peronistas formalizó la creación de un nuevo bloque dentro del Interbloque Unión por la Patria. La bancada lleva el nombre de “Convicción Federal” y está integrada por Fernando Aldo Salino (San Luis), María Carolina Moisés (Jujuy), Guillermo Eduardo Andrada (Catamarca) y Jesús Fernando Rejal (La Rioja).
Desde la bancada aclararon que no pretenden salirse del interbloque que conduce el formoseño José Mayans, y remarcaron a través de un comunicado que con esta decisión buscan reforzar “la estrategia de apertura y debate interno”.
“Los miembros formarán parte de las decisiones sobre los temas estratégicos sumando voces en oposición al Gobierno Nacional”, puntualizaron, “dando mayor visibilidad a la problemática e intereses de sus provincias en lo que corresponde a la participación política, posición sobre proyectos específicos y la agenda legislativa del Senado de la Nación”.
En ese sentido, subrayaron que “la visión federal es una necesidad urgente que se viene reclamando fuertemente desde diversos sectores del peronismo y hoy se expresa legislativamente en este nuevo Bloque Convicción Federal”, que tendrá a Salino como Presidente y Moisés como Vice.
De esta forma, el grupo convivirá con las otras dos bancadas que existen dentro de Unión por la Patria: Frente Nacional y Popular (referenciado en los gobernadores peronistas y liderado por Mayans) y Unidad Ciudadana (con Juliana Di Tullio a la cabeza, y más cercano a La Cámpora).
Atender las problemáticas e intereses de las provincias es uno de los reclamos que también había motivado la puja por la conducción del Partido Justicialista (PJ) el año pasado, en el marco de la fallida interna entre el Gobernador Ricardo Quintela y Cristina Fernández de Kirchner, hoy titular del partido a nivel nacional.
No es sorpresa entonces que la nueva bancada incluya entre sus miembros a Rejal, que responde al mandatario riojano, y a Andrada, referenciado en el Gobernador de Catamarca, Raúl Jalil (cuyos legisladores ya actúan de forma autónoma en la Cámara de Diputados).
Sin embargo, las diferencias con la conducción de Cristina Kirchner no habían tenido consecuencias formales en el Congreso hasta ahora, aunque cabe preguntarse si tras la conformación de “Convicción Federal” más dirigentes peronistas expresarán su distanciamiento de la titular del PJ.
En cualquier caso, el interbloque de Unión por la Patria seguirá siendo conformado por 34 representantes en el Senado de la Nación, aunque esté año el peronismo pone en juego 15 escaños entre la Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
En las provincias se resisten a la conducción de CFK
Si bien la discusión interna por los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema de Justicia (en particular, la de Ariel Lijo) dejó expuestas las diferencias dentro del interbloque, esto no es más que una expresión del verdadero punto de tensión, el estilo de conducción verticalista de Cristina Kirchner.
Esto se expresó en el reciente cierre de listas en varias provincias, que estuvo marcado por las divisiones dentro del justicialismo. Cabe recordar que el 13 de abril Santa Fe elegirá a sus convencionales constituyentes y celebrará las PASO locales para las elecciones del 29 de junio, mientras que el 11 de mayo serán las elecciones de Jujuy, Salta, Chaco y San Luis.
Cabe recordar que en la primera reunión del Consejo Nacional del PJ presidida por Fernández de Kirchner, la exmandataria ordenó la intervención del partido en las provincias de Misiones y Salta, bajo el argumento de que sus representantes habían mostrado sintonía con Casa Rosada en más de una votación.
Esto derivó en la presentación de dos frentes distintos con el mismo nombre: Frente Peronista Salteño. Por un lado quedaron los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner, mientras que el espacio del Gobernador Gustavo Sáenz aglutinó a los sectores que se resisten a la intervención del partido.
En Jujuy las tensiones son incluso más palpables. En febrero, la titular del PJ nacional selló un acuerdo con Rubén Rivarola, quién había sido secretario general del partido en la provincia hasta que el espacio fuera intervenido por su complicidad en la reforma constitucional y posterior represión impulsadas por Gerardo Morales.
Con el cierre de listas se formó el Frente Justicialista, encabezado por Leila Chaher (diputada referenciada en La Cámpora), Guillermo Snopek y Rivarola. Sin embargo, también se formó el Frente Somos Más, encabezado por Carolina Moisés junto a varios partidos provinciales y municipales.
En Chaco se presentaron tres listas peronistas. Por un lado, quedó la del Exgobernador Jorge Capitanich, quien intenta aglutinar al justicialismo de la Provincia (que ya se había dividido en los comicios de 2023). Capitanich había apostado a la unidad el año pasado, siendo su partido el único que envió avales para apoyar tanto a la expresidenta como a Quintela.
También quedaron inscriptos Chaco Merece Más, el frente Corriente de Expresión Renovadora (liderado por el exgobernador Domingo Peppo y el exintendente capitalino Gustavo Martínez), y el frente Primero Chaco.
En San Luis se presentaron dos espacios peronistas. Por un lado quedó el sector que comanda Alberto Rodríguez Saá, y que es reticente a la conducción de Fernández de Kirchner desde hace años, apostando a la identidad provincial del espacio por sobre las pujas nacionales. El otro espacio lo conforman los espacios que comulgan con el kirchnerismo.
En el caso de Santa Fe, el peronismo se dividió en dos frentes. Más para Santa Fe (donde el PJ se unió al progresista Juan Monteverde) y Activemos, liderado por el senador Marcelo Lewandowski (quien había sido elegido por Cristina Kirchner para aglutinar a las tribus peronistas, pero que decidió buscar una salida electoral por fuera del sello Unión por la Patria).
De fondo, el peronismo parece divido por su posición frente al estilo de conducción de la Exmandataria nacional, que también sostiene una tensa relación con el bonaerense Axel Kicillof, una figura que plantea un método alternativo para conducir el espacio y goza de buen diálogo con varios gobernadores peronistas.