El radicalismo vivió un intenso domingo electoral con dos internas que pusieron a jugar a los principales dirigentes de la UCR y cuyo resultado comienza ya a perfilar la estrategia que adoptarán los radicales en el armado dentro de Juntos Por el Cambio.
Maximiliano Abad se quedó con la conducción de la UCR bonaerense, pero la “renovación” radical que encabezan Gustavo Posse, Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti con el apoyo de Enrique “Coti” Nosiglia, superó el 40% de los votos en el mayor distrito del país y arrasó en la CABA, donde se quedó con 11 de las 14 comunas.
En la Provincia se estima que se movilizaron más de 100 mil “boinas blancas” para elegir a los convencionales del partido. Abad se enfrentó a Posse, quien afirmó que en provincia se dio un “empate técnico“.
El jefe de bloque de los diputados bonaerenses del radicalismo, contó con el apoyo del establishment radical, encabezado por Alfredo Cornejo, Ernesto Sanz y Gerardo Morales, que se sumó de manera activa al tramo final de la campaña del marplatense.
Abad tuvo el apoyo de la mayoría de los intendentes radicales, que hicieron sentir su peso en el interior de la provincia y del neurocirujano Facundo Manes, que suena como un posible candidato de Juntos por el Cambio para las legislativas de este año.
La elección de Posse fue mejor a lo esperado. El intendente de San Isidro contó con el apoyo de Lousteau y Yacobitti y tendrá varios delegados para la Convención nacional radical que defina la estrategia para las presidenciales del 2023.
El dato no es menor: en 2015 la línea que encabezaba Sanz se impuso a la que en ese momento lideraba Morales y la UCR terminó como furgón de cola del macrismo en lugar de buscar un acuerdo con Sergio Massa y el PJ no alineado con el gobierno del FPV, según se resolvió en la Convención de Gualeguaychú.
“Antes teníamos cero y ahora quedamos con cerca de la mitad de los delegados“, festejaron en el bando de Lousteau y Yacobitti, que también lograron darle una pelea muy competitiva al establishment del radicalismo en Córdoba, donde apoyaron a Rodrigo de Loredo contra Negri y Ramón Javier Mestre.
En la Ciudad de Buenos Aires votaron cerca de 40 mil personas, casi el doble que en los últimos comicios del radicalismo porteño. La disputa estuvo entre Lousteau-Yacobitti y Daniel Angelici-Martín Ocampo.
Tanto Nosiglia como Daniel Angelici apoyan el liderazgo de Lousteau en la Capital Federal y, entre ambas listas, sacaron el 90 por ciento de los votos, frente al 10 por ciento de una tercera lista que responde a Jesús Rodríguez y Facundo Suárez Lastra. Tanto en la Capital como la Provincia se registró una elevada participación, la cual superó con creces los niveles históricos de las internas radicales locales.
El tercer candidato Alejandro Sculco quedó último con menos del 10% de los votos. El dato sería anecdótico si no fuera que Sculco contó con el apoyo de Negri que incluso envió su apoyo vía Instagram en la previa de los comicios.
“Queremos que la UCR mire hacia la centro izquierda y disputar el liderazgo del espacio que conformamos en Cambiemos y sumar partidos como el GEN y socialismo. Para la derecha ya está el PRO“, dijeron desde la “renovación” que lidera Lousteau.
